☬ Three

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Se quedó sentada en una esquina de aquella iglesia

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Se quedó sentada en una esquina de aquella iglesia. Ubbe se acercó a ella y sin decir nada colocó una manta sobre ella para ocultar su rostro y su cabello, para así evitar que los demás hombres posarán su atención en ella y funcionó, logró pasar desapercibida, menos para uno de ellos quién seguía mirándola y que parecía estar siguiendo cada uno de sus movimientos con particular atención, por mínimo que fuera.

—Es perturbador, parece un acosador ese tipo— Soltó por lo bajo la peliblanca, intentando mirar a cualquier lugar menos en la dirección de Ivar.

Por su parte el menor de los Lothbrok observaba a la particular chica, sin perderse cada uno de sus movimientos, sintiéndose cada vez más fascinado e intrigado por la chica sajona.

La peliblanca observó como los nórdicos sacaban los cuerpos de la iglesia, desde hombres, hasta mujeres, adultos mayores y niños para ser quemados afuera y aún si estaba ahí adentro el olor a carne quemada era nauseabundo. Dentro de los cuerpos que habían sacado el cuerpo de William estaba ahí, ella no pudo evitar el mirar con tristeza y pena a el cadáver de aquel hombre.

¿Qué tan crueles e inhumanos pudieron llegar a ser los nórdicos para provocar tales actos?

Su mirada se desvió a Ivar quién en ese momento había desviado la mirada para observar cómo sacaban los cuerpos de los sajones. En todo el rato que había estado ahí, Ivar permaneció sentado, jamás se movió de su posición, lo más curioso y de lo que había logrado percatarse (porque era difícil no hacerlo) era de los extraños soportes metálicos que tenían sus piernas.

—¿Acaso él es...?— Preguntó para si misma y en voz baja, dándose cuenta de que el chico era lisiado ¿Cómo alguien así podía tener una mirada tan peligrosa y podría llegar a intimidar a más de uno? ¿Realmente era tan peligroso como se veía?

—Encontramos a una más— Escuchó a uno de los hombres hablar, aunque no había comprendido el que había dicho, el escuchar los gritos de una mujer fue suficiente para desviar su atención y observar a un hombre empujar sin consideración a una mujer rubia, una que de inmediato reconoció.

—¡Agnes!— Exclamó la peliblanca poniéndose de pie y con claras intenciones de ir con la mujer.

—¡Rachel!— Exclamó la mujer en cuanto la vio, Rachel vio las marcas de moratones y golpes en su rostro, el labio inferior y la nariz le sangraban y su ropa estaba hecha harapos, era obvio para la menor lo que había ocurrido con la mujer y eso solo hizo que la pena y la tristeza fuera mayor para ella.

—¡Alto ahí sajona!— La demanda fue clara y concisa por parte del menor, haciendo que está se detuviera y lo mirará con una mirada fulminante que probablemente podría competir con la de él.

—No haré nada— Dijo la menor.

—¿Acaso la conoces?— Preguntó Ivar con interés, sin embargo ella no respondió solo le mantuvo la mirada —Te llamó Rachel ¿Correcto? ¿Así te llamas, no?

ᴛʜᴇ ɢɪʀʟ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴡʜɪᴛᴇ ʜᴀɪʀ▯𝑽𝑰𝑲𝑰𝑵𝑮𝑶𝑺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora