Piedra Hope | YoonSeok.

5.

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Sus pasos hicieron eco en todo el castillo, estaba poniéndome muy nervioso y algo extraño. Cumplí mi palabra de regresar al amanecer, sin en cambio, el rey estaba molesto conmigo, podía sentirlo en la forma de su caminar y en su cuerpo tenso aunque su rostro no reflejara ningún tipo de emoción. Baje la cabeza y me incline hacia a él.

—¿Quién te ha dado el permiso de salir del castillo y regresar al amanecer?— su voz era dura y más ronca de lo habitual, sentí un escalofrío recorriéndome todo el cuerpo y mis piernas perdían fuerza.

—Nadie, majestad— luche con todas mis fuerzas no tartamudear, pero me sentía vulnerable y domado por él.

—Firme— me ordenó y yo obedecí, seguía con la cabeza baja—. Mírame.

La manera en la que estaba usando su voz contra a mí estaba haciendo algún efecto en mí que era tan difícil de controlar, mi pecho se agito y un cosquilleo ligero cayó sobre mi vientre. Mierda.

—. Mírame, Hoseok.

Podía sentir mi corazón latiéndome en la garganta, mis piernas temblaban al igual que todo mi cuerpo. La ansiedad se instaló perfectamente en mi sistema deseando que sus grandes manos me tocaran, estaba delirando a un extremo donde me sentía inquieto e imaginando cosas que no debía hacerlo, no ahora que esta enfadado conmigo. Pero es totalmente inevitable hacerlo, menos ahora por la forma en la que me está mirando, la forma en que esta usando su voz con mucha autoridad y el cómo está parado frente a mí hace que mis rodillas se flexionen y quede muy cerca de él.

Muerdo mi labio inferior haciendo mi mayor esfuerzo de hacer que mi miembro no reaccione.

—Odio cuando alguien hace algo a mis espaldas— noto como su mirada cambia, siento la tensión en ambos—. Sin embargo, debemos hablarlo esto en privado. Sígueme.

Ahí es cuando comienzo a desmoronarme. Mi ansiedad esta cada vez más en aumento cuando la puerta es cerrada por él, el despacho está muy amplio que me asusta el hecho de que sea muy grande, la decoración en tonos dorados y las paredes de un color blanco hacia verlo más elegante y bonito. Logro sentir como se acerca a mí y mi cuerpo se tensa, mi miembro está de esa manera, suspiro. Trato de no darle la espalda así que cambio de posición, sigue mirándome con esa mirada intimidante y profunda.

—Majestad...— mi espalda pega contra la pared, mi rostro refleja la sorpresa de su rápido movimiento. Estoy necesitado.

—No te he dado la orden de que hablaras— murmura muy cerca de mi rostro, quiero calmar mi respiración agitada pero todo es inútil.

Su mano derecha está tomando mi mentón con algo de fuerza, no está lastimándome, y un dedo comienza a pasar por mi labio inferior. Me rindo. Sigue mirándome con lujurias y deseo, la suavidad de su dedo hace que mi vientre se sienta hormigueado y la ropa interior con el pantalón que ahora mismo estoy usando se sienta incómodo. Baja su mano acariciando mi cuello, su mirada está puesta en mis ojos. El calor que produce en mi cuerpo está haciendo que me sentía desesperado. Esta tan cerca mío que puedo sentir el roce de sus labios contra los míos.

—. Debo darte un castigo por lo que hiciste.

—Yoongi— suspire embriagado.

—¿Qué debo hacer contigo, Hoseok?— esta usando nuevamente esa voz dominante, mis piernas siguen perdiendo la fuerza y en cualquier momento caite de rodillas.