EXTRA 2.🌻

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Jungkook había mandado a Jimin a comprar medicina, diciendo qué no se sentía nada bien, y que las pastillas qué el necesitaría no estaban en casa.

Eran las 5:00pm, era un poco tarde para que Jimin anduviera solo, ya que iba a tomarse una hora.

Pero en realidad no estaba enfermo, estaba en completa salud, pero esa fue la única excusa que encontró para que Jimin saliera de casa, sus pequeños hijos habían sido cómplices también.

Se estaba despidiendo de ellos, ya sería hora de que Jimin regresará, su padre y sus pequeños le habían ayudado a ordenar todo. Había instalado una pequeña tarima en el jardín. Había puesto velas y luces en todo el lugar, y en pequeño árbol de cerezo. Claramente cuidando las flores que Jimin había plantado, en especial los tulipanes amarillos, los cuales eran los favoritos de Jimin.

— Pórtense bien con el abuelo, mañana iremos por ustedes.

Beso la frente se ambos y los niños hicieron lo mismo.
Una vez el señor se fue Jungkook corrió a su habitación a alistarse.

Se ducho rápido y se vistió con algo casual. Jimin entró a la casa y miro todo el lugar de forma extraña, ya qué había demasiado silencio y las luces estaban apagadas. Quizás había sido Jungkook.

Jimin estaba dispuesto a subir las gradas de forma rápida e ir con Jungkook, pero algo llamo su atención. El jardín estaba iluminado por velas y luces.

Así que dejando las cosas en una mesita se dirigió al jardín, había un camino de luces que lo llevaba a la tarima, donde arriba de esta estaba una mesa con comida y allí mismo están Jungkook. Se encaminó mirando a su alrededor, estaba hermoso.

— Ahora entiendo por qué me mandaste lejos.

Sonrió Jimin, y con ayuda de Jungkook subió las cuatro gradas de la tarima.

— Sorpresa amor.

Jungkook lo tomo de su rostro y beso sus labios.

— ¿Qué celebramos? ¿Y los niños?.

— Ven siéntate. Y no te preocupes por ellos, están con mi papá.

— Waoo~¿Tu hiciste esto?. – se refirió a la comida.

Y es que últimamente Jungkook se había interesado mucho por la gastronomía. Y se la pasaba mirando videos de cocina.

Y tenía un buen sazón.

— Claro que yo lo hice. – Se jacto– Es para darte una pequeña sorpresa.

Sus manos estaban sudando, pero las secaba en la tela de su pantalón. La duda estaba en su ser.

— Entonces comamos para que no se enfríe la comida.

Ambos disfrutaron del menú de Jungkook.

La cual consistía en una pasta: unos Tortellini de camarón, en una deliciosa salsa florentina a la mar.

Para cualquiera sería complicado, pero para él no. Y mucho menos si era para Jimin.

Acompañado de un delicioso vino, el cual su padre se lo había obsequiado.

—: Jungkook cocinas de maravilla. – Dijo Jimin satisfecho una vez que terminó su plato.

— Es para ti amor.

— Me hubieses dicho antes, mira como estoy, vine corriendo hasta aquí.

— Lo ciento por eso, pero fue lo único que se me ocurrió. –

— Está bien. La comida lo compensa.

Dijo para ambos reír.

Ok, era el momento, se dijo Jungkook. Estaba solo allí, con la mirada en sus ojos. Jungkook se levantó de su asiento y saco la cajita de terciopelo qué había cuidado demasiado.

— La sorpresa que te tengo es esta. – Dijo, para seguido ponerse de rodillas frente a Jimin, este se llevó sus manitas a su boca sin poder creer lo que estaba viendo.

Jungkook abrió la caja, dejando ver los hermosos anillos.

— A pesar de todo lo que nos pasó nunca deje de amarte, siempre estabas presente en mi vida, y Aunque fui la burla de Jackson por el simple hecho qué no podía estar con alguien más, siempre terminaba diciendo tu nombre. Claramente te metiste hasta el fondo de mi corazón y mi alma. – Jimin sonrió. Esa historia Jackson se la había contado. Jungkook nunca pudo estar con alguien más, ni sentimental ni de forma sexual, en medio del acto siempre decía su nombre y de allí ya no avanzaba.
— Quiero estar contigo toda la eternidad y en todas las vidas posibles. Te amo, Park Jimin tú eres el amor de mi vida... Me harías el honor de ser tu esposo. ¿Te casarias conmigo Park Jimin?.

A ese momento Jimin ya tenía lágrimas en sus ojos.

Pero sin importar que se lanzó a los brazos de Jungkook.

— Sí, si quiero casarme contigo.

Luego ambos se fundieron en un beso lleno de amor y alegría. Por qué muy pronto iban a casarse.

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Y la celebración no terminaba. Por qué aún en su cama siguieron besándose y diciéndose palabras bonitas.
Dónde dieron lugar a las caricias.

Cuando Jimin fue consciente, su ropa ya no estaba, y Jungkook estaba en el mismo estado.

¿Como llegaron hasta ese momento?

Jimin no le dio importancia, pues necesitaba tanto a Jungkook, su futuro esposo, como necesitar el agua en un día de calor.

Lo deseaba.

Jungkook separó sus labios de los de Jimin para seguir un camino de besos por su cuello y clavículas.

Jimin solo se permitía jadear en lo bajo, ante los besos de Jungkook y la fricción entre sus miembros.

— H-hazlo ya... – Pidió en medio de un jadeo.

— Está bien. Avísame si te lastimo.

Tomo su miembro y lo acerco a la entrada de Jimin. Lo entró de una estocada y Jimin gimió.

Ambos lo hicieron, se habían extrañado tanto. Qué sentirse un solo cuerpo se sentía demasiado bien.

Jungkook empezó con los embestidas, besando a Jimin mientras tanto.
Este se aferró a la espalda de Jungkook y enredo sus piernas en la cintura de este.

Sus movimientos eran tan certeros que hacían a Jimin estar más cerca del orgasmo.

— j-jungkook... – Gimió– voy a correrme...

Aviso. Y Jungkook no estaba tan lejos también, así que apresurando sus embestidas tomo a Jimin de la cintura y se aferró a él.

Esperando correrse.

Cuando lo hicieron, ambos gimieron los nombres del contrario.

Aunque quizás se habían olvidado de algo muy importante.

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Eclipse  ⃟🌖KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora