39

579 44 2
                                    

CAPÍTULO 39

EL CABALLERO SIN EXPERIENCIA I

La fuerza del agarre fue suficiente para azotar a Max. Se sorprendió al ver a Riftan mirándola con una expresión de perplejidad, sintiendo inmediatamente su estado de ánimo sombrío. Pero ella estaba segura de que él estaba supervisando a los chicos en un ejercicio hace solo unos minutos ...

—Hubiera interrumpido la sesión de entrenamiento para presentarte a mis aprendices si solo hubieras venido a mí, ¿por qué te vas sin saludarme?

Los ojos de Max se abrieron con sorpresa. —No quería molestarte ...—

—... Tú nunca me molestas.

Volvió a mirar a los muchachos, con la mano todavía sujetando su muñeca. Los aprendices estaban todos jadeando, sudorosos y con la cara carmín, y acababan de hacer rigurosos sprints* por el campo con sus espadas de madera.

—¡Dos repeticiones más y luego pueden descansar! Todos pueden tomarse una hora libre y reanudar el entrenamiento después —, gritó Riftan sobre los chicos, que ya estaban a punto de besar el suelo. —Descansaré en el Anexo—.

Luego tomó su mano entre las suyas y comenzó a caminar con ella hacia el castillo Calypse. Max se volvió hacia Rodrigo con una mirada nerviosa, como para disculparse por haberlo abandonado. Rodrigo, sin embargo, parecía no tener ninguna intención de seguir a la pareja. Se quedó quieto, juntó las manos e inclinó la cabeza en señal de deferencia. Riftan marchó por la pasarela sin siquiera mirarlo.

—¿Qué tal una comida?—preguntó de la nada.

—Oh, ya he comido... Fui al comedor antes. El mayordomo me estaba mostrando el castillo y estábamos de camino al anexo cuando nos encontramos contigo —tartamudeó, evitando su mirada.

No era el lugar ni el momento, pero sus pensamientos la traicionaron, inventando las caricias angustiosas del baño íntimo que compartieron hace algún tiempo ...

—L-lo siento por molestarte ayer—, espetó. Por las razones por las que se estaba reprendiendo internamente, estaba bastante insegura.

—¿Molestarme? —El hombre redujo la velocidad y volvió a mirarla con expresión desconcertada.

—P-por-dormirme ... no pudimos comer juntos.

—... Estabas exhausta por el largo viaje. No hay necesidad de disculparse.

Riftan respondió secamente, comenzando sus pasos recortados nuevamente por el camino. El pánico inundó su pecho mientras corría tras él. Aunque dijo que todo estaba bien, ella sabía que había algo de agitación en su interior.

—P-pero no estabas ca-cansado también ... Ya que hiciste la mayor parte del t-trabajo ...

—Yo no estaba en lo más mínimo cansado—, dijo Riftan elusivamente°, deseando débilmente descartar el asunto. —Es porque estás incesantemente tan lleno de vida—.

—¿Qué?

Riftan luego suspiró para sí mismo, ahora comprendiendo la ingenuidad de las mujeres a su lado; ella simplemente no había entendido lo excitado que había estado después del baño. Por supuesto, no quería que se durmiera. Él había tratado de mantenerla alejada del sueño, pero ella debió estar realmente agotada por el viaje.

—Nada. ¿Dijiste que estabas mirando alrededor del castillo? Seré tu guía esta vez .

—A-todo esta b-bien...

Los pensamientos que se preguntaban si ella lo había ofendido la siguieron mientras ella lo seguía obedientemente...

***

Riftan trepó por el muro del jardín y subió a la muralla. Luego se inclinó y tiró de ella hacia las paredes con él como si no pesara más que un niño. Desde su posición ventajosa, podían ver la extensión de colinas escarpadas, acantilados escarpados, vegetación de color verde oscuro salpicada en la ladera opuesta y los muros amenazantes que se extendían para encerrarlos.

—Todos los días de treinta a treinta y cinco soldados patrullan el castillo y examinan los alrededores para comprobar si hay avistamientos de monstruos. Si ven uno, hacen sonar la trompeta para alertar a otros caballeros. Cuando escuchan la señal, los caballeros comienzan sus preparativos para someter a los monstruos .

Al escuchar su explicación, miró la fortaleza construida en el terreno elevado sobre el valle y observó su estructura simple.

Una pared sólida y alta se erguía en los cuatro lados. El dormitorio y las instalaciones de entrenamiento para los caballeros estaban al lado de la puerta principal, y una residencia para los sirvientes del castillo y el anexo estaban detrás de la segunda puerta. Detrás del edificio había una torre alta de juncos que se extendía hasta los cielos como una espiga.

Cuando lo miró con curiosidad, Riftan explicó.

—Ruth reside en esa torre. Está más cerca de las montañas, por lo que es un lugar conveniente para magia en caso de emergencia .

Un ceño fruncido entrelazó sus rasgos, luego se volvió hacia ella y dijo, con preocupación evidente en su tono, —No te acerques a eso por ninguna razón. Para proteger su investigación, Ruth instaló círculos mágicos extravagantes por todo el lugar, causando problemas ocasionales —.

—¿E-él es un mago?

Ella volvió a mirarlo, elevando las cejas con interés infantil. Cuando estaba a punto de hacer más preguntas, Riftan terminó la conversación tan rápido como la había iniciado.

Caminó por la carretera de patrulla hacia la parte trasera del castillo. Max lo siguió, a veces lanzando miradas furtivas (esperaba) a la torre, esperando ver aparecer algún tipo de truco de magia.

—Puedes ver los establos allá, ese es el granero, y ese edificio es el almacén de alimentos. El almacén siempre debe contener más de lo que es suficiente en caso de batallas largas y prolongadas .

Riftan, que seguía hablando monótonamente, de repente la miró.

—¿Estas aburrido? No soy muy bueno en esto. No sé cómo tratar a una mujer... —reveló de repente.

—No estoy aburrida ...— su risa llegó un poco demasiado aguda para sus oídos.

Ella era muy consciente de que él estaba lejos de ser un hombre "culto". Ella supuso que él era alguien sin pasión por la lectura y que con frecuencia carecía de compromiso en conversaciones refinadas con mujeres nobles.

Sin embargo, también era difícil creer su inexperiencia con las mujeres, a menos que de repente se hubiera convertido en un hombre de la noche a la mañana.

¿Está insinuando entonces que en sus veintiocho años como un hombre apuesto con una reputación de valor y fuerza suficiente para desmayar las bellezas del reino... nunca había sido tentado por una mujer?

_________________________________________

*sprints: movimientos con la espada

°elusivo, va. adj. Que elude o evita, especialmente si emplea astucias o artimañas

_________________________________________

Bajo El Roble Donde viven las historias. Descúbrelo ahora