Capítulo 61. No Lo Odio

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 Las manos de Odette, que habían cavado el hoyo con todas sus fuerzas, estaban cubiertas de tierra húmeda. El estado de su ropa y zapatos era el mismo.

Odette se sacudió la tierra con calma, sabiendo que no serviría de nada. Bastian se acercó a ella mientras ella se levantaba y recogía su ropa sucia. El cachorro asustado gruñó y se escondió detrás de Odette.

"Pareces tener un gusto por la miseria, ¿no?"

Las comisuras de los labios de Bastian se torcieron mientras examinaba a Odette de arriba a abajo y de abajo a arriba otra vez.

"No hay manera de que te guste jugar en la tierra en medio de la noche cuando está lloviendo. ¿Qué estás haciendo?"

"... Lo siento si te he causado preocupación".

Odette lo enfrentó con una cara desprovista de emoción tanto como sea posible. Bastian vestía un impermeable azul oscuro, como parte de la noche.

Parecía empapado por la lluvia, pero no un poco andrajoso. Odette bajó la mirada y escondió sus manos sucias detrás del dobladillo de su falda.

"El perro callejero enfermo al que alimentaba de vez en cuando ha muerto".

Luchando, Odette primero entregó el negocio más importante.

Al pie del bosque, donde había perseguido al cachorro, encontró a la madre perra tirada en el frío suelo de tierra.

Su cuerpo se puso rígido como si ya hubiera dejado de respirar. Todo lo que Odette pudo hacer fue cerrar los ojos vacíos del perro que estaban abiertos al cielo.

El perro que vio de cerca por primera vez tenía un cuerpo mucho más pequeño y delgado de lo que pensaba. Este hecho solo aumentó la tristeza de Odette.

"¿Entonces?"

Mirando hacia el lugar donde estaba enterrada la madre perra, Bastian preguntó suavemente. Odette calmó su corazón cansado con una respiración profunda y tranquila.

"Pensé que otros animales se lo comerían si lo dejaba solo, así que lo recogí y lo enterré".

"¿Tú mismo?"

"Sí. No quería causarte la molestia de tener que pedir ayuda con algo como esto.

"¿Estás de acuerdo con la molestia de una anfitriona que se queda hasta tarde y no regresa a casa?"

"Mirando hacia atrás, creo que tomé una decisión precipitada. Tendré cuidado de no dejar que esto suceda en el futuro".

Odette se disculpó sin excusas. Su actitud extremadamente educada parecía bastante irrespetuosa.

Bastian se quedó atónito y se echó a reír. Pareció entender la ira de la mujer.

Era una loba feroz, pero era más tolerable que comportarse como una niña mimada.

"¿Cómo diablos cavaste un hoyo para un perro tú solo?"

Bastian estaba aún más perplejo al evaluar la situación. Odette fingió una vaga sonrisa, pero la respuesta parecía bastante clara por su apariencia, que parecía como si hubiera recibido entrenamiento de guardabosques, y por los restos de ramas rotas esparcidas aquí y allá.

El sonido de la lluvia cayendo sobre el exuberante follaje permeó el silencio devuelto.

Sintiéndose incómoda con la mirada de Bastian, Odette finalmente volvió la cabeza primero. Mientras miraba la humilde tumba que había hecho con sus propias manos, su visión volvió a nublarse.

BastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora