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Tocar a Hyunjin, hace que todo sea mejor. Mi corazón tiene grietas, cicatrices e historias de horror, pero él me hace olvidar el dolor.

Lo necesito. Lo amo. No puedo estar completo sin él.

De mala gana, me muevo lejos de él y de su familiar aroma a campo y salgo de la camioneta. Camino hacia el portero parado afuera de Lou's, tratando de verme como que quiero estar allí, con Hyunjin justo detrás de mí.

—Identificaciones— gruñe el portero. Es un gigante calvo con tatuajes cubriendo su garganta.

Al menos mi mamá trabaja ahora en un lugar donde se requiere identificación. Eso tiene que ser un poco más seguro que la política de "admisión abierta" que tenía con Kwon. Hyunjin y yo le mostramos nuestras identificaciones. Somos legales. Yeei.

Entramos al bar nudista y todo dentro de mí gritaba: ¡HUYE! ¡HUYE! Pero no lo hago, por supuesto. Tengo niños que alimentar. Tengo una familia que cuidar.

Toma un minuto para que nuestros ojos se ajusten a la oscuridad, el aire está lleno de humo y huele como a algo... viciado. Puedo distinguir las siluetas de las personas en la esquina de atrás, pero no sus caras.

Hyunjin toma la iniciativa y lo sigo como un cachorro. Me siento seguro de esta forma. Camina hacia el barman y le pregunta si mi mamá está trabajando esta noche. El barman termina de frotar el mostrador del bar con un trapo sucio antes de responder.

Es un hombre, luce como en los cincuentas, pero probablemente no tiene más de treinta y cinco; usa llamativos anillos de oro en seis de sus regordetes dedos y tiene un cigarro en su boca. Cuando termina de pasar la suciedad del trapo por el mostrador, mira hacia arriba y nos da una charla sobre llamar con antelación, listas de espera y precios. Luego trata de vendernos a una desnudista diferente, llamada Dolce, todo el rato manteniendo su cigarro balanceado en la esquina de su boca. Una mujer medio vestida, que asumo es Dolce, camina, pasa la barra y nos da un guiño a Hyunjin y a mí. Eso me hace sentir enfermo.

—De hecho— respondo, porque estoy perdiendo la paciencia y mí estomago —Soy su hijo. Necesito verla.

El barman me mira. Hyunjin pasa y se pone delante de mí.

—¿Pensando en un acto mamá-hijo, dulzura? A Lou le encantan esa clase de shows. Apuesto a que darían el horario de máxima audiencia— me mira fijamente.

Escucho a Hyunjin gruñir, así que, rápidamente digo: —No, necesito hablar con ella.

El barman, dice: —No queremos ningún drama familiar aquí, ¿lo comprendes? Le diré que tiene visitas, pero si haces una escena, te echaré de aquí, ¿entendido?

El barman me disgusta inmensamente, pero de todas maneras, asiento con la cabeza. De repente, la mano de Hyunjin está en la parte posterior de mi brazo y me siento seguro de nuevo. No hablamos, probablemente porque estoy cerca de vomitar, pero nos entendemos el uno al otro. Su mano baja lentamente por mi brazo y encuentra mi mano. Entrelaza sus dedos con los míos y quiero saltar a sus brazos.

El barman nos conduce hacia una puerta oscura y apunta a la parte de atrás. Esta vez, voy adelante, con Hyunjin conectado a mi mano, pasamos al barman y entramos a lo que solo puedo asumir que es el vestidor.

Alrededor de nosotros hay desnudistas dando vueltas probándose ropa, maquillaje derramado en los tocadores y ropa interior esparcida en el piso. Y justo, justo en el medio del desorden, está mi mamá.

—¡Minmin, bebé! ¿Qué estás haciendo aquí?— viene y enlaza sus brazos a mi alrededor. Me está abrazando como si yo fuera un amigo que no ha visto en mucho tiempo, no su cansado y hambriento niñato.

𖦞 𝗌𝗍𝖺𝗋 𝗅𝗈𝗌𝗍 𖥧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora