20. Una Mujer

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¿Qué hace que una persona se enamore de otra? ¿Por qué solo con una o quizás dos personas en la vida podemos conseguir una conexión tan especial? ¿Por qué algunas personas se van de este mundo sin nunca haber experimentado esa conexión?

Y por conexión la joven tenía en mente, ese sentimiento que perdura a través de los años. Que se mantiene ahí, aun cuando ya esa persona quizás no esté nunca más a tu lado. El amor verdadero, y tan difícil de conseguir.

Andy pensaba esa mañana de Domingo, estando en su cama. Después de haber sido golpeada por Leonardo en medio de la calle. Y por poco abusada.

Pese a todo, no quería irse de este mundo sin al menos haber intentado encontrar ese sentimiento. Su familia desintegrada por la desaparición de sus padres, le hacia apreciar más, ese tipo de cosas que valen más que el dinero.

Sabía que un hombre como Leonardo, aunque sucediera un milagro, y cambiara su trato hacia ella definitivamente, no lograría jamás que ella lo acepte. Jamás después de todo lo que sucedió.

Recordaba su día de bodas. Antes de todo lo vivido, antes de conocer su verdadero carácter y naturaleza, ella sin saber por qué lo rechazaba. Su alma lo rechazaba como pareja. Había algo en él, que era invisible, tras toda esa apariencia y cáscara hermosa que lo envolvía, pero que no podía lograr atrapar sus sentidos. Ni generó jamás el deseo en ella de entregarse, pese a que su apariencia derretía los corazones de muchas.

Aun cuando ella racionalmente, pensó que, como sus padres, quizás podría lograr un entendimiento con él. No eran en realidad sentimientos, ni atracción, ni un deseo sincero. Mucho menos la posibilidad de que sus vidas estuvieran destinadas a estar juntas.

Ahora entendía que, en su desesperación de no contar ya con sus padres, quería encontrar un compañero, que llene esas carencias. Y tontamente pensaba, que el amor, podía desatarse solo, al convivir dos personas bajo el mismo techo. Dos personas al azar, en su caso, sin nada en común. Y que mas tarde se sabría, que nunca debieron haberse unido o siquiera pensado en ello.

Se consideraba estúpida por creer a ciegas que la historia de sus padres, se repetiría en su matrimonio. Le asqueaba haber sido tan crédula. Por tener la esperanza de que un desconocido, podría apreciarla, protegerla de Amaro, valorarla. Un desconocido como Leonardo, falto de piedad, de respeto por la vida de otro ser humano.

Nunca le había tocado vivir la experiencia de soportar, estar a solas con un abusivo. Ese factor no fue contado en ninguna ocasión, ni por sus padres menos por ella. Bajo ninguna circunstancia la historia de sus padres podría igualarse a la de ella con Leonardo.

Andy ahora solo quería dejar en el pasado su vida con ese monstruo. Pese a sus amenazas, ya no quería vivir más bajo su opresión. Por tanto, esperaba que ya sea con Nayra o con otra de sus amantes, finalmente sus padres lo obligaran a casarse. Ya que ella tenía en marcha la solicitud de anulación de su matrimonio. Y el escándalo rondaba a los Santibáñez.

Con esto último, Andy esperaba que su ex finalmente se diera por vencido, y aceptara a una de sus amantes. Y por fin se olvidara de ella.

Y estaba el otro lado de su vida. Los besos y abrazos de Daniel, aunque pocos, dejaban una huella que no se borraba con las horas ni los días. En sus brazos lo olvidaba todo. Sus manos fuertes lo estremecían todo. Era un luchador incansable en busca de su atención y en tejer redes para atrapar sus sentimientos. Pero lo hacía de forma pacífica, galante, seductora e íntima. No con golpes ni amenazas.

Cuanto más abría su alma él, más hermoso ella lo veía. Cambiando por completo el concepto que tenía de él.

En sus días continuos de interacciones, y las diversas actividades con las que se entretenían en su casa, lo observaba. Bajo esa capa de escarcha, mal humor, arrogancia y una aparente falta de piedad.

Enemiga del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora