Capítulo 122 - Última tarea

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Bastián había cumplido su promesa. No fue hasta que la pareja Becker anunció su matrimonio que realmente se dio cuenta de la realidad de la situación, aunque él aplaudió como todos los demás, fue simplemente un acto.

La ceremonia terminó con los recién casados ​​besándose y sellando sus votos.

Odette ofreció un sincero aplauso y deseó a la pareja todo lo mejor para el futuro. Fue un momento en el que todos los esfuerzos pasados ​​finalmente fueron recompensados ​​y Odette supo que todos sus esfuerzos no se habían convertido en cenizas. Este matrimonio tuvo un final significativo.

Odette hizo todo lo posible por creer que eso era lo mejor. No quería albergar las dudas recurrentes que de vez en cuando aparecían en su mente. Esto parecía correcto y apropiado.

"Sorprendente, ¿no?" Bastian dijo en un susurro. "Es la boda de tus hermanas, el último miembro de tu familia, y no puedes derramar una sola lágrima".

Odette lo fulminó con la mirada, mientras Bastian mantenía un brillo burlón en sus ojos. Esos agudos ojos azules le trajeron recuerdos de la noche anterior, lo que la hizo sonrojarse.

La calidez del abrigo que puso alrededor de sus destrozadas defensas y la forma en que la abrazó, deseó que todo se rompiera y desapareciera. Sus recuerdos del regreso al hotel estaban fragmentados. Imágenes extrañas de criadas siendo sacadas de la habitación. Dedos helados despegando su ropa, algo así como un fuerte abrazo que sostenía su cuerpo helado.

Aunque sabía que debía alejar a Bastian, no encontraba la fuerza para hacerlo. No quería enfrentarse a un hombre al que no podía alejar y durante toda la noche deseó que no la consolaran.

Sin embargo, al final, Odette se rindió como si hubiera aceptado su destino. Su vínculo se había vuelto tan profundo que alcanzó el reino de la intimidad, borrando cualquier distancia restante que alguna vez los había separado. Deseó que la noche pasara rápidamente antes de perder el conocimiento.

Cuando la noche llegó a su fin y se acercaba el amanecer, ella se despertó de su profundo sueño en el abrazo de Bastian, sus brazos abrazándola fuertemente.

La confusión llenó su mirada mientras miraba al hombre que tenía delante: Bastian todavía perdido en su sueño. A pesar de su fuerte abrazo, no pasó nada .

¿Por qué? Esta peculiar situación la dejó completamente sorprendida. Una respuesta se le escapó. Mientras lidiaba con estas enigmáticas preguntas, la suave luz de la mañana se filtraba gradualmente a través de las cortinas, proyectando su suave resplandor.

Hasta que las primeras luces del alba desvelaron poco a poco el velo de la noche, Odette miró fijamente el rostro de Bastián mientras dormía. Ella le cepilló tiernamente los mechones de cabello que le caían hasta la frente. La suave textura que sintió bajo su tacto le aseguró que no era un sueño.

Odette reunió las fuerzas que le quedaban para apartar los brazos de Bastian de su cintura y separar sus piernas entrelazadas. Después de liberarse de su abrazo, se sentó en el borde de la cama, esperando que el mareo desapareciera.

Cuando se puso de pie, Bastian se despertó y la miró con ojos claros y fríos, a diferencia de alguien que acababa de despertar. Sus ojos recorrieron tranquilamente sus hombros y pecho desnudos. Un delicado rubor tiñó sus mejillas y en una rápida reacción, agarró la sábana para cubrir su cuerpo desnudo.

Odette desvió la mirada avergonzada cuando Bastian se levantó de la cama, revelando su forma completamente desnuda sin un solo hilo a la implacable luz del sol.

BastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora