[Naruto] Un ojo, lleno de sabiduría

Capítulo 19: ¡Una misión de rescate! ¡En Konoha!

"No veo ningún centinela", dijo Sakura en su radio.

Estaba agazapada entre los arbustos, en lo profundo del bosque, mirando a través del claro vacío hacia la empalizada de madera que se había erigido allí durante la noche. No había hombres colocados en la pared de tablones de madera de cinco pies de alto, ninguno en la puerta pequeña. Toda el área estaba sospechosamente tranquila, aunque podía escuchar una conversación tranquila en la distancia.

"Tiene que haber algo," murmuró Sasuke. Estaba colocado en la parte trasera, donde se encontraba una segunda puerta más pequeña. No es posible que hayan dejado las puertas sin vigilancia. ¿Alguna noticia de Kieri?

Sakura miró a su alrededor y no vio señales de su compañero. "Todavía no he vuelto", dijo en voz baja.

"Apoyar."

Sakura se movió ligeramente en su escondite para mantener los músculos relajados y trató de no preocuparse demasiado. Sabía que Kieri tendría que ser lenta y cautelosa cuando la enviaran a espiar el fuerte, pero había pasado casi una hora y estaba preocupada por su compañero.

Tan pronto como terminó ese pensamiento, dejó que su gato aterrizara suavemente sobre su espalda desde la rama sobre ella. Kieri emitió un sonido muy bajo, mitad maullido, mitad ronroneo, y se paró frente a Sakura, con una pata levantada, con una sola garra.

"Algún centinela," preguntó Sakura. Kieri grabó un cuadrado tosco en la tierra e hizo dos cuadrados pequeños para representar las dos puertas. Tocó dos veces en cada cuadrado, una vez a cada lado del cuadrado. Cuando Sakura no respondió, el gato dibujó un segundo cuadrado, dividido en dos con una línea, y golpeó una vez cada lado del cuadrado, a la mitad de su longitud.

Sakura volvió a mirar el fuerte y luego asintió. Las puertas eran puertas dobles, toscamente talladas, y ahora que sabía buscarlas, podía ver los pequeños agujeros a ambos lados de la puerta, mirillas para los guardias. "Cualquiera a los lados", preguntó, tocando los lados sin puertas en el mapa. Los ojos de Kieri se entrecerraron, sacó las cuatro garras e hizo una marca de corte en cada uno de los lados restantes.

"Buena chica", dijo Sakura, y su orgullo era obvio en su voz y sonrisa. Kieri sabía que era mejor ronronear mientras estaba de servicio, así que se conformó con arreglarse contenta mientras Sakura le transmitía esa información a Sasuke.

"Copiar", dijo Sasuke después de un momento. "Veo los agujeros. Radio cuando estés preparado para moverte".

Sakura no perdió el tiempo en responder, pero inmediatamente comenzó sus lentos movimientos de deslizamiento para regresar al bosque. Una vez que estuvo segura de que no podía ser vista, se movió en silencio entre los árboles hasta que estuvo alineada con una esquina del fuerte. Sabía que Kieri ya estaría en la otra esquina, lista para su propio movimiento. Sakura se estiró y encendió su radio una vez.

Su punto de vista era perfecto, y vio que el bosque en la parte trasera del fuerte se iluminaba. El plan era sencillo. Sasuke clavaría a uno de los centinelas con su Plasma Lance como distracción, y en ese momento de sorpresa, Sakura asaltaría silenciosamente el frente. Se lanzó hacia adelante, corriendo primero hacia la esquina de la empalizada, luego por el frente de la misma, hacia la puerta. Cuando estuvo a unos pocos pies de la mirilla, se dio la vuelta y corrió por la pared, su último paso lanzándose por los aires.

Vio, en el centro del fuerte, un pequeño edificio, con tal vez una docena de habitaciones como máximo, y un acceso al techo. También vio a tres guardias en ese techo. Dos se habían vuelto hacia atrás, donde la puerta se estaba abriendo a pesar de que el fuego la devoraba. El tercero estaba mirando en su dirección, como debería hacerlo un buen guardia, y Sakura lo golpeó con un kunai antes de que su boca pudiera abrirse por completo. Alcanzó el vértice de su salto, y cuando comenzó a caer, vio a los dos guardias de la puerta a su lado, también mirando hacia el edificio. Mala suerte para ellos, pensó, con una sonrisa feroz en los labios.