8.

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No recuerdo cuantos días han pasado desde que me encuentro en la habitación de Seokjin, según él recuperándome, he estado insistiendo que estoy mucho mejor para irme pero seguía diciéndome que necesitaba descansar. Me
siento avergonzado, Seokjin a pesar de todo es un gran tipo y que al final tuvo compasión de mí, le hice casi la vida imposible y aún así esta aquí tratando de alivianar mi dolor de costilla. Él me ha contado que obtuvo una charla larga con Yoongi, al final tuvo que decirle la verdad, y cuando se trata de toda la verdad implicaba era de que no sabía nada de mis planes y que estaba igual de sorprendido cuando me vio en aquel castillo como guardia personal. Cuenta que Yoongi estuvo muy molesto con él, era más que razonable que al principio no quería creerle pero con el paso de los días y un Seokjin muy insistente y dándole mil explicaciones y diciéndole que al final de todo yo daba la vida por él lo perdonó, pero a mí no y lo entiendo.

Algo muy dentro de mí pesaba, la felicidad y la tranquilidad que antes sentía cuando estaba junto a Yoongi había desaparecido desde aquella ocasión que supo quien era, trataba de no romperme a llorar frente a Seokjin cada vez que me daba ánimos de seguir adelante y diciendo qué tal vez Yoongi algún día llegue a perdonarme, sabía que ese día jamás llegará. Estoy solo mirando el anochecer desde el balcón del castillo Kim, nada me sorprende o me hace sentir agradable, sé que nuevamente llegaré hacer lo que era antes y eso comienza aterrarme. No quiero volver a ser Jack, ahora quiero ser Hoseok, pero aún tengo miedo. Miedo de que simplemente la gente crea que finjo ser otra persona para que vuelva hacer la misma escoria que vieron por primera vez, miedo de que los ladrones me tomen como líder al descubrir que los trillizos Jeon están encerrados en los calabozos del imperio Min, miedo de que la gente se asuste o incluso se ponga agresiva porque piensen que les quiero quitar sus pertenencias si les pido que trabajo para ellos. Manche mi vida por necesidad y después convertirlo en una diversión. Maldigo mi vida pasada. Bendigo mi nueva vida.

—Seokjin, he decidido marcharme— las palabras se caen, esta nuevamente sentado junto al espejo con una copa de vino y una ensalada, viste una bata color rojo oscuro.

—¿Qué no te enseñaron que debes tocar antes de entrar?— pregunta enfadado.

—¿Es necesario hacerlo?— me quería reír y mi esfuerzo por no hacerlo hizo que mi pecho doliera, aun seguía adolorido a pesar que haya pasado tres semanas de lo sucedido.

—¿Qué de malo tiene tener una cita con uno mismo? es sanador— se levanta de su asiento y se acerca—, deberías hacer lo mismo para que tu conciencia esté más tranquila.

—Gracias por el consejo, pero no es necesario hacer tantas estupideces para que pueda limpiar mi conciencia y ver que puedo hacer conmigo— suspiro—. Me tengo que ir ahora.

—Aun sigues lastimado, los golpes que te dieron no fueron pocos, además, ¿dónde se supone que irás?

—No quiero darte muchas más molestias de los que ya te he causado. He vivido toda mi vida en las calles así que eso no será ningún problema— descanso mi mano sobre su hombro y le dedico una sonrisa tranquila—. Gracias, prometo que te devolveré todo y repararé todo el daño que te he hecho.

—Al que debes reparar es a ti mismo y también a Yoongi, que aunque me diga con esa firmeza que no te necesita sé que lo hace. Estoy sorprendido y agradecido también de que hayas cambiado para algo bueno y espero que sigas de esa manera. Te deseo una vida feliz y una vida tranquila, lo mereces.

Piedra Hope | YoonSeok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora