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14 de Diciembre del 2018.

Frote mis ojos, cuando me desperté sobresaltada, gracias a una llamada. Nadie suele llamarme a esta hora, y al hacerlo me causan un nivel de nervios que no es normal. ¿Que si le pasó algo a alguien?.

—¿Alo?.—conteste sin mirar quien llamaba.

—¿Gigi?.—respire con calma, al saber que solo era el.

—Gustavo son las tres de la mañana. Ve a dormir.

—No tengo sueño.

—Tal vez no, pero yo si tengo.

—¿Puedes escucharme unos minutos?.—suspire.

—Gustavo claramente estas borracho, lo que sea que vayas a decirme probablemente sea efecto del alcohol, ni vas a recordarlo mañana.

—Por ahí dicen que los borrachos dicen la verdad, ¿o no?.—suspire.

—¿Que pasa?, ¿que necesitas decirme?.

—Hoy me desperté pensando en ti... bueno, llevo varios días pensando en ti. Y en ese tatuaje tan lindo que tienes en el tobillo, no logro olvidarlo porque tengo el mismo. No logro olvidarte a ti, solo me engaño para ver si eso me funciona, pero no.—río.—A veces, en realidad casi siempre, me pregunto, ¿por que me duele tanto amarte?. ¿Por qué no solo puedo dejarte ir?. No he vuelto a llorar, pero no dejo de pensar en ti, y quiero dejar de hacerlo. Siento que esto solo está siendo difícil para mi, quisiera solo dejar de sentir esto que siento.

—¿Gustavo como se te ocurre creer eso?. Obviamente esto también está siendo difícil para mi. Todo cambio muchísimo, y eso me duele. Ha sido dificil para mi procesar esto.—respire profundo, tengo ganas de llorar, pero no lo haré.—El otro día, me sentí mal, pero no te pude llamar. Y ahora, ya cuando todo se ha calmado, aun quiero llamarte y hablarte de eso. Fuiste mi mejor amigo, casi toda mi vida. Es complicado para mi tener que acostumbrarme a no poder tenerte dándome palabras de aliento cuando estoy mal. No me cabe en la cabeza que pudieses llegar a pensar que esto no es tan difícil para mi. Gustavo, me obligaste a pasar mi cumpleaños en otro país. Sin ti, lejos de la ciudad que en algún momento me hizo más que feliz, porque mirara a donde mirara todo me llevaba a ti. Caracas entero te representa a ti dentro de mi.

—Gigi...

—No, ahora escúchame tú.—lo interrumpí.—Se que hablaste con Adrián, ¿y que le preguntaste si hablo de ti?. Y el té dijo la verdad, que odio hablar de ti. Pero sabes que, odio hablar de ti porque no volverás. Para mi ya no tiene sentido hablar y recordar algo que por más que ambos lleguemos a querer, no hay forma de que vuelva a ser.

—Amor, si la hay, solo espérame, esto va a pasar.

—No, no me digas eso, tal vez todo pase, pero ya no será igual y lo sabes. Es mejor no hacernos ideas. No nos hace bien a ninguno de los dos. Ya no puedo seguir muriendo por que me abraces, yo misma me pinto los pajaritos.—resople.—Por eso es mejor que estas llamadas así no vuelvan a pasar.

—Gaia...

—No Gustavo. Gaia nada. Si se supone que ya no vamos a estar juntos, no tenemos porque hablar, y menos si es algo tan doloroso para ambos. Solo déjame ir por favor, o al menos inténtalo, eso hago yo contigo. Hazlo por mi Gustavo, necesito poder hacer esto.

—¿Estás segura?.

—Si.

—Está bien entonces. Prometo no llamarte más. Y no me contactaré contigo, al menos por un buen tiempo.

—Gracias de verdad. Se que ahorita no lo sabes, pero esto también te ayudará a ti.

—Ojalá si.—suspiró.—Te amo muchísimo Gaia.

—Yo aún más Gustavo.

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me duelen </3

ever since, until now [Big Soto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora