LOVE AND BLOOD | the walking dead | T5

003- aterrador

—Esta viva.— dijo Abraham.

—¡Les dije!—

—¡Katie!—

—¡Sáquenme esto ya!— dije mientras alzaba mi cadera por el dolor insoportable.

—No puedo.— dijo Glenn nervioso.

—¡Glenn no deja de salir sangre si no lo haces morirá!— grito Rosita no pasaron ni dos segundos de que Rosita haya dicho eso y Glenn ya me estaba tratando de sacar el fierro.

—¡AH!— grite del dolor, era un dolor indescriptible.

—¡no puedo! Esta muy adentro.— decía Glenn llorando.

—Saquémoslo los dos.— dijo Jonathan mientras se sentaba yo no dejaba de gritar del dolor, Abraham, Tara y Rosita se encargaban de matar a los caminantes que se acercaban por mi culpa.

Finalmente mataron a todos los caminantes y lograron quitarme ese tonto fierro, pero dolor no se iba, antes de que el autobús se incendiara Maggie logró sacar el botiquín y me vendaron, descansamos unos minutos por mi, Abraham se notaba molesto e impaciente, pero no podían apresurarse ya que yo no estaba lista.

Al pasar los minutos me sentía mejor, al tratar de pararme sentí mil apuñaladas en la herida.

—No, Katie no estás lista.— dice Rosita.

—La cargare.— dice Jonathan mientras se hinca.

—Yo lo haré, me la encargaron a mi.— dice Glenn mientras se hinca también.

Jonathan me miro y sonrió para luego levantarse, el sabía que me gustaba Glenn así que no rogó—Te cansarás, así que luego la cargaré yo.— dice Jonathan.

Glenn me cargo de caballito, seré honesta, si me dolió por un buen rato la herida, pero no había nada mas que hacer.

Llegamos a una casa después de una larga caminata, yo estaba muy cansada y adolorida así que al llegar caí profundamente dormida.

Unos ruidos extraños me despertaron la madrugada, eran como quejidos de Rosita o Tara, así que me paré preocupada.

—Ey, no vayas a entrar a ese cuarto.— dice Glenn mientras me agarra el hombro.

—¿no lo escuchas? Rosita está gimiendo del dolor.. ¿Abraham le estará pegando?— dije preocupada.

Glenn río y luego me agarro de la mano —no son gemidos de dolor Kate.— dice Glenn para luego mirar hacia abajo.

—¿Eh?— pregunte confundida.

—Eres muy inocente Kate, mejor vamos a dormir.— dice Glenn mientras me cargaba de caballito, llegamos al cuarto donde yo estaba durmiendo, me acostó en la cama y el agarro una almohada para luego ponerla en el suelo junto con el.

—Dos cosas, quiero que duermas conmigo, en la cama.— dije.
Glenn río para luego acostarse a mi lado con una corta distancia.

—¿que estaban haciendo Abraham y Rosita?— pregunte preocupada.

—Cosas de adultos Kate.— contestó Glenn.