Capítulo 5

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SEIS MESES DESPUÉS

Los meses habían pasado con más rapidez de la que Rosi había imaginado, había extrañado todo desde su ida, su manada, su cuarto, la comida de George, a su hermano, y por supuesto a Claree. Rosi no era tonta, sabía que Claree seguiría evitando sus sentimientos por ella hasta que se pudiera sentir segura de su relación, entendía sus preocupaciones pero al mismo tiempo se sentía increíblemente frustrada de su falta de confianza. La omega solo había tenido una certeza desde que presentó su segundo género, su mejor amiga era su destinada, luego de emocionarse locamente y por su puesto soñar en como sería lo que queda de su vida juntas, fue a contárselo a la beta, sabía que era difícil de creer, pero al mismo tiempo tenía mucha lógica, para Rosi nunca había existido nada más en el mundo si Claree estaba cerca, la adoraba, y su cuerpo y su alma lo habían entendido desde siempre. Ahora solo hacía falta hacer que ese hecho entrará en el grueso cráneo de la loba.

-¡Estoy en casa! .-Entró gritando a su hogar.

Su hermano fue el primero en salir corriendo a recibirla, la rodeó con sus brazos y empezó a dar vueltas con ella.

Una vez que la bajó, volvió a ponerse serio como si hace un segundo no hubiese estado jugando al papá gorila.

-¿Dónde están todos?

-Están haciendo distintas cosas, pero nos encontraremos en la cena, allí nos contarás todo sobre tu primer semestre, Claree está en su oficina.

Rosi asintió mientras levantaba su mochila, se quedaría una semana por lo que no cargaba muchas cosas, anexo a ello había dejado ropa en su casa por lo que no era necesario que las acarreará desde el internado.

Subió las escaleras y se acercó a la puerta de Claree, la oficina de la beta se encontraba al lado de su cuarto, en forma de anexo para que se le hiciera más cómodo.

-Adelante.

Rosi sonrió mientras entraba y se arrojaba encima de su amiga.

CLAREE

-Hey, princesa.- La beta se rió mientras se recostaba en la silla rodante para darle más espacio a la omega en su regazo.

-Te extrañe.-Rosi se colgaba de su cuello olfateando su aroma.

-Yo más.

Se quedaron en silencio un rato, solo abrazandose, sintiendo los latidos y aromas la una de la otra, Claree se sentía como en el paraíso.

-No sé cómo sobreviviré a otros cuatro años sin ti.

-Tres años y medio.-la corrigió.- y podrás volver cada seis meses, será como estar de campamento.

-Un campamento prolongado.

-Si.

Claree no dijo nada más, pero su agarre se hizo más fuerte.

-¿Y qué tal se ha portado mi hermano? ¿Te ha acosado con mucho trabajo?.

Negó con la cabeza.-Siempre me acosa con trabajo, al menos ahora tengo el puesto que lo amerita.

-¡Ya sé!, que emoción tu promoción, eres la mejor, de verdad.

Los ojos de Rosi brillaban mientras la miraba, era como estar frente a una tormenta de estrellas. Claree tragó haciéndose consciente de su posición actual, las curvas de la chica se sentían suaves y su olor la estaba envolviendo por completo; se balanceo un poco para intentar acomodar su miembro que ya estaba semi erecto intentando evitar que Rosi lo sintiera, pero si las mejillas sonrojadas eran un indicativo, definitivamente no había logrado ocultarlo.

-De pie.-Indicó, su voz salió algo ronca por el esfuerzo. Rosi se levantó como si fuera un resorte, a pesar de la vena rebelde en ella, la omega siempre seguía las órdenes de Claree.

-Perdona, yo...-Claree se levantó y le revolvió el cabello con una de sus manos.

-Vamos a cenar ¿Ya te dijeron que todos estarán allí para interrogarte?.-Cambiar de tema siempre sería la opción segura.

Rosi bufo mientras la agarraba de la mano.

-Odio los interrogatorios.

-Pero amas a tu familia.

Después de la larga cena de actualización, la semana pasó volando, el tiempo es realmente un tesoro cuando se trata de estar con la gente que amas. Volver a despedirse de Rosi fue un poco más difícil esta vez, pero al menos tenían la certeza de volver a verse pronto.

Los brazos de la chica no querían soltar a Claree.

-Te extrañaré demasiado.

-Y yo a ti.

-Te estaré pensando todo el tiempo.

-Por favor, no.-Claree se separó de la chica mientras la miraba a los ojos.-Parte de ese proceso es que conozcas nuevas personas, experimenta, vive, aprovecha que no tendrás guardaespaldas encima.

Rosi se separó enojada.

-No te vayas brava.

-Entonces no me hagas enojar.- Se cruzó de brazos.

-Solo intento ayudarte.

Rosi tomó su maleta y se dirigió a las escaleras.

-Solo intentas alejarme. 

Hojas de otoño - EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora