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Mil ideas planeadas y muy bien visualizadas, ideas que sabría saldría a la perfección, que claramente se fueron directamente a la mierda al ser casi descubierto en dos grandes ocasiones. Las mentiras eran mi fuente de ayuda, y vaya que era muy bueno en ello. Ahora estoy aquí, en un estado de crisis y con la rabia creciendo muy en lo profundo de mi ser, cada idea que he anotado en un trozo de papel ha sido eliminado por ser un total fracaso.

Han transcurrido cinco meses y mi instancia aquí ha sido más duradero, yo mismo me he percatado que no estoy haciendo nada. Realmente nada por obtenerla.

Sin embargo, ahora mismo, me he sentido muy diferente. Su presencia ha comenzado a despertar en mí algo tan extraño, que, justamente, me es difícil pensar que eso existe. Cabalgar sobre aquel campo enorme donde existen demasiadas flores, mientras el sol se va hacia el horizonte a dormir plácidamente, donde deja caer sus rayos sobre su rostro. Aquel rostro pacifico y sereno, ese hermoso rostro. Sus ojos se mantienen cerrados sintiendo como el débil sol le acaricia las mejillas, el viento esta haciendo lo mismo pero este esta mimando su cabello. Estoy celoso, por primera vez me encuentro celoso. Quiero dejar de mirarlo, quiero dejar de admirar cómo se calma a través de aquellas caricias, no puedo, definitivamente no puedo dejar de hacerlo.  Todo está a su favor y eso me disgusta.

Nuevamente esta aquella sonrisa suave, no me agrada. No me agrada que sus mejillas pálidas se tornen de carmín, me disgusta ver como sonríe de manera tierna, como sus ojos dejan de ser tan intimidantes y se convierta en un felino manso. Pero lo que sí puedo asegurar, lo que sí puedo decir que odio es el sentir de mi pecho cuando lo hace, cuando me cuenta algo que lo hace feliz y sonríe, mi ritmo cardiaco esta muy alterado que pienso que estoy enfermo. Estoy enfermo. Me siento enfermo y es todo culpa de él.

A abierto su corazón, se a presentado ante mí como un ser humano y no como un rey. Él me ha contado sus miedos y su felicidad, lo que le disgusta y lo que lo mantiene fuerte, lo que sueña, lo que odia, lo que ama, sus debilidades. Me ha enseñado su alma desnuda y vulnerable, él me ha contado todo. Y yo me siento un completo maldito, porque no he sido honesto, él aún piensa que soy Hope y nada más, no sabe nada de mí. Y repitiendo una vez más, por primera vez, estoy aterrado. Estoy perdiendo la cuenta y me he sorprendido por cómo estoy sintiendo algo que jamás lo había sentido. Aun sigo aterrado. No quiero que vea mi verdadero yo, no quiero que sepa que soy Jack, un jodido ladrón.

Mi cuerpo se recarga en el árbol de cerezos que está en el enorme jardín del castillo, el cielo está adornado de bastantes estrellas y aunque me sienta acompañado por ellas me siento solo, toda mi vida he estado solo eso no debería afectarme. Aprendiendo de mi soledad lo había tomado como algo positivo, por el hecho, de que podía hacer de mi vida lo que se me antojase, ahora, me cuestiono si eso es lo que realmente quiero, todo es culpa de Min. Muy en el fondo de mi ser no se quiere sentir solo, pero jamás mis padres quisieron tenerme en sus vidas y a decir verdad no los necesito. Ese sentimiento de dolor se penetra en mi pecho, duele.

—¿Puedo sentarme?— me asusto al escuchar su voz, no quiere reírse lo veo en sus gestos siendo obligados a mantenerse serio. Acepto—. ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué siento tu nostalgia?

—No lo estoy— me defiendo.

—Lo estas, es la primera vez que puedo sentir una emoción tuya de esta forma. Es bueno sentirse nostálgico una vez en la vida, puedes expulsar todo lo malo que haz guardado hace unas horas o mucho tiempo— me mira a los ojos—. Te hace sentir real.

Piedra Hope | YoonSeok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora