Capítulo 14 ◕✿。

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TrabasDaren

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Trabas
Daren

Mi piel se encuentra erizada, mi sangre caliente y mi corazón acelerado, «hija de puta», maldice mi cerebro, reprendiéndome por ser tan iluso al creer que se quedaría tranquila con las burlas que se mencionaron en su nombre y con las cuales estaba al tanto.

—¿Qué te hace pensar que por dos malditas cabezas vas a pertenecer a la mesa? —brama Rupor, enfrentándola y ella alza una ceja sin bajarle la mirada.

—Conquistó el lugar y por ende le pertenece —aclara Darkó, como si nada, logrando que todos los rostros se giren hacia él —. Es ley y muchos lo han hecho y se ha respetado —, me mira serio y sé a lo que se refiere.

—De ser así, le pertenecería a quien gobierna de este lado, que es su marido, como pacta el acuerdo —opina Laika con seriedad, a quien no había notado hasta ahora.

—¿Quién te ha dicho que he conquistado el lugar de los Tushionka como tú Koroleva? —indaga con burla, caminando de un lado a otro alrededor de la mesa, haciendo resonar sus tacones —. El clan del fénix no le pertenece a tu Korol, me pertenece a mí, a Lilieth Clarke Davis —asevera, observando a todos en la mesa, y aprieto mi mandíbula conteniendo mi furia para prestar atención a su show —. En América sus negocios son un éxito gracias a mí, y si no desean perder más ganancias o más fama, les aconsejo que no se metan en mi camino —declara, y me concentro en las dos cabezas pálidas de piel azulada, con los ojos blancos que se encuentran en mi puesto —. Si desean pueden ponerle un precio aún más alto a mi cabeza que me tiene sin cuidado.

—Tus amenazas puedes metértelas por tu sabroso culo —dice Roberth, quedando a tres pasos de ella, pero se detiene al ser apuntado por uno de sus hombres, la molestia de la rabia se acrecienta logrando que me punce la cabeza —. Por qué solo fanfarroneas de un poder que conseguiste llevándote hombres a la cama, porque es para lo único que sirves —, la observa con un brillo de perversión, llevando a sus labios un objeto que no logro reconocer, pero que ella si lo hace porque su mirada se oscurece y mi cuerpo se pone alerta al presentir sus intenciones cuando se le acerca acariciándole el tórax con una sonrisa coqueta que me enardece.

—Privilegio que deseas, pero que jamás tendrás en tu perra vida —dice fuerte y claro muy cerca de sus labios al darle un rodillazo en la entre pierna que lo arquea haciéndolo chillar de dolor, sosteniéndolo del nacimiento de su cabello con fuerza, sus hermanos tratan de intervenir, pero sus hombres no se los permiten, cuando recibe la cuchilla que le da su jefe de seguridad y la pasa en su mejilla derecha doblegándolo y causándome una férrea erección que es apresada en mis pantalones, lo tira al suelo, Nadir, Darkó, Oslom y Carl sonríen burlándose de uno de los hijos de Beret.

—Maldita puta, juro que me las vas a pagar —asevera con la voz entrecortada con su mejilla ensangrentada, y ella blanquea los ojos mientras dos de sus hombres lo sostienen, en lo que ella entierra aún más su tacón en sus testículos para luego inclinarse y su susurrarle al oído algo que es intangible para todos nosotros en la sala al quitarle lo que tenía en el cuello, dejando a Roberth pálido y con los ojos abiertos por la conmoción de sus palabras.

Tormentosa Aflicción Libro 2 (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora