El olor a masa dulce y chocolate invadió las fosas nasales de Cassie tan pronto como entró en el local, y no pudo prestar atención a nada más que la vitrina repleta de tartas y dulces que había junto a la caja. Indicó a Lydia dónde tenían que esperar a que les diesen mesa mientras cobraban a una chica de pelo rubio, que salió de ahí tan rápido como pudo.
Segundos después estaban sentadas una frente a otra con la carta en las manos, leyendo todo lo que había en ella.
- Los gofres de aquí son increíbles. Las tortitas también, y la tarta de queso es mi favorita - enumeró con rapidez - Además, puedes añadir todos los siropes que quieras, helado y nata. Creo que hoy voy a morir de sobredosis de azúcar - bromeó, aunque era capaz de comerse todo lo que había dicho.
- ¿ Y si pedimos una torre de tortitas con todas las salsas que tienen? - preguntó Lydia.
- Creo que esa es la mejor idea que has podido tener, nos vamos a llevar muy bien, Lydia Smith - intentó dar cierto tono de seriedad, pero al instante se echó a reír.
La camarera les tomó nota, no solo de eso, sino que cada una pido además un batido para acompañar la comida y no morir atragantadas.
Tras eso Lydia la miró, y suspiró.
- Adelante, di lo que tengas que decir.
- No tengo nada que decir.
- Lydia, te conozco desde hace una hora y cuando te callas algo se te hace una arruga en medio de la frente. Puedes decir lo que quieras.
Lydia se sorprendió y sonrió, la había pillado.
- Bueno, solo estaba pensando que por qué no le escribes a Ashton. Él te ha dado like y ha comentado tu vídeo, ahora te toca a ti.
- ¿Y si no quiere hablar conmigo? Es el chico más guapo que he visto en mi vida, ¿y si no quiere saber nada de mí?
- Pues haremos nuevos amigos y en una semana te habrás olvidado de él.
- Eso no es tan fácil, llevo aquí semanas y eres la primera persona con la que salgo a tomar algo.
- Pero es que nadie es tan absolutamente genial como yo, Cassie.
Y ambas rompieron a reír. Una montaña de tortitas apareció frente a ellas, y la devoraron mientras compartían información.
El tiempo pasó volando, y se enteró de que Lydia era Irlandesa, había tenido problemas familiares y por eso no había podido empezar las clases el primer día. Su color favorito era el lila, estudiaba educación social, nunca había tenido novio y era hija única. Le encantaban los animales pero nunca había tenido ninguno, y lo que más le gustó y le llamó la atención, es que era de las que creía que si deseabas algo con mucha, mucha fuerza, se cumplía.
Desde el primer momento le había dado la sensación de que se comportaba de una forma aniñada para la edad que tenía, pero en el tiempo que habían estado pasando juntas se dio cuenta de que eso era lo que hacía que Lydia desprendiese algo especial. Y le encantaba.
Ya de vuelta a la residencia iban paseando cogidas del brazo, y sacó el móvil del bolsillo abrigo.
- Eres una mala influencia, pero vamos a ver qué pasa - acto seguido se metió en el perfil de Ashton y le mandó una solicitud para seguirlo, que acompañó con un mensaje.
CassMeyers: Así que te parezco interesante...
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ALGO MÁS QUE NADA
RomanceCassie se enfrenta a su primer año de universidad y está dispuesta a vivir todas las experiencias que la vida en la ciudad de Londres le pueda ofrecer, aunque su hermano y sus primos se encarguen de protegerla más de la cuenta. Ashton está cansado d...