☆⋆。𖦹°‧★Quién hubiera imaginado que después de un concierto en una pequeña taberna, cuatro chicos encontrarían a un pequeño niño de tan solo 4 años y decidieran adoptarlo y cuidarlo como su hijo?.
Está más que claro que no sería una tarea fácil tom...
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7:30 AM
Era viernes por la mañana, ese día los chicos no tenían que ir a la universidad así que era mejor. Se podía ver al pequeño Eddie bajar las escaleras con sumo cuidado para no provocar un accidente, se dirigía hacia la cocina para intentar poder hacer algo de "desayunar". Por su pequeña estatura tuvo que utilizar una silla para así alcanzar algunas tazas y algo de café y leche, tardo un poco en hacer el café ya que no sabía cómo es que a los cuatro chicos les gustaba, al final termino haciendo café con leche.
El primero en despertar fue Roger, salió de la habitación que Brian le había prestado para dormir, se dirigió a lavar su rostro para así intentar despertar un poco, al salir escucho ruidos en la planta baja, bajo con algo de cuidado ya que por dentro estaba algo asustado por si es que había algún ladrón, al llegar abajao se dirigió a la cocina donde venían los ruidos, al llegar puedo ver a Eddie intentando servir algo de lo que pudo notar era café en unas tazas, Roger no lo admitiría pero se le hacía tierno ver a Eddie intentando servir el café ya que se le hacía complicado por sus pequeñas manos.
–Buenos días pequeño– dijo el rubio asustando por un momento al menor.
–B-buenos días, hice algo de café, n-no sabía bi-bien si les gustaba– respondió el menor con algo de nerviosismos , puede aquellos chicos lo hayan ayudado pero el pequeño no se sentía con el honor de poder dirigirse a ellos con más confianza.
–Seguro les gusta, iré a despertarlos para que bajen y así Brian y John nos preparen el desayuno– dijo Roger para subir de nuevo e ir a despertar a los demás. A los pocos minutos bajaron para empezar a preparar el desayuno.
–El pequeño Eddie hizo café con leche así que tomenlo para poder despertar– dijo el rubio para tomar una de las tazas que estaban en la mesa, los demás hicieron lo mismo.
–¡Wow! Está delicioso, ¿De verdad lo hiciste tu pequeño?– pregunto Freddie.
–Claro que lo hizo Eddie, Roger no haría un café así de delicioso– respondió Brian mientras preparaba panqueques junto con John.
–¡OYE!– exclamó el rubio.
–Te quedó delicioso Eddie, ¿Cómo pudiste prepararlo? No es por ofender es solo que, eres muy pequeño como para hacer algo así– dijo John.
–Ella me hacía prepararle café, lo quería perfecto así que así aprendí a hacerlo, solo que no me gustaba ya que las primeras veces siempre terminaba quemando me– respondió el menor con un pequeño puchero al recordar cómo se quemaba cada que hacía café.
–Bueno, no queremos que salgas lastimado ni que te preocupes por todas esas cosas que esa mujer te ponía a hacer, nosotros te cuidaremos cómo se debe pequeño– dijo el pelinegro dando otro sorbo al café.
–!Oye, está vez no tartamudeaste¡– dijo el rubio, el pequeño solo pudo agachar su cabeza un poco, al parecer de repente se sentía seguro y otras veces algo nervioso. Eso no quietaba que de vez en cuando (o casi siempre) tuviera su mirada baja por el miedo.