Capítulo 84 - Esperanza desesperada

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La respiración de Bastian se volvió entrecortada, intensificándose junto con el calor que emanaba del toque de Odette. Sus sentidos agudizados, parecidos a olas veloces, erosionaron su racionalidad sin demora. Al final, Bastián renunció a los últimos restos de autocontrol a los que se aferraba desesperadamente y sucumbió a su anhelo. Desenredó su voluminosa falda y, sucesivamente, deslizó su mano debajo de su blusa. El grito de Odette fue engullido por su ferviente beso, mientras sus labios se entregaban una vez más al sabor de sus tiernos labios.

Al darse cuenta de la identidad, ubicación y naturaleza de sus acciones, una risa acalorada escapó de sus labios. Sentía como si la sólida vida que había construido diligentemente se estuviera desmoronando gradualmente únicamente debido a esta mujer, impartiéndole una sensación de rendición inútil pero extrañamente satisfactoria.

—¡Bastián! La resistencia de Odette aumentó cuando su mano se aventuró debajo de su ropa interior, apuntando a su pecho.

Su abrupto cambio de comportamiento molestó a Bastian, pero sin inmutarse, bajó la cabeza y mordisqueó su pecho que rebotaba. Fue ella quien inicialmente se había acercado a él, fingir que ahora no estaba interesada no cambiaría nada.

Un gemido reprimido acompañado de una respiración agitada superó el sonido de la lluvia incesante. Bastian chupó sus pechos como una bestia hambrienta. Sin embargo, cuanto más intentaba escapar, más fuerte la empujaba bajo sus garras.

Aunque la conciencia de Odette comenzó a desvanecerse, hizo todo lo posible por no olvidar su propósito previsto. Ella apenas había comenzado a buscar el bolsillo de su chaqueta cuando Bastian mordió las puntas endurecidas de su pecho.

"¡Ah!" Sorprendida, dejó escapar un grito que la obligó a cubrirse los labios apresuradamente. Sin embargo, antes de que la persistente intensidad de esa contundente sensación pudiera desvanecerse, su mano agarró cálidamente su otro seno.

Consumida por el miedo instintivo, Odette ejerció todas sus fuerzas para empujarle el hombro, iniciando una ferviente lucha. Fue sólo cuando sus gemidos gradualmente se convirtieron en suaves gritos que él finalmente levantó la cabeza.

Bastian miró hacia abajo, su oscuridad reflejaba la noche lluviosa del exterior, mientras observaba a Odette, medio desnuda y sin aliento, mientras él permanecía sereno e inmaculado. A pesar de su comportamiento serio, sus labios estaban enrojecidos y brillantes, traicionando la intensidad oculta debajo.

Su mirada silenciosa siguió cada movimiento de ella, acompañada por el ritmo cada vez más forzado de su respiración. Odette se preguntó si esta podría ser su última oportunidad; si la rechazaba ahora, tal vez aún podrían detener sus acciones.

Sin embargo, ¿qué pasa con la clave?

Abrumada por una pena no expresada, miró el bolsillo de su chaqueta donde residía la llave, todavía en su poder. Si decidía separarse de Bastian, esta oportunidad nunca volvería a presentarse.

"Sólo un poco más..."

Al final, Odette se vio obligada a recorrer este camino desolado. En ese momento se encontraban dentro de la oficina de la empresa, un lugar que una vez albergó a Sandrine. Seguramente no caería tan bajo como para violar a una mujer que estaba a punto de divorciarse de él dentro de estos muros. Estas consideraciones finalmente la llevaron a tomar una apuesta imprudente.

A medida que su inútil resistencia disminuyó gradualmente, un silencio sofocante se instaló entre ellos. Odette intentó permanecer inmóvil ante la presencia de Bastian, pero su cuerpo temblaba suavemente con cada respiración que tomaba. Al presenciar esta visión, sus ojos se nublaron cada vez más con una mezcla de irritación y deseo que surgió al frente de su mente.

BastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora