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10 de Octubre del 2022.
GUSTAVO

La miré fijamente, admirándola. Se ve tan preciosa hoy, ese vestido negro le queda de maravilla, aunque me gustaría más quitárselo y ver como se ve sin el.

En el momento en el que su mirada conectó con la mía, me di cuenta de qué tal vez no debí haberla estado observando. Estoy un poco lejos de ella, pero puedo jurar que me rodó los ojos. Desvió su mirada, y siguió hablando con su cuñada, Stef, mientras tomaba de el vaso que llevaba en la mano.

Cuando Ricky se acercó, y se llevó a Stef. Agradecí tener ahora una oportunidad para acercarme a ella. Sin pensarlo dos veces, camine hacia allá.

—Hola.—la salude.—Te ves hermosa.

—¿Que quieres Gustavo?.

—Saludarte, hablar contigo. ¿Está mal eso?.

—Quedamos en que nos alejaríamos.

—Si, pero eso fue dentro de otras circunstancias.

—Gustavo por Dios, solo entiende que no podemos estar cerca.—comenzó a alzar la voz.—Haces que esto sea más difícil de lo que debería serlo. Te pedí que te alejaras, y me hiciste llegar esa carta años después. ¿A caso lo que quieres es hacerme sufrir?.—negué.

—Jamas querría eso Gaia.

—Entonces ya déjame, aléjate.

—Gigi, entiende que no puedo. No puedo estar lejos de ti, es por eso que...

—Por eso nada, solo hazme caso, vergacion.—me interrumpió. Cada vez iba alzando la voz más y más, está perdiendo la paciencia.

—¿Sabes?. Quisiera poder revivir todos nuestros momentos, y mostrártelos. Tal vez, si los recordarás entenderías mis ganas de tenerte cerca.

—Créeme que los recuerdo Gustavo, pero no son excusa para estar cerca amándonos sabiendo que tienes pareja. Eso es como una bomba que solo está esperando para explotar.—se pasó las manos por el rostro.—Ya pana, deja ya eso. Solo hazme caso.—negué.—Gustavo, de pana, este jueguito tuyo me está matando.

—A mi me mata tenerte cerca y no poder besarte.—me acerqué mas a ella, casi acorralándola contra la pared que tenía detrás.—Quítame estas ganas que tengo de besarte Gaia.—le susurré, rozando sus labios contra los míos.

—De verdad que te has vuelto loco.—me empujo, levemente, pero logrando alejarme.—¿Vas a hacerme caso o no?.—me miro de brazos cruzados.

—No puedo.—le sonreí, inocentemente.

—¡Dios mío ya!.—me grito.—Detesto esto, demasiado. ¿Pero sabes que detesto mas?.—fruncí el ceño.—Que se me hace imposible odiarte.—resoplo.—¿Por qué haces que se me haga tan difícil odiarte?.—me miro fijamente.

—No soy yo Gigi, simplemente tú no puedes odiarme, porque me amas.

—Ay no puedo más.—intento irse, pero no la deje.—Gustavo, ya.—me grito.—En serio, no sabes el estrés que siento.—continuo gritándome.

—Desahógate entonces.—río sarcásticamente.

—Te lo juro que estoy que me mudo a otro continente solo con tal de no tener que verte la cara.

Empecé a reír, pero mi risa cesó al ver cómo había un montón de gente mirándonos fijamente, muchos muy pendientes de la conversación.

—¿Solo quiero saber porque me terminaste?.—grito de nuevo.—¿Para que hiciste eso, si no vas a dejar de estar detrás de mi?.—volvió a gritarme, esta vez empujándome, suavemente.

—Gaia ya basta, no me grites, así, aquí no.

Me acerqué a ella, y la tome del brazo, con fuerza, pero con cuidado de no hacerle daño, y la lleve hacia una habitación...

•••
Continuará🫣

No me odien por dejarlas así, el capituló que sigue les va a encantar🏃🏽‍♀️

ever since, until now [Big Soto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora