No le hizo falta pensárselo demasiado, tenía claro lo que iba a hacer desde el mismo momento en el que había pronunciado la primera palabra. Alzó la mano y la colocó sobre la suya con cuidado, temiendo lo que sentiría al rozarlo.
Se puso en pie y notó como todo su cuerpo vibraba por el contacto, era algo que no le había pasado jamás. Quiso agarrar su mano de verdad, entrelazar los dedos con él y sentir que era allí el lugar al que pertenecía, pero se contuvo. Se sentía vulnerable cuando se trataba de él y no quería apresurar las cosas.
– Estás loco – fue lo único que dijo mientras comenzaban a caminar.
Pero Cassie paró en seco, haciendo que él se girase para mirarla sin comprender qué pasaba.
– No puedo irme sin más, toda mi familia está aquí – explicó, y de repente se tensó – Incluido mi hermano, que si te ve conmigo probablemente quiera matarte.
– Despídete de ellos y nos vemos fuera en diez minutos – volvió a acortar el espacio entre ellos y habló muy cerca de su oído – No creo que pudiese ni tocarme, pero correría el riesgo – dijo refiriéndose a su hermano, y tras darle un apretón en la mano y mirarla directamente a los ojos, la soltó.
Se separaron y Cassie buscó a sus padres para poder despedirse. Mientras iba en busca de ellos se percató de que Ashton la seguía de manera paralela fingiendo ver los cuadros que había en la pared de enfrente, pero también la miraba a ella sin cortarse. Eso la hizo enrojecer y querer salir de allí cuanto antes.
No tardó en decir adiós a sus padres y sus tíos, tan solo le quedaban su hermano y sus primos, a los que encontró cerca de la barra.
– Lydia tiene una emergencia, me marcho – explicó mientras daba un pequeño abrazo a cada uno – Portaos bien y no hagáis ninguna tontería – dijo a modo de broma, y estaba preparada para irse cuando su hermano la cogió del brazo.
– No tendrás prisa por irte por el tío ese que no deja de mirarte, ¿verdad?
Cassie enmudeció y se giró lentamente, esperando que Ashton fuese lo suficientemente listo como para haberse marchado, y al mirar a la persona de la que hablaba Danny, sonrió.
– Quiero irme porque mi amiga me necesita, no conozco a ese chico. Igual te está mirando a ti – respondió bromeando y se alejó sacándole la lengua, dando gracias porque no se tratase de Ashton.
Recogió su abrigo y se lo puso antes de salir a la calle, donde vio una figura masculina apoyada en la pared de enfrente. Dio varios pasos hacia él con lentitud, como si no tuviese prisa, hasta que finalmente lo alcanzó.
– ¿Vas a decirme dónde vamos o te vas a hacer el interesante? – preguntó con una sonrisa boba, apoyándose de lado en la pared junto a él.
– Si te lo digo no será una sorpresa. ¿Vas a poder caminar con eso? – bajó la mirada hasta sus zapatos.
– Intentaré aguantar todo lo que pueda, sino me llevarás tú.
– ¿Pretendes aprovecharte de mí?
– Ya te gustaría.
Y al terminar de hablar se separó para comenzar a caminar. Eligió una dirección al azar, pues no sabía dónde iban, pero estar tan cerca de él la atontaba y necesitaba poner distancia.
– Vas en dirección contraria.
Cassie resopló y dio la vuelta. Pasó por su lado sin mirarlo, pero se mordía el labio conteniendo una sonrisa. Él se apresuró y en apenas dos pasos la había alcanzado.
Pasaron los primeros cinco minutos en completo silencio. Ninguno de los dos se atrevía a hablar, aunque para ella era difícil permanecer durante mucho tiempo en silencio.
– ¿Cuánto nos queda?
– Poco.
– ¿Cuánto es poco?
– Casi nada.
– ¡Ashton! – se paró de golpe mientras pronunciaba su nombre – Dime dónde vamos o no seguir... – de repente vio todo del revés y comprendió que la había cargado en su hombro. Se agarró a su cintura y cerró los ojos – ¡Pero qué haces! ¡Suéltame, estás loco! – gritó, pero empezó a reírse al imaginarse la imagen que estarían dando.
Ashton había aprovechado la mínima oportunidad que había tenido para tocarla, llevaba esperando ese momento desde que se habían soltado en la galería de fotografía, y ya no aguantaba más.
– Así ganamos los dos, a ti no te duelen los pies y yo no tengo que aguantar tus quejas – se arrepintió al instante de haber pronunciado esas palabras, porque lo último que quería era molestarla u ofenderla, pero ella pareció tomárselo bien.
– Tú aguantas mis quejas y yo te aguanto a ti, estamos igualados – respondió divertida.
La situación, lejos de molestarla, le gustaba. Sentía cada punto en el que su cuerpo y el de Ashton se tocaban, y su piel hormigueaba. Era una sensación a la que no le importaría acostumbrarse, de hecho, ojalá pudiese hacerlo.
– ¿Estás cómoda ahí arriba?
La mayoría de ocasiones le costaba seguirle el ritmo, cambiaba de tema constantemente y eso la confundía como nadie lo hacía. Había líneas que sabía que no estaba dispuesto a cruzar, ya lo había visto las veces en las que habían hablado, pero aún así se sentía frustrada.
– Muy cómoda sabiendo que mi culo está pegado a tu cara – la ironía era palpable en sus palabras, pero reía – Y me estoy mareando, creo que voy a vomitar.
Había dramatizado, pero sintió alivio al notar que tocaba el suelo con los pies. Se bajó el vestido todo lo que pudo, y lo miró.
– Qué suerte que hayamos llegado ya, aunque lo de tener tu culo cerca no me molestaba – su voz sonaba sincera, y si tenía cualquier atisbo de duda, ver que se acercaba y ponía las manos sobre sus hombros confirmó que decía la verdad – Bienvenida a la primera parada. Kew Gardens solo para nosotros.
Cassie se giró y contempló las vistas se abrían ante ella fascinada. No conocía aquel lugar, pero se había enamorado al instante. Millones de flores componían aquel paisaje, que iluminado desde el suelo con infinidad de luces lo hacían aún más espectacular.
Pequeños detalles como ese eran los que hacían que aún se sintiese como una niña pequeña. La ilusionaban más que cualquier otra cosa, porque no era por el sitio, sino porque él había querido compartir su tiempo con ella y se había molestado en pensar un plan.
– Es alucinante – su voz estaba cargada de emoción. Acto seguido el silencio se cernió sobre ellos, pero Cassie agarró su mano y entrelazó los dedos con los de él.
Y Ashton no los soltó.
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ALGO MÁS QUE NADA
RomanceCassie se enfrenta a su primer año de universidad y está dispuesta a vivir todas las experiencias que la vida en la ciudad de Londres le pueda ofrecer, aunque su hermano y sus primos se encarguen de protegerla más de la cuenta. Ashton está cansado d...