☬ Two

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El hombre no decía nada, simplemente se dedicaba a mirarla con gran interés en esos momentos, como si nunca hubiera visto algo igual y honestamente prefería que la atacará o le dijera algo, a que solo la mirara de aquella forma que comenzaba a inq...

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El hombre no decía nada, simplemente se dedicaba a mirarla con gran interés en esos momentos, como si nunca hubiera visto algo igual y honestamente prefería que la atacará o le dijera algo, a que solo la mirara de aquella forma que comenzaba a inquietarla.

Por su parte Ubbe simplemente admiro su belleza, su cabello blanco era lo que más le llamaba la atención y una de las cosas que más destacaban además de su cabello eran sus ojos azules, que eran de un azul claro casi hipnótico, Ubbe era claramente más alto que ella, probablemente le sacaba más de dos cabezas de altura, además de que ella lucía joven, más joven incluso que Ivar.

—Dejalos ir— Pidió Rachel finalmente, decidiendo que sería la primera en hablar.

El hombre le miró con confusión, no sabía si era porque probablemente no hablaba el idioma o si simplemente era porque no sabía a que se refería.

—A los niños— Señaló con su mirada, Ubbe por primera vez desvío la mirada para observar a dos pequeños niños de no más de diez años salir de debajo de una mesa —Puedes matarme, pero dejalos ir, ellos no han hecho nada malo.

Los ojos azules del hombre volvieron a ella.

—Tú nombre— Habló en danés el hombre, un idioma que ella reconoció y que sin embargo no entendía en lo absoluto —¿Cuál es tu nombre?— Preguntó el está vez en inglés aunque con el claro acento danés marcado.

—Rachel— Respondió la peliblanca, sin vacilación o intimidación, porque no temía por ella —Dejalos ir, puedes matarme si quieres pero dejalos— Pidió, incluso en esos momentos su sentido del deber y heroísmo salían a flote, aunque como no hacerlo cuando dos vidas peligraban y a las cuáles apreciaba porque en esas semanas les había tomado un gran cariño a los niños.

Ubbe lo pensó y pareció dudar, miro a los niños los cuales lucían enfermos y débiles, pero las dudas se fueron tan rápido como se instalaron en su mente, su padre jamás habría asesinado niños y el tampoco lo haría porque no podría con su consciencia. Asintío en señal de respuesta.

Rachel se sintió aliviada y miro a Brida y Albert.

—Vayanse, huyan del pueblo, ya no es seguro— Ordenó a los niños quienes se miraron entre si temerosos e inseguros.

—Pero... mamá y papá...— Comenzó inseguro el pequeño Albert.

—Ellos estarán bien— Intento consolarlos, saldremos de esta y cuando lo hayamos echo ellos iran a buscarlos, ustedes dijeron que tenían a sus tías y su abuela en Northumbria y que irían a visitarla con su madre en unas semanas, pueden ir ahora y cuando su mamá y papá salgan de aquí irán a buscarlos.

—¿Lo prometes?— Preguntó está vez Brida.

Rachel asintío en respuesta, odiaba mentir y más hacerlo en esa situación cuando ella sabía que probablemente nadie saldría vivo, pero si ellos lo lograban entonces habría salvado sus vidas y sería suficiente para ella.

ᴛʜᴇ ɢɪʀʟ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴡʜɪᴛᴇ ʜᴀɪʀ▯𝑽𝑰𝑲𝑰𝑵𝑮𝑶𝑺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora