CLAREE
La bebé olía mal y se movía como si de un gusano se tratase, seguía tratando alcanzar a Claree aun cuando ella intentaba apartarse de su camino.
-Parece que le gustas a mi hermanita.
El alfa de la manada del Este se acercó a ella sonriendo, el lobo era uno de los más respetados, había pertenecido al gremio de los antiguos y aunque se retiró hace siglos seguía teniendo poder.
-Eso parece alfa.
-¿Te gustan los niños?
-No.
Su respuesta fue contundente, incluso si la pequeña cachorra la miraba con estrellas en los ojos Claree nunca había sido del tipo que toleraba a los infantes.
-Supongo que aún eres muy joven para eso.
-No creo que alguien pueda decir eso después de cumplir un siglo.
-Bueno, lo entenderás cuando tengas 3.-El alfa se rió de su propio chiste.-Me alegra que te unas a nuestra manada, sé que ya estabas buscando estabilidad.
-Es un gran lugar y deseo formar parte de algo, ya es tiempo.
-Bien. George te dará un tour por el lugar, elige la habitación que quieras, tenemos varias vacías.
Claree asintió siguiendo al beta. Se detuvo poco antes de salir.
-Yo...-Miro a todas partes menos a los ojos del alfa.-Es necesario que pregunte ¿Está seguro de que no hay problema en que una persona como yo forme parte de su manada?
-¿Una persona como tú?
-Sabe lo que soy.-se movió incómoda.-No quiero crear problemas.
El alfa se levantó de su silla y puso una mano en su hombro, el contacto se sentía cálido y acogedor.
-Se por lo que has pasado Claree, y no es culpa tuya, los prejuicios de las personas que te han rodeado hasta ahora son lo que ha estado mal e intentaré que no te encuentres algo así en mi manada.-suspiro.-no te puedo decir que jamas volverás a encontrarte con gente ignorante frente al tema pero al menos debes saber que en nuestro hogar, que ahora es tuyo, siempre seras respetada y tratada por tu genero, y para lo que vale , eres una de las lobas y mujer mas valiente que he conocido, el sexo con el que hayas nacido es totalmente irrelevante contra tu identidad.
Los ojos de Claree se humedecieron, su lucha frente a la discriminación nunca cesaba pero saber que ahora era bien recibida en un lugar al que podría llamar hogar hacia que su pecho ardiera de emoción.
-Gracias, alfa.
5 AÑOS DESPUÉS
La niña corría de lado a lado por la sala mientras George la perseguía.
-Princesa por favor, es solo un segundo, te daré un baño rápido y luego podrás ir a jugar, si, por favor.
Era ridículo como un lobo adulto, que le triplicaba el tamaño a la joven niña le estaba suplicando.
Claree se rió apoyándose en el marco de la puerta.
Rosi detuvo todo movimiento en el segundo que la escucho y como ya era costumbre se quedó mirándola. Era obvio para todos la fascinación que la cachorra tenía por Claree, aun cuando ella ni siquiera se molestaba en consentirla cómo hacían todos en casa.
-¡Perfecto! .-George la miró mientras corría a cargar a la niña.-Si me dejas darte un baño haré que Claree te lea un cuento antes de dormir.
-¡Oye! .-exclamó molesta.
El beta la señaló con el dedo .-Me lo debes por lo del viernes.
La beta solo bufó mientras se daba la vuelta, George siempre cobraba sus favores y ahora la estaba utilizando por el apoyo que le dio la semana pasada para conseguir el número de una linda loba.
Ya llevaba cinco años en la manada y ahora que por fin se sentía totalmente cómoda todas y todos a su alrededor lograron ver su otra faceta. El lado playboy que llevaba dentro.
—-
Se sentó frente a la niña con un libro en la mano.
-Bien.-Miro a la pequeña quien no tenía ni una pizca de sueño; la cachorra que normalmente era super habladora estaba totalmente callada, era algo que siempre le pasaba en su presencia, solo se quedaba quieta, mirándola, daba algo de miedo para ser sincera.
-Entonces...
-Es solo un cuento Claree.-Su alfa entró a la habitación.-Rosi no te comerá ¿Verdad pequeña?.
-No hermano.-Dijo mientras negaba con la cabeza haciendo que sus largos mechones negros se movieran de lado a lado.
-Duerme bien princesa y por favor mañana evita aterrorizar a mis betas.- Le dió un suave beso en la frente y se despidió de Claree con un asentimiento.
Claree suspiro y empezó la lectura del cuento infantil, contaba la misma historia cliché de siempre de una princesa quien es rescatada por un gallardo príncipe, para luego ir a su castillo, casarse y vivir felices para siempre.
Si los autores de esos libros supieran lo perjudiciales que son, con ese montón de falsas expectativas dejarían de escribir tanta basura.
-¿Entonces siempre te casas con tu príncipe?
Claree se sobresaltó al escuchar a la niña, pensó que se había dormido.
-No siempre, supongo.
Rosi frunció el ceño sin entender.
-Me refiero a que a veces se pueden convertir en buenos amigos, no es necesario casarse.
-¿y si no quiero un príncipe?
-Bueno, creo que serias la primera niña en el mundo que no lo querría.-Le sonrió a la pequeña mientras empezaba a apagar las luces del cuarto.
La niña dio un gran bostezo mientras sus párpados empezaban a hacerse pesados.
-¿y sí quiero casarme con una...princesa?.-Los ojos de la cachorra se cerraron por completo.
Rosi se quedó estática en la puerta de la habitación, Bueno, pensó, gracias a la luna George se encargará de la hora del cuento mañana.
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Aquí esta el primer capítulo de esta maravillosa historía, debo advertirles que tendremos algunos saltos en el tiempo.
Espero que disfruten de esta obra tanto como yo estoy disfrutando escribirla, gracias como siempre por su apoyo y gracias por desear saber mas de esta pareja (la cual es una de mis favoritas).
Os mando un abrazo gigante <3
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Hojas de otoño - EN PAUSA
WerewolfClaree estaba segura de que la opresión en su pecho se debía a la inseguridad, que las mariposas de su estómago eran simple indigestión y que el tartamudeo en su pulso era por la expectativa de un nuevo reto. Si seguramente era eso, seguramente no t...