Capítulo 7

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La cabeza le iba a estallar. Apenas podía abrir los ojos porque la luz le molestaba, y mucho menos moverse. Reconocía su habitación y estaba tapada con las sábanas y el edredón, incluso tenía el pijama puesto. Pero no recordaba haberse cambiado, ni haber llegado hasta su cuarto.

Ethan, pensó. Y quiso llamarlo en ese mismo momento para darle las gracias, pero la puerta que había frente a ella se abrió de par en par y una chica rubia apareció.

- ¡Buenos días! - gritó con demasiada felicidad - Estás despierta, genial. Soy Lydia, seremos compañeras de habitación ¿no es genial? - canturreó, y Cassie solo quiso cerrar los ojos y volver a dormir.

Emitió un pequeño quejido y levantó la cabeza de la almohada, observándola, y sonrió lo necesario para no causarle una mala impresión.

- Yo soy Cassie - logró decir, y esta vez se incorporó en la cama - Anoche fui a una fiesta y siento que me va a explotar todo el cuerpo, perdón por no poder levantarme de la cama - le explicó, porque lo último que quería era que pensara que era una estúpida.

- Oh, no te preocupes. Tengo un remedio súper bueno para la resaca, puedo enseñártelo - ofreció.

Cassie sonrió, esta vez de verdad. Lydia parecía hablar de una forma aniñada y eso le gustaba.

- ¿Cuál es? ¿Implica salir de la cama?

- ¡Gofres y tortitas! - volvió a gritar dando una palmada demasiado sonora.

Tal y como pensaba tendría que salir de la cama, pero el pensamiento de hacer algo que no fuese con su hermano y sus primos la animó. Se dejó caer en la cama por última vez y lloriqueó dramáticamente, pero al final terminó poniéndose en pie mientras miraba su móvil.

- Está bien, hay una cafetería que tiene los mejores gofres de todo Londres, pero antes tengo que darme una d... - su voz se apagó y abrió tanto los ojos que pensaba que se le iban a salir - Oh Dios mío. Madre mía, madre mía - comenzó a dar vueltas por la habitación y notó cómo se le aceleraba el corazón, pero sonrió. 

En el último vídeo que había subido bailando hacía unos días había un comentario nuevo de un usuario que no reconocía, pero había una palabra: interesante. Y al instante supo de quién era.

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