Capítulo 1

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Lena y Kara llevaban 6 años de casadas los primeros 2 años fueron maravillosos Kara siempre fue atenta, cariñosa y servicial con Lena y siempre la protegía de todo, pero se volvió aún más servicial cuando al año de casadas Lena salió embarazada, Kara era la mujer más feliz del mundo, pero después del nacimiento de su hijo Kara tuvo que priorizar el trabajo.

Lena pensó que era algo normal ya que Kara era la única que podía trabajar ya que su embarazo fue de alto riesgo y aún se sentía muy cansada y débil para volver al trabajo, pero aún así Lena dió su mejor esfuerzo para cuidar y proteger a su hijo, ya que Kara tenía mucho trabajo al ser una abogada novata en una prestigiosa empresa, pero Kara siempre intento mimar y cuidar de su familia cuando tenía tiempo.

Lena realmente no se puede quejar ya que Kara le dió una buena vida, tenían una linda casa, con un gran jardín, además nunca les faltó comida en la mesa, pero en este último año Kara se ha comportado un poco fría con ella.

Al inicio Kara empezó a quejarse de cada cosa que hacía o decía Lena, pero ella intentó cambiar por la comodidad de kara, pero después Kara empezó a criticar su aspecto porque ya no se cuidaba como antes, pero al tener un hijo su tiempo era absorbido por él, además hace mucho tiempo dejó de ocupar vestidos o trajes y solo ocupaba ropa cómoda que le permitiera realizar los labores del hogar.

Aún así Lena jamás discutió con Kara y prometía mejorar, pero ahora, Lena tenía que hablar con Kara sobre su comportamiento ya que empezaba a afectar su matrimonio, además desde hace tres meses todo había empezado a empeorar y Lena quería hablar seriamente con Kara, pero jamás se daba la oportunidad por el horario de su esposa.

Eran las dos de la mañana y Lena esperó a Kara para poder hablar con ella, Kara llevaba semanas llegando pasado la media noche y Lena estaba preocupada por su relación y su matrimonio, pero vaya sorpresa que se llevó cuando la vió manchada de lápiz labial en el rostro y apestando a alcohol.

-¿Kara? ¿Dónde diablos has estado? Llegas ebria a mitad de la noche y tienes lápiz labial por todo el rostro.- Gritó Lena mientras intentaba no llorar del coraje.

-Cálmate mujer, solo salí a celebrar con unos colegas, hoy gane un juicio muy importante y me van a ascender muy pronto. Al fin podremos decirle adiós a este lugar e ir a las grandes ligas, al fin cumpliré mi sueño. Estoy harta de esta miseria, merezco más que está mierda.- Dijo Kara mientras se quitaba su chaqueta y la arrojaba al suelo.

-¿Qué tiene de malo este lugar, Kara? Es nuestro hogar, es…-

-¿Ahs, ya vas a empezar, Lena? Porque mejor no eres de utilidad y me traes algo para tomar, tengo mucha sed.-

-Lo siento Kara, pero ya estoy harta, no voy a tolerar tus insultos, si sigues así no te abriré más la casa, te dejare durmiendo afuera, no quiero que tú hijo te vea así.- Lena soltaba lágrimas mientras hablaba, pero su voz no tembló, ella habló segura de su decisión.

Lena esperaba que esa amenaza hiciera que Kara recapacitara, pero no funcionó, solo consiguió que Kara riera de forma burlona.

-¡Oh! ¿Es enserio? Bueno, descuida, te quito la pena de cerrarme la puerta, porque me largo de aquí.- Con eso último Kara salió dando un portazo y minutos después se escuchó el motor de su carro.

Lena estaba en shock por el comportamiento de Kara y solo pudo deslizarse hacia el suelo mientras lloraba en silencio. Al día siguiente Kara llegó a la misma hora, pero se fue directamente a dormir al cuarto de invitados y se iba a trabajar antes de que saliera el sol. Ese comportamiento había durado dos semanas y Lena ya no sabía qué hacer.

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-Hola señora Danvers, dígame cómo se ha sentido.- Lena sintió tristeza al ser llamada así, porque le recordaba al tiempo en dónde se enorgullecía al ser llamada así, pero eso estaba en el pasado.

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