CAP VII: "Un gran regreso"

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Estabas en un lugar muy oscuro que parecía ser un sótano, parada en una banca y dudando tu primera decisión

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Estabas en un lugar muy oscuro que parecía ser un sótano, parada en una banca y dudando tu primera decisión.
Una cuerda que tenías en mano para ponertelo en el cuello dudosa y con unas lágrimas en los ojos.
Escuchaste que la puerta se abría por un chirrido que salía de aquella puerta.

- ¿____-...? -
Tu hermana estaba presenciando tu primer intento de suicidio con una cara de asusto.

- ¿Q-qué estás haciendo?... - unas lágrimas brotaron de tu querida hermana para luego correr hacia ti.
- ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO!? -

La cara de tu hermana empezaba a desfigurarse poco a poco haciendo caer en vez de lágrimas, ese líquido rojizo por sus cuencas vacías.

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Despertaste de tu gran cama con sudor frío y temblando. Era uno de tus sueños sobre tu vida pasada.

- ¿Señorita? ¿Esta usted bien? -
Dijo Mary que estaba ahí ya que te iba a levantar para el desayuno.

Seguías con tu respiración agitada pero de tan solo recordar de que ya no estabas en esa vida y ahora eras feliz en una familia adinerada, te hizo recuperarte y cambiar tu estado de animo.

- Sí, estoy bien, ¿Qué hay de desayunar? -

Después de todo, Mary te cambió a ti y a tu hermana para desayunar. Ya tenías 12 y medio y solo faltaban unas semanas para volver a Inglaterra. Y hablando del nuevo integrante de la familia, era un varón que apenas y llevaba un par de semanas nacido.

Y el día de su nacimiento fue un día muy inolvidable para todos aquellos que estaban en la mansión...

flashback:

El día del parto, todos estaban nerviosos y los sirvientes se movían como locos por toda la mansión.

Gilbert, Lizette y tú, estaban en la sala principal esperando mientras su padre estaba ayudando a los sirvientes.
Aunque querían ayudar no podían por órdenes de su padre y de Beatriz.

- Ya preparate para decirme hermano,
____ -
Dijo Gilbert con tono burlón.

- ¡Cállate Gilbert! -
Dijiste enojada pues no era el momento.

- ¡Ya callense los dos! -
Dijo Lizette para luego darles un golpe en la cabeza.

Una sirvienta llegó corriendo hacia ustedes con lágrimas en los ojos y una sonrisa.
- Señoritos, por favor vayan a conocer a su hermano. -

Al llegar a aquel cuarto, podías ver a Beatriz descansando y una sirvienta con el bebé.

Los tres se acercaron curiosos para verlo y pues, se veía como cualquier bebé recién nacido.

Segunda Oportunidad (Ciel x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora