Donde Hyunjin quiere que Félix se encargue de satisfacer sus mas bajos y obscuros deseosos. Pero cuando llega el momento de compartirlo no puede permitirlo, no quiere que nadie mas toque lo que es suyo.
porque todo de ese lindo omega es de su propi...
Félix comenzó a buscar trajo y lo encontró en muy poco tiempo.
Cuando puso una foto en su currículum pensó que nadie lo contrataría por su apariencia, odiaba sus pecas y también la palidez de su piel. Cuando iba a la secundaria se burlaban de el por ser el único que tenia pecas y aunque las rascaba nunca pudo deshacerse de ellas. Sin embargo ahora ya sabia que con un poco de maquillaje podía cubrirlas.
Miro su teléfono y marcaban las 11:58 a.m había llegado temprano y eso estaba a su favor para conseguir el trabajo. Aunque le parecía que pagaban una cantidad monstruosa de dinero por limpiar y atender a los socios del club mas importante de la cuidad era sospechoso para el. Pero no podía ni estaba en posición para no aceptarlo. Tenia que pagar la cuenta del hospital donde estaba su abuelo y por supuesto pagar los demás gastos que tenia, como la hipoteca de la casa que le heredaron sus padres y la reparación de esta.
20.000 mil dolares al mes era lo suficiente para el. Solo tendría que trabajar unos meses y después se iría de ese lugar de gente rica. Para alguien como el que no tenia familia solo un abuelo y deudas por pagar no había muchas opciones para alguien que aun no había terminado la universidad y siendo un omega las cosas eran mas difíciles para el.
Escucho su nombre y se puso de pie.
Entro a la oficina del director del club y después de unos minutos el hombre de no mas de 50 años le dio el trabajo. Por supuesto que halago su apariencia y le deseo suerte con su trabajo.
—Eres hermoso, puedes quedarte con las propinas que te den los clientes.— abrió un cajón y le entrego una hoja —las reglas son simples, se amable, obediente, y tienes a los clientes.—
Félix asintió y reviso las reglas escritas en esa hoja.
—Lo haré señor, no se arrepentirá de a verme contratado— hizo una reverencia.
—Busca a Lee Know, el te enseñara como funcionan las cosa y te dará tu uniforme— lo miro y le entrego una tarjeta. —es para que entres por la entrada de servicio como todos. Puedes retirarte Félix —
Hizo una ultima reverencia y fue a donde le indicaron anteriormente, para el era impresionante lo lujoso que era el lugar.
—Al fin llegas, hoy hay muchos trabajo que hacer. ¿Eres Félix?— pregunto el chico mientras lo tomaba de un brazo con cuidado.
—S-si— respondió con un susurro siguiéndole el paso. —¿Minho?—
—Un segundo...— se detuvo en seco y Félix choco con su espalda. —hay no es cierto, Lix ¿el niño que siempre se escondía en la biblioteca para comer dulces?— se giro sobre sus talones y lo miro. —por supuesto, que eres tu sigues siendo muy pequeño— dijo mientras le pellizcaba una mejilla.
Félix se sintió aliviado porque por lo menos habría alguien para ayudarlo.
—Hyung,— lo abrazó. —ha crecido mucho...—
Minho fruncio el ceño y negó con la cabeza.
—Vamos a trabajar... en la noche vamos a cenar a mi casa— siguieron su camino.
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