CAPÍTULO 9

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presente

SOFÍA

termino de llenar la copa en mis manos con vino tinto, mi favorito y lo único que en días de mucho trabajo me ayuda a liberar estrés o cansancio acumulado en el cuerpo. hoy he decidido llamar finalmente a pedri y no hay vuelta atrás, el día de nuestro verdadero reencuentro tiene que llegar lo antes posible, porque posponerlo más solo va a causar que me vuelva loca, sin dormir cada noche pensando en qué debo de hacer y qué no. al fin y al cabo, pedri fue primero un amigo, de esos pocos que sabían lo que yo sufría en casa y mis miedos más profundos, para contar eso hay que tener mucha confianza y no es fácil perderla, lo verdadero no se suele esfumar tan rápido.

me siento en el sofá y acerco la copa a mis labios, saboreando el delicioso vino tinto. decido coger el celular y buscar su número en mis contactos, lo registré después de tanto meditarlo, días después de su regalo. "pedri gonzález" leo y lo hago. lo estoy llamando.

PEDRI

9 p.m., leo que dice el reloj de la sala y decido sentarme cómodo a esperar dos cosas: tener ganas de comer o ganas de dormir. últimamente el sueño me ha jugado una mala pasada, estamos tan concentrados en los últimos partidos de la liga que a veces me preocupo más de lo que debería y me pongo a pensar en un pasado que no va a volver, simplemente porque lo que más quise se quedó ahí.

el sonido de mi tono de llamada interrumpe mi momento de silencio y miro a la mesita de la sala de estar, donde tengo apoyado mis pies y se encuentra mi celular. lo cojo y miro que es una llamada entrante de un número desconocido y me emociono, porque puede significar una cosa: sofía me está llamando. me siento derecho en el sofá y respiro, acepto la llamada y me pongo el celular rápidamente en mi oído derecho.

- aló... ¿quién habla?

SOFÍA

escucho su voz al otro lado y suelto un suspiro, ahora pienso en que no sé qué estoy haciendo y sí es tan correcto como lo soñé.

- soy sofía, pedri. - digo antes de arrepentirme de haberlo llamado.

- ¿cómo estás? ¿qué te pareció la sorpresa? - escucho que me dice, imagino que tiene una sonrisa maravillosa en su rostro.

- me sorprendió, la verdad. no pensé que sabrías dónde me estaba quedando. - le confieso.

- cuando se quiere, sabes que uno puede llegar a lograr lo que se proponga. - dice tan bajito, tan personal. me hace sentir que lo tengo al lado y no es sólo su voz dentro de un aparato tecnológico.

- supongo que así es. pero, pedri, te llamo porque sabes que soy más de hablar, que de escribir como tú. por eso ahora sólo escúchame, porque lo he estado guardando por tanto tiempo que no sé sí pasaremos horas con el celular en manos o una frase lo va a resumir todo. ¿me vas a escuchar?

- estaré aquí, en silencio. puedes decirme lo que sea, pero ¿estás bien? - me responde.

- pepi, estoy bien, cumpliendo mis sueños. - empiezo. - a veces me gusta imaginar que estás haciendo cosas maravillosas, ¿sabes? cuando te vi aquella noche pensé en que así es, ya estás viviendo lo que algún día soñaste y te has rodeado de personas que te hacen bien, que te están apoyando. cuando terminamos pensé que no podía seguir sin ti, incluso creo que por un tiempo fue mi sueño el que me logró llevar a un camino bueno, porque sí hubiese sido por mí... yo no quería seguir, sabía que iba a ser difícil seguir sin ti y cuando te volví a ver, comprendí que no dimos nada por nosotros, nos comió el miedo y las inseguridades, le creímos más al resto que a nosotros mismos y me ha estado pesando tanto, haberte dejado y que ese primer día tuyo siendo futbolista profesional yo me lo haya perdido en vivo, porque sí que te miré por la televisión. no sabía cuánto te había extrañado hasta que te miré en ese evento, me estuve negando al sentimiento de necesitarte porque sería egoísta quererte a mi lado nada más y no dejándote cumplir tus metas. ¿sabes qué me pesó por mucho tiempo? - le pregunto, con tristeza.

- cuéntame. - dice, casi en un susurro.

- que fuéramos como mis padres y al hacernos mayores culpar al otro de lo que no logramos, tener hijos que se sintieran como yo, pedri, queriendo que sus padres no estuvieran juntos porque todo lo que hacían juntos era culparse y no amarse. yo viví el amor por primera vez cuando te tuve, porque lo que me enseñaron en casa nunca fue amor. sé que mis padres siguen juntos, yo por eso decidí alejarme, ahora sí sé lo que es amar y verlos a ellos juntos es engañarme. pero, sí que me dolió, cuando una noche pensé en abandonar todo o decirte que te fueras conmigo a cualquier lugar, menos a ese primer día que enfrentaríamos separados, pero reflexioné, lo pensé tanto que nunca hubiese querido que sintieras odio hacia mi por... - me interrumpe.

- nunca te podría odiar, jamás. recuerda que parte de mi sueño era tenerte a ti a mi lado por siempre. - me confiesa.

- lo sé, también fue el mío. - siento que voy a llorar y necesito finalizar ésta conversación antes de caer en un abismo de dolor. - lo fue hace tiempo, hace dos años. pero ahora estoy con carlos, es una gran persona y un gran hombre, me ha hecho muy bien y ha sido una compañía maravillosa éstos últimos años en donde la vida me cambió para bien, solo que a un ritmo tremendo. por eso te quería decir que lo único que puedo aceptar de ti es una amistad, sin intentar que lleguemos a algo más porque no va a suceder. todo lo tenía para decirte lo he dicho hoy y tal vez quedarán cosas por confesar, que es mejor no decirlas ahora en voz alta, porque incluso pensarlas me ha llegado a asustar. adiós, pedri. te prometo que iré a verte triunfar en un partido. - digo y le cuelgo.

dejo el celular a un lado y permito que mis lágrimas salgan, estoy en pedazos. hoy sí que fue un día largo, pero éste final jamás me lo hubiese pensado, decirle a pedri el porqué lo dejé ir cuando lo único que quería era que se quedara a mi lado, cumplir las promesas que nos habíamos jurado en tantas noches escondidos siendo niños enamorados. yo me había acostumbrado a estar arrepentida y hoy por fin pude soltar lo que sentía, lo que llevé conmigo por tantos años.

- tal vez ya no estaré más arrepentida, pero sí que seré una inconforme, porque teniéndolo todo, sigo llorando lo que perdí. sigo llorando por él... - pienso en voz alta, mirando el celular vibrando en un costado y mis lágrimas volviendo a hacerse presentes ésta noche, acompañando mi dolor, acompañándome.

the 1 | pedri gonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora