Capítulo 5 ◕✿。

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IntrigasDaren

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Intrigas
Daren

El viento templado refresca mi cuerpo cubierto de sudor junto al sol que ilumina el agua azul que centella con su magnitud alrededor de la isla privada en Agra Dos Reis, contrastando con el verde de la vegetación, el dolor que se aloja en mi costado derecho arde como una mierda haciendo que dejé la pesa pequeña con la que me ejercitaba obligándome a tomar asiento en la mecedora, cuando la venda se salpica de sangre, el correr de pequeños pasos me distrae cuando una mata de cabello rubio se aproxima escondiéndose de quién sabe qué.

—Pero que hace —, el regaño de la mujer alta de tez morena y ojos marrón me desconcentra, logrando que pierda de vista al pequeño —. No puede hacer estos esfuerzos, sus médicos de cabecera no se lo han permitido —asevera como madre regañona, y ganas no me faltan de mandarla a la mierda nuevamente, por lo que mi expresión corporal a decírselo —. Sé que no desea que esté aquí, pero hasta que su herida no esté completamente curada me tendrá a su lado, así que usted decida cuando tiempo quiere que dure aquí.

No contesto, observando como niega tomando los implementos para limpiar la herida de bala de mi abdomen.

—Puedo solo —enfatizó, quitándole el quid de medicamentos para salir del jardín y dirigirme a la que se supone es mi habitación.

Suspira profundo para mantener su profesionalismo lo que a mí me da igual y tomó el tramo del pasillo de cristalería y barandales blancos donde observe al pequeño por última vez con el eco de la asquerosa voz de Basil. "Es una lástima que el imperio por el que tanto has trabajado ahora se quede en manos del bastardo que le parió Olek" la amargura que se instala en mi estómago arde compitiendo con la de mi herida, «eso no puede ser posible», me niego a creer que algo con este índole de importancia se me haya pasado por alto.

Giro con la poca prisa que mi herida me permite, encontrándome con la mata de cabello rubio, escondido en la maceta alta, alzando el cuello como una maldita avestruz, se asusta cuando escucha mis pasos y sus ojos caramelo se conectan con mis azules palideciendo en el proceso, no aparenta tener más de cinco años y si mis cálculos no me fallan yo mate al maldito de Olek hace nueve, por lo que no...

—Lo siento... Yo... solo quería verla —, su voz de niño aterrado no me inmuta y traga grueso bajándose de la maceta —. Sé que no debo desobedecer, pero solo quería entregarle esto.

Me tiende un papal blanco cubierto de brillos y pompos de colores que forman un corazón que cita, "Eres el ángel más lindo y bueno que el cielo pudo darme"

Solamente quería alegrar su corazón en una fecha como hoy —, baja la mirada al suelo arrepentido.

—Leo... —llama Zaria en la lejanía, observándolo con el ceño fruncido —. ¿Qué haces aquí?

Indaga y el pequeño me observa buscando ayuda que no obtiene, ya que me enfocó en la mujer morena que se encuentra molesta sin demostrar ninguna otra emoción.

Tormentosa Aflicción Libro 2 (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora