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—No lo sé, Jefe. No lo entiendo.

Devil estaba estresado, no pudo tener su "Beauty sleep" gracias a sus emociones, sentimientos, pensamientos, palabras, etc. Secuaz intentaba entender la situación, toda la explicación del mayor fue apresurada y con muchas vueltas.

—¡Por supuesto que no lo entiendes! No me estás prestando atención —se quejó.

—Trate de calmarse— volteó a todos lados hasta encontrar una dona glaseada— aquí tiene.

—Gracias Secuaz— la observaba sin ánimos.

—Entonces…— pensó muy bien sus palabras —por lo que pude escuchar creo que debería hablar con él o si no quiere hacer eso analice cada que pueda su expresión, lo que está pasando por su mente en ese preciso momento o en qué se está fijando— le dió unas pequeñas palmaditas en su hombro —ánimo, seguro que lo resuelve.

No respondió, ni siquiera le dió un bocado a su dona, simplemente jugaba con ella.
Por accidente la moldeó en forma cuadrada.

—Si le ayuda en algo: habló más sobre sus características internas que las externas.

Lo dejó solo en su trono para que meditara sin presión. Lo último que necesitaba era que empezara a ponerse como un desierto a mediodía.

—¡Dice!— llamó a su gerente por medio del teléfono que a los minutos llegó entre espasmos y una fina capa de sudor— ven conmigo— le dió un pequeño toque en la espalda antes de caminar por delante.

Llegaron al baño de su habitación. El rey lo miró con confusión que rápido se convirtió en sorpresa al ser alzado y sentado en un mueble.

—Ya disfrutaste bastante, es momento de quitarlo.

Desabrochó y bajó sus prendas inferiores lo suficiente para tener acceso a su entrada trasera.
El dado desvió la mirada al sentir los dedos intrusos entrar y salir en segundos.
Devil podría perfectamente desaparecerlo de su interior con su tridente pero ¿Qué sentido tenía si no veía sus ojos cambiar de color y el rubor inundar sus mejillas?

"Ahí está" pensó. Secuaz tenía razón.

—¿Ya terminó o quiere hacerme algo más?~— mencionó en tono sugerente.

—Ejem…— se aclaró la garganta antes de incorporarse de nuevo para mirarlo a los ojos. King Dice le dirigió una pequeña sonrisa— Estoy estresado y no quiero escuchar o siquiera ver a Estricto por lo que resta de la semana, mes y si se puede milenios.

—¿Puedo hacer algo para desestresarlo?— lo abrazó del cuello y acarició su espalda con lentitud.

—Sí pero no de esa forma— bajó la mirada al pecho del menor— necesito mi hora de musicales. Tengo un traje que no he utilizado y quiero probarlo.

—Si eso desea— accedió. Era lindo verlo así.

Pasaron unos segundos de silencio absoluto. Sólo él, su empleado acariciando su espalda y haciendo pequeños rizos a su pelaje y su amigo por fuera.

—¿Sería raro si te beso ahora aunque no estemos cogiendo?— vió cómo sus ojos cambiaban de color por unos instantes antes de volver a su negro habitual.

—En lo absoluto, soy suyo, puede besarme, tocarme y/o cogerme cuando quiera— una respuesta acertada.

Ahora que lo pensaba, tampoco es como si se besaran mucho cuando estaban en la cama. Era más manoseo.
Devil acarició su mejilla, su mente no sabía ni en qué fijarse así que lo hacía todo a la vez. Bajó los ojos a sus labios y nuevamente subió. Era como en los Kdramas, estaba a punto de besar a la heroína.
Se acercó sin prisas, deleitándose con sus respiraciones chocando.

💌 KISS OR KILL🔪 [DevilDice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora