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Daba pasos por toda su habitación haciendo un perfecto óvalo. Si seguía así lograría hundir el suelo de esa misma forma.
Apretó la caja que tenía entre las manos, no estaba listo para hablar con el cornudo pero debía hacerlo… quería hacerlo. Era lo mínimo que merecía el mayor luego de esa escenita en el clóset.

—Muy bien… aquí vamos.

Salió en busca de su oficina a la cual llegó en apenas un minuto desgraciadamente.
Tomó aire y golpeó con delicadeza la puerta recibiendo un "adelante". Se asomó con temor, el mayor estaba mirando el periódico de la isla. No levantó la mirada en lo absoluto, esto le causó un ligero escalofrío e incomodidad al albino.

—Disculpe, señor…— se adentró a la habitación y cerró la puerta detrás suya, manteniendo el obsequio de igual manera— he venido para hacerle una actualización en el caso de los hermanos taza— no recibió respuesta —ehm-

—Te escucho.

Dice empezaba a sentirse despreciado. Sí, por no captar la atención del jefe. Le daba en su más profundo ego y tal vez otra cosa.
Le explicó la breve charla que tuvieron ayer, por suerte habían conseguido esta vez un avance del 42%, cada vez más cerca de la meta. Si todo salía bien, Estricto no sé presentaría hasta dentro de un buen tiempo.
Finalizó su hablar y consigo se llevó la única voz que se presentaba en la sala. Al Rey le extrañaba su actitud.

—Si eso es todo, sabes dónde está la puerta.

Asintió el menor con decepción de sí mismo, no había conseguido nada, algo le impedía dirigirle la palabra y decirle "Señor, lo siento"
Se dió la vuelta y agarró la perilla.

—Dice, he estado pensando un rato y llegué a una conclusión— bajó el periódico que todo este rato había estado escondiendo su rostro de desinterés. El Rey lo observó expectante— Voy a dejar de ir detrás tuya, ya me fastidian de esas reacciones tuyas. Se supone que el que debería de estar de mí eres tú, no al revés — mencionó cortante— así que no te preocupes, dejemos las cosas así, menos dolores de cabeza para los dos— nuevamente alzó su periódico.

—Ah, d-de acuerdo. Si eso es lo que… quiere— susurró lo último, una ligera punzada se presentó en su ¿Corazón? Miró la puerta y lo entendió.
Si cruzaba estaría aceptando sus palabras, no era la mejor solución para él ¿O sí? Lo vió, o mejor dicho, vió el periódico. Por lo menos le daría el obsequio, no era gran fan de las donas y así no desperdiciaría comida —Una última cosa— se acercó con lentitud — le traje esto, era para disculparme por lo que pasó… ya sabe— extendió la caja que fue recibida sin mucha emoción.

—Gracias— observó a detalle el regalo. Eran donas, sus favoritas. Un destello brillante llamó su atención, era una carta de metal que tenía como dibujo un as de corazón.

"Por el bien del casino y su trabajo dejemos toda relación nuestra profesional entonces" había una incongruencia con lo que pensaba, decía y sentía.
Apretó sus labios al ver que notó el adorno. Sus manos que hace unos segundos estaban detrás suya resistiendo a su separación ahora se encontraban en las mejillas de Devil, ayudando a unir ambas bocas en un beso tímido.
El diablo abrió los ojos con sorpresa, sus orejas pasaron a estar bañadas por un ligero tono carmín al notar la situación. Su lacayo no se quedaba atrás, él también tenía su rostro inundado de lila.
Fué separándose lentamente a los segundos.

—Ah, eh… — rió nervioso por los ojos fijos en él — ya me retiro, con permiso ¡¿A-ah, J-Jefe?!— exclamó al sentir la fría superficie del escritorio en su espalda.

—Eres muy fácil de leer, Dice— lo aprisionó entre el mueble y su cuerpo— sabía que sólo hacía falta poner un poco de presión sobre tí para que reaccionaras— besó la comisura de sus labios.

—¿A-a qué s-se refiere? Ah~

Sus pantalones fueron bajados y su camisa desabotonada. Por lo menos no tendría que gastar en otra.
Sintió la lengua de su superior pasear por su cuerpo hasta su zona baja. Intentó incorporarse pero con rapidez sus manos fueron inmovilizadas juntas.

—Tranquilo, lo haré como te gusta.

Inició un vaivén con su boca a veces ayudándose con su lengua que envolvía su miembro. El contrario se dejó llevar al poco tiempo. Sus piernas, que estaban en los hombros del demonio, lo empujaban de vez en cuando, invitándolo a seguir con sus acciones.
Devil dejaba chupetones por todo el tronco al igual que besos en la punta de este. Pronto, pasó a su pecho donde hizo lo mismo. Casi al medio minuto todo su torso estaba inundado de marcas rojas y una que otra mordida en sus pezones.

—Dice~— susurró cerca de él, acercando su miembro a la entrada de su empleado.

—D-Devil… ¡A-Aah! Mm-mh~

Los ruidos obscenos inundaron el ambiente. Como podía, el dado seguía el ritmo, abrazándolo una vez que sus manos habían sido liberadas.
Sentía su cuerpo temblar cada que estaban en esa posición, porque podía ver el rostro de su amante que siempre le devolvía la mirada con un pequeño sonrojo.
Lo atrajo hacia él y besó con desesperación sus labios, dejando pasar sus lenguas entre sus bocas como si compitieran por ver cuál era más fuerte pero, por favor, ¿Quién competiría con alguien que tiene una lengua que lo supera por 10+ cm?
Sus gemidos pasaron a estar al lado de la oreja del mayor.

—A-ah, D-Dice, ya casi t-termino mmh~ — mordió el hombro ajeno, causando un gemido agudo en el mencionado.

—Ah-mmm~ mmh~ D-Dev-IL~

Acabaron casi a la par. Ambos pechos subían y bajaban agitados por el reciente ejercicio.
Se dejó caer sobre el lacayo con cuidado. Fué rodeado por sus brazos casi al instante.

—Me siento extraño.

—No me digas que puedes embarazarte.

—¡¿Qué?! ¡No!— golpeó su cabeza con uno de sus dedos— no me refiero a eso.

—Qué suerte. Tengo demasiados deberes para poder encargarme de un niño…— mintió — y si salen como esos chicos taza- — apretó su mano con molestia.

—Su odio por Cuphead es bastante obvio.

—¿Su voz chillona no te molesta?— preguntó alzando su cabeza con duda.

— No tanto, pero es porque normalmente hablo con Mugman, es más fácil tener una charla civilizada con él.

—Oh bueno, supongo que yo hablo más con Cuphead entonces…— suspiró con molestia volviendo a acostarse en su pecho— ¿Qué decías?

—Nada, no es nada— sintió cómo su cuerpo se tensaba, cosa que notó el demonio. Se alzó nuevamente, posicionándose encima de él dando una impresión de superioridad— le digo la verdad. En serio no es nada.

—Dime— acercó más su rostro pero no recibió respuesta— dadito~— le dió un piquito en los labios.

—S-señor… ah— dejó salir un suspiro a modo de rendición— aún no estoy seguro de esto pero… creo que— aclaró su garganta y desvío su mirada.

—¿Sí?~— besó la comisura de sus labios
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—empiezo a sentirme atraído por usted.

💌 KISS OR KILL🔪 [DevilDice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora