En búsqueda de una nueva vida, un simple y joven estudiante, algo extraño pero amigable, se muda a la ciudad de Metrópolis. Allí conocerá a un grupo de seis fantásticas chicas, cada una de ellas tan única y especial, con las que, o compartirá agrada...
Una nuevo día en Metrópolis, esta ocasión, en Sweet Justice: Como es lo habitual, todo el grupo se encontraba reunido en la mesa de siempre, disfrutando de sus respectivos postres, o al menos la mayoría.
T/N: ¡Me habías dicho solo un poco, Babs! -reclamó, teniendo en sus manos un tazón sin nada de helado-.
Babs: ¡Lo siento mucho, es que en verdad estaba muy pero muy, muy delicioso! -rogó con lamentó y ojos llorosos, acostada sobre la mesa-.
T/N: Te perdonó, pero mi estómago no. ¡¿Qué piensas hacer ahora, Devoradora de Helados?! -preguntó molestó, agitandola varias veces-.
Ahí mismo, con estrellas en los ojos, a Barbara se le ocurre una idea. Tomando una cucharadita con un poco de su helado, lo arrima cuidadosamente a la boca de T/N con el objetivo de alimentarlo.
Babs: Yo probé del tuyo, así que podría darte del mío, ¿sí? -sugirió, sonriendo animada y causándole sonrojo-.
Viendose amenazadas, el resto de chicas rápidamente replican la acción y se acercan con las cucharas de sus propios helados.
T/N: Ehh, no se molesten, creo que podría comprarme otro -dijo apenado, rascándose su cabeza-.
Por fortuna, la atención del grupo sería dirigida a la transmisión del noticiero en vivo sobre una excavación de Lexcorp.
Lex: ...Le dije al gobierno británico que cavaria debajo de Stonehenge, sin que el monumento sufriera ningún daño. Llevó años buscando esté libro en particular, espero que el conocimiento que posea ayude a hacer del mundo un lugar mejor.
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Al ver aquél libro del noticiero, Zee lo reconoce inmediatamente, por su sorpresa, suelta su cuchara y se levanta de su asiento.
Zee: Lex Luthor, acaba de encontrar el Libro de la Eternidad -dijo preocupada, señalando la noticia-.
Kara: ¿...El qué de qué dices?
Zee: El Libro de la Eternidad. El gran mago Merlín lo escribió hace más de mil quinientos años, le da a quién lo posee el poder de conocer y así controlar el futuro. Los antiguos lo enterraron bajo Stonehenge para alejarlo de las manos de los mortales. Nadie debe tener ese libro.
Karen: ¿Ni siquiera un filántropo de buen corazón como Lex Luthor?
Zee: No, ni siquiera Lex Luthor -respondió, cruzando los brazos-.
