Capítulo 9

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Al día siguiente, Neil baja las escaleras del edificio de Wymack y se dirige a la calle. Allí encuentra el flamante auto negro de los primos. Encuadra los hombros, aprieta el agarre en su mochila y camina en dirección a ellos.

Cuando sube, Nicky se mueve hacia el centro de la parte trasera para dejarle espacio y le sonríe con ganas.

-¡Neil! Que bueno que estás aquí con nosotros. Te extrañamos, amigo.

-Los ví ayer- comenta Neil. Observa a Aaron, que solo le dio una simple mirada de saludo antes de girarse hacia su ventana. Kevin toca el estéreo buscando alguna canción. Sus ojos se dirigen hacia Andrew, esperando algo, pero este sólo se encarga de maniobrar para dirigirlos hacia la universidad.

-Si, claro. Pero antes solías viajar con nosotros.

-¿Antes?- pregunta confundido.

-Si, antes de la pérdida de memoria. Kevin te robó tu lugar en el asiento del copiloto.

-Nicky- dice Andrew. Su voz es suave, pero Neil escucha la advertencia.

El pelirrojo decide no contestar, imita a Aaron y observa su ventana. La tranquilidad no dura mucho porque Nicky se pasa todo el viaje parloteando. Neil trata de responder con naturalidad, pero siente sus hombros tensos por la incomodidad. Espera algún tipo de ataque, el momento en que pase algo, es por eso que se sorprende cuando lo dejan cerca de su edificio y el auto se marcha, con un efusivo saludo de Nicky y una ligera mirada por parte de Kevin.

Su mañana se concentra en prestar atención a la clase, revisar sus notas anteriores y estar en la biblioteca repasando. Al mediodía, casi se olvida de almorzar si no fuera por Nicky, que le manda un mensaje con muchas caritas advirtiendo de la alimentación de Neil.

Cuando llega al estadio, la práctica es intensa y tiene sentido, ya que tienen un partido dentro de pocos días. El único que no entrena con esa intensidad es Neil ya que no jugará y Abby tampoco lo permite, cada tanto la observa al lado de Wymack seguir todos sus movimientos. El pelirrojo siente el alivio de estar cerca del partido, ya que Kevin se encuentra muy ocupado escupiendo órdenes a aquellos que sí van a jugar. Neil se contenta con hacer ejercicios de cuervo, usando conos y disparando la pelota en distintos ángulos hacia la pared.

Trata de no ser obvio, pero su mirada se dirige hacia Andrew cada cierto tiempo, comprobando que esté entrenando. En efecto, sí lo está haciendo. Ataja todas las pelotas y las dirige hacia la otra punta de la cancha, solo algunas se dirigen a los pies de Kevin, este lo insulta cada vez que sucede. Vuelve a concentrarse en sus ejercicios cuando se percata que alguno de los otros foxes lo observan con algún tipo de admiración en los ojos. En un momento ve que Wymack también lo está mirando con curiosidad.

Cuando están por tomarse un descanso y todos caminan hacia la salida, Kevin se acerca a Neil. El pelirrojo lo fulmina con la mirada, esperando algún reproche sobre los ejercicios que ha estado haciendo.

-¿Qué carajos le dijiste?-pregunta el más alto.

-¿Qué?- responde confundido.

Kevin resopla y continúa con el interrogatorio.

-A Andrew. Ayer en las prácticas.

-Nada- contesta Neil, siente sus orejas arder.

-Si que lo has hecho. Hace más de una semana que ha sido un objeto inamovible en ese arco y de repente, comienzas las prácticas de nuevo y él se mueve. Algo le dijiste, lo sé. Siempre has hecho lo mismo.

-Solo le dije que entrenara.

-¿Eso es todo?

-Sí- miente Neil.

Instante - AndreilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora