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Es sábado y no podremos aguantar mucho más sin dinero. Así que, después de pasar tres horas preparándome para un choque emocional, llamo a mi mamá. O mejor dicho, llamo a Kwon el proxeneta.

—Tu mamá ya no está con nosotros—primero pensé que eso significaba que estaba muerta —Ella siguió su camino. Quería trabajar de forma independiente o algo así— suena como si lo detestara —Tu mamá rompió mi corazón.

Es un proxeneta, así que no me importa.

—¿Sabes dónde puedo encontrarla?

—No. No al menos que estés dispuesto a cubrirla mientras no está.

—Escucha, dame su número y trataré de convencerla de que vuelva contigo. ¿Te parece bien?

No se lo cree, pero se rinde de todas formas.

—No tengo un número. Pero escuché que estos días está bailando en el Low Lou's.

¿Bailando, eh? Bien, creo que mamá está avanzando en el mundo.

—Gracias— digo y cuelgo.

Mis palmas están sudando y mi estómago se revuelve.

No puedo, ni por nada, ir a ver a mi madre. Mi corazón se romperá en pedazos al verla en persona, al ver la "bailarina" que es ahora, y la madre que ya no es.

Necesito un refuerzo.

—¡Ryujin!— grito.

Ella viene sigilosamente por el pasillo, media interesada.

—Oye, tengo que ir a recoger el cheque de mamá al centro. ¿Podrías cuidar a los niños esta noche?— en realidad no es una pregunta, es más como una orden. Ella lo sabe.

—¿Su cheque? Querrás decir que tienes que ir a recoger el dinero que ha estado recolectando con su cuerpo.

Mierda, ella lo sabe.

—Sí— digo —Ahora baila en el Low Lou's.

—Al menos ahora tiene clase— se encoje de hombros.

Asiento, tomo una profunda respiración.

—Como sea, necesitamos el dinero, así que debo ir. ¿Estás bien aquí?

—Sí, pero deberías llevar a alguien contigo. He escuchado cosas malas acerca de esa área. Y tú eres, ya sabes, un poco... débil.

Es lo más cariñoso que Ryujin me haya dicho nunca, me sentí un poco ofendido pero la amo.

Le doy una leve sonrisa.

—Sí, voy a pedirle a Hyunjin que vaya conmigo.

Agarro mis cosas y me dirijo a la puerta principal, pero me doy la vuelta al último segundo.

—Oye Ryujin— ella me mira —¿Estás bien con... ya sabes?— le doy una mirada con culpa.

—¿Con... mamá siendo una prostituta? No. Claro que no. Pero la verdad es que no pienso en ella como mi madre, ¿sabes?—arrastra sus pies y mira alrededor —Te tengo a ti. Todos te tenemos. Estamos bien con nuestra pequeña familia o lo que sea.

Mi corazón se siente cálido.

—Te amo— digo, porque me encantan su coraje y porque no escucha esa frase lo suficiente.

—Puajj. Solo vete— dice, pero está sonriendo. Ella también me ama.

Con eso, me voy y llamo a la puerta de Hyunjin.

Él abre con sólo un par de pantalones cortos puestos y por la razón que sea, empiezo a sonrojarme. Él es musculoso y... alto, a comparación de como lo conocí, era tan solo un bebito escuálido. Su larga cicatriz está desapareciendo. Sus otras cicatrices, las más pequeñas que marcaban la mayoría de su cuerpo, están desapareciendo también.

𖦞 𝗌𝗍𝖺𝗋 𝗅𝗈𝗌𝗍 𖥧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora