' chapter 9 ⃟🌒

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Jimin abrió sus ojos lentamente, pero los rayos del sol lo hicieron volver a cerrarlos.

Sentía que un tren había pasado por su cuerpo, ya que este dolía a horrores.

Con las pocas fuerzas que tenía logro levantarse , en ese momento una silueta paso por la puerta.

—Jimin... Al fin despiertas. – Dijo el señor Jeon, venía con una bolsa de comida, ya que la del Hospital no era tan buena que se diga. Y no quiere que Jimin enferme más.

— Señor Jeon... ¿Que estoy haciendo aquí?.

— Te desmayaste, estamos en el Hospital, has tenido una mala alimentación Jimin, el estrés y todas esas cargas que llevas te están afectando.

Jimin suspiro. ¿Qué si estaba consciente? Por supuesto que lo sabía, pero no podía dejar de trabajar.

— ¿Dónde está SooHwan?...

— Jimin por favor, no intentes cambiar de conversación. Esto es delicado, estamos hablando de su salud, tu bienestar.

— Lo se. Pero no puedo dejar de trabajar, ¿Quien le dará los alimentos o la ropa a Soo, quién pagará el alquiler, la luz y las demás cosas de la casa?...

— yo puedo...-

— No. No puede, le agradezco mucho su ayuda señor Jeon, pero no puedo aceptar más de lo que me ofrece,

— Déjame ayudarte.

Jimin miró a otro lado. No quería, podía parecer un capricho pero es que nadie le entendía a él.
El quería salir adelante por si mismo.

Pero...¿ Estará haciendo lo mejor?.

Jimin ya no quiere hacerse más preguntas, solo quiere estar con Soo.

Así que, se levantó de donde estaba , dispuesto a salir.

— Aún no te dan el alta.

— Necesito estar con Soo.

— No te preocupes por él, está en uno de mis departamentos. Esperemos hasta qué estés bien.

— No puedo. Mi trabajo está en peligro también, cree que si falto mi jefe me recibirá como si nada...?

Jimin se arrepintió al instante por hablarle de esa manera al señor Jeon. Por qué el hombre le había ayudado y le seguía ayudando y el solamente le hablaba de una manera maleducada.

El señor Jeon no dijo nada.

— Perdón. – Musitó. Las lágrimas una vez más haciéndose presente.

— Está bien Jimin. Estas alterado todavía. Solo esperemos al doctor.

Jimin asintió rendido.

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La cabeza de Jungkook era un caos, no había podido dormir bien en toda la noche, la imagen de Jimin no salía de su mente.

El estaba tan mal, lo podía notar a simple vista.

El Jimin de hace cuatro años ya no existía.

Y su mente estaba rebosando en muchas cosas.

Su corazón dolía.

Las ganas de ir a verlo lo mataban.

Su padre le había avisado de qué Jimin estaba en el Hospital, y Jungkook estaba volviéndose loco, su pie pegaba al suelo en todo momento. Quería levantarse y correr al Hospital.

Su madre había salido. Últimamente salía demasiado.

Pero también había algo que estaba calcomiendo su mente y era que su hijo se encontraba en uno de los apartamentos de su padre.

Y necesitaba ir, estaba desesperado y necesitaba ir

Sabía que si no iba, también se volvería loco, así que tomando unas cosas salió de la casa en dirección al departamento de su padre.

Mientras tanto Jimin había salido del hospital y se encontraba con su pequeño, en el departamento del señor Jeon.

Su bebé se había tirado a sus brazos cuando lo vio, llenándolo de preguntas las cuales Jimin respondió pacientemente.

— Debemos irnos a cada bebé.

—Pero quiero estar con el abuelo. – Dijo asiendo puchero.

— Hazle caso a papá. – Dijo el Jeon mayor.

—Vamos bebé, lo verás en otra ocasión.

El niño asintió, tomo una mochilita y fue donde su padre.

— Gracias por todo señor Jeon.

— Sabes que no debes agradecer.

Jimin sonrió.

— Adiós abuelo

— Nos vemos pequeño y cuida a tu padre.

El señor Jeon los acompaño hasta la salida, cuando abrió la puerta, alguien más estaba a punto de tocar.

Jimin sintió su corazón acelerarse. Jungkook estaba en el mismo estilo. Todos permanecían sin decir una palabra y la tensión se sentía en el aire.

— Jungkook hijo...

— Vine por...-

— Si claro, tal vez podría ser después, Jimin ahora no se siente bien.

— ¿No crees que ya espere demasiado?. – Jimin se sintió pequeño, pues la mirada que Jungkook le daba era fría. Y Jimin entendía su comportamiento.

Quizás hizo mal ocultándole a su hijo.

— Jungkook por favor...

— Creo que tiene razón. – Hablo por lo bajo Jimin.
— Solo déjame hablar unas cosas con mi hijo. Y después nos arreglamos.

Sin decir algo más salió del lugar, sentía que se asfixiaba allí en ese ambiente.

La indiferencia de Jungkook dolía. Sí, no le dijo lo de su hijo, pero... ¿Jimin también debería estar de esa manera?

¿Por qué actuaba así? Como si nada.

Como si no le hubiese engañado. Era un total idiota, Jimin estaba seguro de eso.

Si el iba a actuar de esa manera, era ridículo, cuando el que tendría que hacerlo fuera él.

Por qué dolía, las palabras qué la señora Jeon le dijo hace cuatro años seguían doliendo como el infierno.

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Eclipse  ⃟🌖KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora