☬ Six

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¿Cómo estarían las cosas en su época? ¿Sus amigos la estarían buscando? ¿Quién era esa bruja que fue capaz de quitarle sus poderes y arrojarla a través del tiempo como si nada? No tenía ni la más jodida idea de cómo saberlo, se sentía vacía, extra...

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¿Cómo estarían las cosas en su época? ¿Sus amigos la estarían buscando? ¿Quién era esa bruja que fue capaz de quitarle sus poderes y arrojarla a través del tiempo como si nada? No tenía ni la más jodida idea de cómo saberlo, se sentía vacía, extraña y sola, completamente sola. Sin sus poderes sentía un gran vacío, no podía sentir ninguna emoción en las personas, era una persona normal, lo cual le hubiera agradado y hasta inclusive disfrutado sino estuviera ahí. Sin sus poderes, no tenía forma de volver y ayudar a sus amigos, lo único que podía hacer era sobrevivir en esa época y esperar algún milagro, sin embargo Rachel Roth no creía en los milagros, ni en algún Dios o alguna entidad superior para ayudarla.

La hora de la cena llegó y ella intentó despejar su mente de la incertidumbre que sentía para concentrarse en la única situación de la que tenía que preocuparse en esos momentos.

—Cerveza— Escuchó ordenar a Hvitserk.

—Igual— Lo secundó Ivar.

Miro la jarra de cerveza en sus manos unos segundos para después adelantarse y servirle al segundo de los hermanos, pese a que Ivar estaba delante suyo ella prefirió dar media vuelta a la mesa y servirle directamente al segundo de los Lothbrok.

Pudo sentir la mirada de todos los ahí presentes pero en especial la de Ivar que sentía que la fulminaba con la mirada como si quisiera matarla, pero ella la ignoró olímpicamente.

Freydis por su parte se apresuró a servirle a Ivar al ver como la mirada del menor brillaba peligrosamente. Sin embargo este la detuvo, levantando su mano en señal de que se detuviera sin verla en ningún momento con su vista únicamente fija en la menor.

—Sírveme, esclava— Ordenó de manera pausada y amenazadora.

—Freydis puede servirle— Fue la escueta respuesta de ella, terminando de servirle a Hvitserk para finalmente mirarlo, sin dejarse intimidar en lo absoluto por el joven —Ella está a su disposición y está más cerca de usted— Agregó con una sonrisa falsa y tensa.

Ivar bufo y sonrió de la misma manera que ella.

—Tú también estabas más cerca de mi y preferiste servirle primero a mi hermano— Argumentó.

—El ordenó primero— Refutó la peliblanca como si fuera obvio.

Ubbe y Hvitserk se mantuvieron a la expectativa al igual que Freydis y otras dos esclavas, sintiendo como la tensión en el ambiente iba en aumento.

Sin poder evitarlo el menor de los Lothbrok soltó una pequeña risa claramente con fingida diversión y cargada de falsedad.

—Tal parece que llevarme la contraria es algo que te complace— Comentó el menor, mientras apretaba con fuerza su copa.

Ubbe y Hvitserk se dieron cuenta de cuán furioso estaba tan solo por la simple acción y de cuánto se estaba conteniendo en esos momentos.

—No podría disfrutarlo menos— Comentó con sarcasmo evidentemente.

El ojiazul mofó repentinamente divertido.

—Sírveme— Ordenó por segunda vez, no pensaba volver a repetirlo.

Rachel miro a Ubbe, quién asintió imperceptiblemente en señal de que lo obedeciera.

—Como órdenes— Finalmente dió su brazo a torcer pero no por gusto o por Ivar, ni porque Ubbe se lo hubiera pedido sino porque una parte de ella le decía que estaba tentando su suerte y estaba cruzando un límite que de seguir así no significaría nada bueno para sus planes.

Sirvió finalmente la copa bajo la mirada atenta de Ivar, la cual ella simplemente ignoró, suficiente era con obedecerle en esos momentos, contenerse las ganas de darle un golpe y borrar su estúpida sonrisa de autosuficiencia que seguramente tendría en su rostro.

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En las noches le era imposible conciliar el sueño, y más en esos momentos cuando estás en un lugar como ese con hombres bárbaros y sanguinarios era claramente imposible hacerlo.

Suspiro, estaba sola esa noche, dos de las esclavas con las que compartía habitación estaban en los aposentos de Ubbe y Hvitserk, era obvió el para que estaban ahí a esas horas. Por su parte Freydis la había visto salir después de la cena acompañada de uno de los vikingos más cercanos a Ivar también era demasiado obvio el para que.

Se dió la vuelta, dándole la espalda a la entrada de la habitación, incómoda por la dureza del piso mientras se arropaba con la delgada y desgastada manta, en un intento de mantener el calor corporal. Lo que no sabía es que en esos momentos Ivar Lothbrok se deslizaba por el piso en total silencio, sigilo y cautela.

Ella no fue consciente de su presencia hasta que esté la tomó con violencia por el cuello, ni siquiera fue capaz de gritar cuando una de las palmas de su mano estaba en su boca y la otra en un agarre de acero sobre su cuello que no cedería fácilmente. Rachel miro al joven a su costado con sorpresa y miedo entre mezclado evidente.

—No permitiré más faltas de tú parte—Susurró acercándose peligrosamente a su oido y lentamente retiro la palma de su mano de su boca.

Ella no dijo nada, lo miro expectante y estática, si era por miedo o precaución ni ella lo sabía y aún si quisiera reaccionar y golpearlo se contenía por Agnes, hasta que ella escapara debía mantener la fachada de la chica indefensa.

Sintió como un frío metal se deslizaba por su cara de manera lenta y pausada, la pequeña cuchilla se deslizaba burlonamente por su rostro en una amenaza segura.

—Debes de aprender tu lugar y será por las buenas o por las malas— Comentó mientras se alejaba para verla directamente a la cara.

—Adelante— Provocó ella, con una chispa de valentía y seguridad en su mirada que a él simplemente le pareció algo divertido, ninguna otra mujer hubiera reaccionado así como lo estaba haciendo ella en esos momentos.

El sonrió de manera burlona por su audacia y osadía, no sabía si era demasiado estúpida o demasiado osada para seguir provocandolo en esa situación.

—¿De verdad tienes tantas ganas de morir, sajona?— Preguntó la sonrisa no abandonó su rostro en ningún momento.

—Si piensas matarme no valdría la pena rogar, porque ya lo has decidido y nada de lo que te diga te haría cambiar de opinión— Fue su respuesta.

Su sonrisa se ensanchó más si es que eso era posible ante la respuesta de la joven.

—No podría matarte...— Comenzó —No hasta que pueda poseerte— Concluyó mientras su rostro se acercaba al suyo peligrosamente hasta quedar a escasos centímetros del suyo.

Fue ahí cuando el observó como su mirada de valentía y seguridad trastabillaba por unos segundos ante sus palabras y era suplantada por algo parecido al temor.

—Por eso sigues aquí, solamente por eso estás aquí viva, hasta que no seas mía no te mataré pero cruza la línea una vez más y no sabré si pueda contenerme, sajona— Con esa amenaza presente lentamente retiro el cuchillo de su rostro y la mano de su cuello, por su parte ella no se movió pero está vez fue consciente del sonido que hacía al arrastrarse y que era cada vez más difuso a medida que se alejaba.

Lamento la demora, no creí que hubiera pasado demasiado tiempo desde la última actualización Pero aquí está...

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ᴛʜᴇ ɢɪʀʟ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴡʜɪᴛᴇ ʜᴀɪʀ▯𝑽𝑰𝑲𝑰𝑵𝑮𝑶𝑺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora