Capítulo 8

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Lydia la miraba como si hubiese perdido la cabeza. Cassie daba saltos de un lado a otro de la habitación sin soltar el teléfono y sin dejar de gritar una y otra vez.

- No puede ser, ¿estoy durmiendo aún? ¿Estoy soñando borracha? - aún no se creía lo que había pasado.

El comentario iba a acompañado de un "me gusta" en la publicación, y aunque el perfil era privado, por la imagen de perfil sabía que era él. Ashton. Ahora sabía su nombre y no entendía cómo la había encontrado. Definitivamente aquello era un sueño.

Se giró mirando a Lydia y comprendió que no entendía nada. Iba a tomarla por loca y apenas hacía unos minutos que la había conocido.

- ¿Puedes explicarme qué te pasa? - preguntó con su inigualable tono de entusiasmo.

¿Podía contárselo? No la conocía, no sabía nada de ella, tan solo había intercambiado un par de frases con ella, pero antes de darse cuenta tuvo clara su respuesta.

- No estoy loca - fue lo primero que aclaró - Hace unos días conocí a un chico por casualidad, choqué con él en el pasillo y fue uno de esos momentos, como en las películas ¿entiendes? Es guapísimo, pero parece que la gente le da asco - explicó, queriendo hablar más rápido de lo que podía - No me dijo ni como se llamaba, pero ayer estaba en el campo y lo vi, me acerqué a hablar con él para darle las gracias y lo invité a la fiesta a la que fui. Lo sé, fui idiota, cómo iba a ir conmigo, no fue obviamente - fue explicándoselo trabándose una y otra vez, hasta que puso el móvil delante de su cara para que viese el comentario - y ahora ha puesto interesante en mi vídeo. ¡Interesante! Eso fue lo que le dije.

Lydia se quedó callada durante unos segundos. Era demasiada información para procesar, pero de un momento a otro agarró las manos de Cassie y comenzó a saltar.

- ¡Tienes que hablarle! ¡O seguirlo! Es una señal, Cass, quiere conocerte - exclamó sonriendo entusiasmada.

- ¿Conocerme? Lydia, me dejó hablando sola dos veces. No creo que quiera conocer a nadie, parece el típico chico solitario que huye de la gente. Aunque era guapo. Muy guapo.

- Pero podrías preguntarle por el comentario, es una excusa perfecta para hablar con él.

No quería hacerse ilusiones con lo que había ocurrido, pero tampoco podía ignorarlo. Quería seguirlo y hablarle, pero ya había intentado mantener una conversación y Ashton no parecía interesado.

Sacudió la cabeza y miró a su compañera de habitación.

- Ahora mismo no puedo pensar - cogió su albornoz y abrió la puerta del pequeño baño que había en la habitación - Con el estómago lleno seguro que se me ocurre qué hacer.

Y sin molestarse en cerrar la puerta se quitó el pijama y se metió en la ducha.

Hubo algo que le llamó la atención, y es que estaba tan centrada en lo ocurrido con Ashton que no había reparado en que por fin tenía una compañera de habitación, y lo mejor de todo era que parecían haber encajado a la perfección.

ALGO MÁS QUE NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora