O5

2K 301 38
                                    


🔔💜

Taehyung buscó a Jungkook en el jardín, algunos invitados ya estaban llegando y acomodándose en sus lugares donde daría lugar la ceremonia en el exterior. Lo encontró hablando con su padrastro y Yoongi.

—Buenas tardes.

—Taehyung, hola —saludó el sr. Min, abrazándolo—, ¿ya conociste a mi otro hijo?

—Sí, ya tuve el gusto —sonrió, arrugando ligeramente la nariz y Yoongi le guiñó.

—Le decía a Yoongi que cómo quisiera verlo a él en su boda —el pelinegro puso los ojos en blanco—, no me estoy haciendo más joven, hijo.

—¿Y eso es culpa mía porque...?

—Saben, ustedes se deberían conocer —tomó de los hombros a Yoongi situándolo a lado de Taehyung.

—No creo que sean los más compatibles, papá —admitió Jungkook.

—Agua y fuego, qué mejor equilibrio —dijo el Sr. Min, que hacía ademán de ver el mejor ángulo para sacar una fotografía mental de ambos. —Por lo menos conversen y bailen una canción, ¿sí?

—Claro —contestó Taehyung rápidamente, tratando de pasar del foco de atención—, Jungkook, Jiminie te manda esto.

—Genial, está terminando contigo, tengo el auto listo para irnos al aeropuerto, tú elige el destino.

—Deja de bromear con eso, Yoongi —le regañó Jungkook, mirándole mal—, compermiso.

—Yo iré a buscar a tu madre —dijo y ambos se fueron.

—¡Eres un insensible, Min Yoongi! ¿Cómo puedes decirle algo así a alguien que está por casarse? ¡Y que además es tu hermano!

—Le estoy dando una última salida a la dulce libertad.

—Ajá, ¿y la libertad para qué? ¿Para despertar solo en una cama fría? ¿Que nadie te diga buenos días y te acompañe a desayunar o te lo lleve a la cama? ¿Que nadie te mande mensaje si ya comiste o si pueden almorzar juntos? ¿De nadie esperándote en casa después de un día de trabajo donde lo que más quisieras es acurrucarse juntos? ¿Que nadie te diga cuánto te ama, que eres especial y lo más maravilloso que anhela cuidar? Y... ¡Y Dios!, ¡¿por qué estoy llorando?! —se cubrió el rostro y Yoongi lo rodeó, tratando de calmar sus sollozos.

—Linus, trae agua y unos postres —el chico asintió y fue corriendo.

—Escucha, Taehyung —le dijo mientras el menor seguía sollozando, ahora aferrándose a su saco—, no te conozco, pero sí sé que eres un joven valioso y que nada ni nadie merece tus lágrimas, tú eres más fuerte que eso y no debes permitir que una relación sea el centro de tu universo. Si no hay desayuno en la cama, tú lo preparas; si no hay mensajes durante el día, ponte un bonito fondo de pantalla; si al llegar a tu casa te sientes triste, abre una botella de vino, pon música, canta y baila hasta que termines sonriendo y tus mejillas se ruboricen con ese bonito color. Y siempre recuerda que no estás solo, tienes a tu hermano, tienes a Jimin y... ahora me tienes a mí, ¿de acuerdo?

Taehyung levantó su rostro que había permanecido oculto en el hombro del chico, tenía los ojos empañados y la nariz un poco roja.

—No eres tan idiota cuando dices palabras bonitas —Yoongi sonrió poniendo los ojos en blanco, le dio un pañuelo y el chico se limpió—, perdón, ya lo llené de mocos.

—No importa.

Linus llegó con las cosas y le dio el agua a Taehyung, éste más tranquilo la bebió; mientras Yoongi abrió la caja de macarons y le preguntó al menor cuál quería.

—Los de lavanda son mis favoritos.

—Abre —dijo tomando uno entre sus dedos. Taehyung abrió un poco la boca y Yoongi lo acercó con cuidado, el castaño lo masticó avergonzado, sin quitarle la mirada al pelinegro.

—Gracias, por todo —dijo y el pelinegro asintió.

La organizadora se acercó para avisarles que la ceremonia estaba por comenzar.

—Bien, vayamos a que domestiquen a mi hermanito.

—Oye, no me hagas olvidar el momento que acabamos de tener y que no eres una piedra sin sentimientos —dijo Taehyung y el pelinegro se rió en respuesta.

La ceremonia dio inicio. Primero entró Jungkook del brazo de su madre y su padrastro, luego entraron los padres de Jimin y cuando Taehyung hizo su entrada por ese camino de pétalos, con una ramo en sus manos y una sonrisa perfecta, Yoongi sintió un nudo en el estómago, apretó los puños y sintió el rostro caliente.

Finalmente Park Jimin caminó hacia el altar y llegó hasta Jungkook que ya lloraba cuando lo tomó de la mano.

Yoongi no prestaba mucha atención a la ceremonia; sus ojos se perdían en Taehyung, el chico parecía tener un imán, pues cada vez que miraba hacia cualquier otra parte, regresaba a ese rostro que no borraba su sonrisa. A veces Taehyung lo veía también y él desviaba la mirada mordiéndose el labio y sintiéndose extrañamente nervioso.

La ceremonia culminó con un beso de la pareja, entre vítores, lágrimas y sonrisas. 

💜

ME MUERO CON EL TEASER DEL NUEVO MV DE MIN YOONGI!!!!!

The best man | YOONTAE | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora