Peaches | Princesa Peach x TN

A tus órdenes, Princesa

— Lo siento, no pueden entrar. —Un hombrecito los restringió la entrada acompañado de su amigo.

— ¡Por favor, es una emergencia! Tengo que ver a su princesa.

Ambos se miraron con intenciones de bromear.

— ¿Que Princesa? Nunca había oído de una.

— ¡Yo sí! Pero la Princesa está en otro castillo.

— ¿Está en Sarasaland? ¡Pues vamos a buscarla! —Ibas a comenzar a correr, pero Toad te detuvo.

— Tranquilo, ellos solo bromean... ¡Y eso no me gusta!

Toad dialogaba con los otros 2, pero tú te apartaste, una ventana de los alrededores estaba abierta.

— Perfecto... —Te dijiste.

Tomaste impulso para saltar hasta allá, lo lograste por poco, pero entraste.

— ¡Ya puedes pasar, (T/N)! —Dijo Toad.— . . . ¿(T/N)?

. . .

Comenzaste a recorrer los pasillos del castillo, estaba adornado de cuadros retratando a ciertas criaturas. Te movias con sigilo, tratando de no ser atrapado.

. . .

— Padre, iré a reclutar a los Kongs, tengo una visita agendada para dentro de 3 días. —Habló una joven dama.

— Peach, es peligro ir allá afuera sola. —Un honguito mayor hablaba con ella.

— Bowser destruyó el Reino Pingüino, debemos detenerlo. —Contestó con un poco de miedo.— Todos los habitantes dependen de nosotros.

El ancianito lo pensó un poco, luego dió su respuesta.— Está bien, pero iré contigo.

— No lo permitiré, iré sola.

Salieron de la habitación principal, hacia un pasillo, que para combiencia del guión, tu caminabas por ahí.

— ¿Princesa? —La mirabas.— ¡Princesa! —Corriste hacia ella.

Ella te miró con sorpresa, pero te evadió.

— ¿Quien eres? —Preguntó, un poco sorprendida.

— Princesa, soy (T/N) —Le respondiste.

— ¿Eres un humano? —Preguntó mientras te tocaba un poco la cara.— ¡Es un humano!

— ¿Otro humano? —Habló el Toad Abuelito.

— Si, soy un humano, ¡Pero tienes que ayudarme a salvar a mis hermanos! —Acomodaste tu vestimenta para estar con la princesa de forma mas presentable.

— ¿Hay más?

— ¡Si! Uno de tus hongos me dijo que uno está en Sarasaland y otro está en las tierras oscuras.

— Tienes suerte, iré para allá.

— ¡Pues llévame contigo!

— No puedo, no pareces estar en forma, Bowser te aplastará en cuanto te veía.

— ¿Te vas a burlar o me vas a ayudar? —Preguntaste un poco enojado.