SAD REALITY (Soukoku)omegaverse

4.

Dazai regresó con comida para chuuya este estaba sentado en el sofá, se acercó dándole un beso en la mejilla que sobresaltó al otro.
Mentiría si dijera que no le había dolido las palabras de chuuya, el no quería tenerlo como un prisionero, lo quería como su pareja, su omega, que todos en la mafia lo vieran como su superior aunque este no fuera un miembro, pero al parecer chuuya no pensaba igual, el quería irse, no queria la marca que adornaba su cuello, así que compro algo que le ayudaría.

–Chuuya mira lo que te compre – Menciono el castaño sacando un collar de una caja color azul – Que dices, te gusta?

–Y eso para que?

–Bueno a ti no te gusta mi marca así que es para que hagas como si no estuviera~ Ven te lo pondré

–No soy un perro!!

–Claro que no, odio a los perros, si fueras uno no te amara.

–No pienso ponerme eso.

–Claro que lo harás, recuerdas eres mío y haces lo que yo quiera, así que te pondré este collar.

–Bien, amo.

–Listo, te queda hermoso, ahora come que se enfría.

Chuuya comió lo más lento que pudo, tenía hambre pero al solo terminar tendría que acostarse con el castaño y obviamente no quería.

Cuando por fin terminó dazai tomó los platos dejando los en la cocina, regresó al lado de chuuya y le extendió la mano, este la tomo con algo de miedo y se levantó.

-----LEMON--------------------------------------------------------

Tomo a chuuya por la cintura pegándole a su cuerpo, junto sus labios en un beso lleno de lujuria que el menor apenas podía corresponder, mordió su labio permitiendo ingresar su lengua enredandola con la del pelirrojo.
Se separaron por la falta de aire, dazai quedó maravillado con la imagen frente a sus ojos, un chuuya jadeando, con las mejillas rojas y un hilo de saliva uniendolos.
Le empujó a la pared volviendo a devorar sus labios, le cargó llevándolo a la cama sin dejar de besarlo, se acomodó entre sus piernas mientras le sacaba la camiseta acariciando y dejando besos sobre su pecho, miró el collar que le acababa de colocar, lo tomo con su dedo levantadolo, la imagen era mejor de lo que se imaginó.