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Ya se estaba haciendo costumbre que Taehyung se encontrara en esas condiciones, temblando, llorando, y por sobre todo, asustado. Pero esta vez sobreponía un límite, ahora había algo nuevo, se encontraba con una sobredosis de adrenalina en su cuerpo, no sabía qué hacer, Jeo había cerrado la puerta delante de él, asegurando que después de volver le haría pagar por haber intentado asesinarlo.

Y es que, ¿en qué mierda pensaba cuando quiso hacerlo?, en su cabeza parecía lógico, le clavaba el bisturí, salía del lugar y correría por su vida, pero se le había olvidado un pequeño detalle, ¡ESTABA FRENTE A UN LUNÁTICO!

'Piensa Tae' se decía así mismo, y eso que ya habia intentado de todo en aquel lugar, desde buscar un orificio por donde salir, hasta tratar de quitarse la vida él mismo, que desafortunadamente el miedo no le dejó. Y es que, ¿prefería morir por él o por 'Lucifer'?

Siguió pensando en algún método de escape, incluso se colgó del techo para ver si podía salir por un hueco, pero fue en vano.
Y sus pensamientos y acciones se vieron detenidas por la oleada de llamas que en realidad sintió su cuerpo cuando aquella persona toco la puerta.

—Ding dong, ding dong. — se escuchó decir detrás de la rendija que dejaba aquel trozo de madera.- Soy yo, Gabriel, vine a ayudarte hijo.

Taehyung se quedó paralizado con los ojos completamente abiertos, tratando de averiguar quien era dueño de aquella voz, saliendo de su trance al no recibir más palabras, se acercó poco a poco a la cerradura de la puerta, tratando de ver por el agujero de la llave que había detrás, pero los ojos azules le dieron un motivo a Tae de esperanza, abrió la puerta tan eufórico que incluso los puntos en su brazo se abrieron aún más.

—Tae corre— Fue lo único que escucho cuando al abrir la puerta aquel chico que había sido tan amable con él se encontraba colgando de la mano de Jeo, horrorizado trato de ayudarlo, pero el miedo que él mismo Jeo le producía con su presencia le impidió moverse, no fue hasta que el cuerpo del muchacho cayó frente a él, y vio por fin la respuesta del por qué se encontraba en ese trance aquel castaño que reaccionó.

Al ver el cuerpo tirado en el suelo, con dardos en su espalda, fue lo que Tae imaginaba, algo había hecho y también sabía que lo había hecho por el.
Levantó su mirada del suelo para ver aquellos ojos de colores totalmente opuestos, viéndolo con esa satisfacción que siempre le daba al verlo asustado.

—Un nuevo ángel caído cielo.-Jeo dijo con fingida inocencia.

Esperando lo peor Tae dio un paso hacia atrás, sabiendo que les esperaba ahora, solo rogaba que sus muertes no fueran como las de aquellas monjas. 

—No está muerto, por si te interesa.—Dijo Jeo sonriendo.- Es solo que necesitaba darle una dosis de... ya sabes, para que resista un poco más nuestros juegos.

Taehyung sin saber qué hacer, se enfocó en lo que había detrás de Jeo, cosa que jamás había hecho, y pudo ver la sala de una casa que hasta donde lucia parecía un poco decente, sin contar las manchas de sangre en las paredes. Pero más que eso, vio la puerta hacia lo que creía era el exterior, era blanca y con un solo cerrojo, incluso a su lado había una ventana, solo necesitaba que Jeo se distrajera un poco...

—¿Por donde comenzamos Angel?- Jeo interrumpió al menor cerrando la puerta detrás de él, sacó un paño y con él se secó las manos que tenía repletas de sangre después de todo lo que había hecho en ese día, y preparándose para lo que aún le faltaba. 
Jalo al castaño que estaba debajo de sus pies para quitarle los dardos que tenía en su espalda, tomándolos todos en puño.

Taehyung aprovecho y vio la cara del menor, Jimin, para ver cómo se encontraba en un completo trance, se veía despierto, pero a la vez dormido, sus ojos se cerraban mientras su cuerpo trataba de reaccionar por reflejo. Se estaba agachando para verlo aún mejor cuando un dolor punzante llegó a su pierna, un dardo le había dado.

LIK | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora