Segunda Oportunidad (Ciel x tú)

CAP XI: "Un nuevo amigo"

El invierno vino a Inglaterra con mucho frío y nieve.
En este momento, Ciel se encontraba en Londres revisando un Caso que se trataba de varios Ingleses que volvían de la India, siendo atacados afuera de un café indostano. Les despojaron de sus posiciones y ropas y eran colgados de cabeza del techo del establecimiento.

Ciel mientras investigaba todo este caso con su fiel mayordomo, Sebastian, tú y tu hermana se encontraban en la mansión de la ciudad de Ciel con los sirvientes. Sólo porque querías.

Ciel estaba afuera en la ciudad y tú jugando con la nieve en el patio de la mansión con los sirvientes.

Finny estaba corriendo y gritando feliz por la nieve.
- ¡SÍÍÍ! ¡HAY MUCHA NIEVE! -

Lizette estaba haciendo un muñeco de nieve con Mey-rin pero la cabeza les había quedado muy grande.

- ¡Lizette! ¡Piensa rápido! -
Gritaste desde no muy lejos de Lizette pero ella estaba más concentrada en el muñeco hasta que te escucho.

- ¿Qu-...
Lizette preguntaba mientras volteaba, haciendo que el impacto de una bola de nieve le pegara en la cara y que Lizette no terminara su frase.
- ¡AHHH! ¡Está frío! -
Proclamó Lizette mientras se quitaba rápidamente los restos de nieve en su cara y luego verte muy mal por lo que hiciste.

Lizette tomó un poco de nieve y te lo lanza pero tú fácilmente lo esquivas.

- Ja, ¿Solo es-
Mirabas el pedazo de nieve que había caído muy débilmente y al voltear hacia Lizette, una bola de nieve del tamaño de tu cara había impactado hacia ti. El frío y un escalofrío paso por todo tu cuerpo.

Las dos se vieron en silencio, pero sabían que las dos se habían declarado la guerra total.

Lizette se levantó y con una voz clara y fuerte dijo: - ¡Mey-rin! ¡Prepara una pared de nieve para protegernos!; ¡Bard! ¡Alista las municiones para atacar! -

- ¡Sí Señora! -
Respondieron Bard y Mey-rin con el mismo tono de voz y con postura de soldado, para luego hacer lo que les ordenaron.

Tú no te ibas a dejar, esta batalla la ibas a ganar tú.

- ¡Tanaka! ¡Alista las municiones! ¡Y tú Finny, serás quien los lanzará hacia el territorio enemigo! -

- ¡A la orden! -
Dijo finny también con postura de soldado.

- Ho ho ho. -
Tanaka empezaba hacer las bolas de nieve.

La guerra empezó e iban muy bien, pero no tardo más de 5 minutos para que Finny dijera "¡Tregua!" Y que todos al final se reconciliaran.

Seguían jugando en el patio por un par de horas y luego se aburrieron. Entonces entraron a la mansión y Mey-rin hizo algo de té para todos mientras se sentaban en la mesa de la cocina.

Los sirvientes siempre les decían a ti y a Lizette que no deberían estar en la cocina con los sirvientes siendo ustedes hijas de gran nivel social pero ustedes realmente no les importaba eso e igual se quedaban ahí.

Mey-rin mientras les servía el té, sacaba plática a ustedes.
- Señoritas Spencer, ¿el jóven amo ya sabe que están aquí en su mansión? -

Tú antes de tomar el té, soltaste una pequeña risa.
- No, obvio no. -
Dijiste muy normal para luego tomar del té.

- ¡Ah! Pero el jóven amo se va a enfadar si una persona llega a su mansión sin que lo inviten... -
Decía Finny preocupado de que sean regañadas por el Joven amo.

Lizette no le tomó importancia y siguió tomando su té.
- Que se enoje. Prefiero estar aquí que en mi casa. -

- Disculpen mi pregunta pero, ¿Por qué se fueron de casa? -
Preguntaba Bard intentando ser lo más cortés posible.