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Los días habían pasado con "normalidad", dice atendía el casino, su programa y documentos del diablo como era de costumbre. Aunque a veces sentía que el contrario se quedaba mirándolo más de lo usual. Suponía el porqué, no era por ser egocéntrico (en realidad sí) pero sabía que él era en lo único que pensaba últimamente su superior.
Daba las gracias a su genética por tener tanto encanto entre las personas.

—Si eso es todo me retiro entonces— comentó finalmente el menor.

—¿Estás haciendo esto a propósito?— preguntó de repente el diablo, haciendo que el dado volteara para encontrarse de cara al jefe.

—No sé de qué está hablando, ¿Puede ser un poco más específico?— respondió con una sonrisa, claro que lo sabía.

—Me refiero a esto— deslizó una mano por la espalda del trajeado hasta llegar a su trasero, la otra mano sujetaba su mentón con superioridad —Utilizas pantalones más apretados a propósito, lo sé.

—Lo siento, señor. Me temo que siempre han sido los mismos. No han estado sujetos a cambios o ajustes— sonrió Dice, ahora el mayor le estaba dando la atención que tanto amaba.

—Mentiroso.

Besó con desesperación al ojiverde, tocaba todo lo que podía mientras avanzaban hacía la pared, donde Dice fue acorralado y de nuevo inmovilizado.

—Ah~ J-Jefe~— gimió en su oído, le volvían loco sus gemidos y el menor lo sabía.

—Dice…

—¿Jefe?

Hubo un silencio instantáneo, pararon en seco temiendo que los vieran en ese estado.
Dice empezó a temblar un poco, cosa que llamó la atención del diablo.

—Ahora no, estoy ocupado— respondió de mala manera.

—Es algo un poco urgente, ¿Podría por lo menos escuchar?

Devil se empezaba a preocupar un poco por el dado, pues sentía cómo su cuerpo temblaba. No fue hasta que lo vió a la cara cuando comprendió lo que le sucedía.

—¿Dice, a tí-

—¿Señor?— hubo un momento de silencio. Devil sabía que ambos estaban en el mismo barco.

—¡Que sí!— exclamó, siguiendo los besos y toqueteos.

—aah~ mmh~ —gemía el rey por lo bajo, intentando mantener su voz lo más inaudible posible. Literalmente estaban al lado de la puerta.

—No conocía esta parte de tí, eres realmente un lujurioso, dadito~— habló cerca de él.
Le arrancó el saco y la camisa, dejando nuevamente expuestas las marcas en proceso de sanación.

—D-devil ¡A-AH!~— Dice se cubrió la boca con vergüenza. No podía controlarse a sí mismo cuando era mordido.

—¿Está todo bien ahí?— preguntó Secuaz un poco preocupado.

—Sí, tú sigue hablando sobre lo que sea que estés hablando— realmente no le estaban prestando atención, pero aún así el pequeño diablillo decidió seguir intentando.

—Mmmh~ aA-ah~ m-mierda… ¡Cógeme ya!— ordenó desesperado, no le gustaba que le hicieran esperar.

Le bajó los pantalones como pudo y se hizo espacio entre sus nalgas. Nuevamente podía disfrutar de ese agujero cálido y redondeado que empezaba a extrañar.
Mordía los pezones del dado mientras daba estocadas.

—mhg~ aa-aAh~ ah-ah~ D-Dev-il~— juntaba más la cabeza contraria a su cuerpo, era exquisita la manera en la que podía llenar su interior—¡M-más! ¡Más fuerte, más r-rapido! A-Ah~— inclinó su cabeza hacia atrás, topándose con la fría pared.

💌 KISS OR KILL🔪 [DevilDice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora