Saga de Keneor: Lazos de Sangre

Capitulo 22

Capítulo 22

Los Vientos del Norte

Mientras el, para la desdicha del pueblo de Neoxa, presumiblemente muerto príncipe Yang, pero realmente desaparecido y en custodia amistosa de una cazadora del bosque descansan antes de volver, las cosas en el reino de Neoxa no se encuentran para nada bien.

La gente empieza a hacer preguntas, la Guardia está nerviosa y sin mencionar a los regentes de dicho pueblo, Argus tuvo que recibir la llamada de su comandante Cullen por petición del Grunder cautivo Gorzu para revelar la información que dice este tener consigo.

Y por parte de la reina Aurora, ella no ha querido salir en lo más mínimo de sus aposentos por el miedo de haber perdido a su hija y no saber nada de ella en estos días, ni siquiera preguntándose por el estado de su hijo adoptivo Yang, demostrando una vez más el poco interés que tiene ella comparado con el doble dolor que debe estar sintiendo su esposo, pues el ama a ambos por igual, a pesar que el joven Principe no sea realmente su hijo.

Nuevamente en las celdas donde el Grunder Gorzu se encuentra prisionero, empieza a escuchar los pasos de varias personas llegando al sitio. Este sonríe al ver al Comandante Cullen junto a nadie más ni nada menos que el Rey Argus.

-Yo pedí a las dos autoridades máximas, pero me conformo con esto. Tal parece que sabemos que esta jerarquía manda más el hombre que la mujer, me agrada, me recuerda al Desierto- ríe el Grunder a lo que el druida encargado le ordena –Ya te traje a la máxima autoridad, ahora habla. –

Gorzu refunfuña y se sienta en su sitio –Bien, soy un Grunder de palabra. Tú cumplir con tu palabra y ahora yo cumpliré con la mía. -

Gorzu se sienta en su cama de piedra con pocas comodidades y les habla -Tengo entendido que la princesita y el otro humano hijo adoptivo tuyo que estuvo contigo el día que me atraparon se han perdido; una emboscada Grunder, ¿verdad? -

-Así es, encontramos a los nuestros muertos al lado de bastantes de tu gente, incluido uno de enorme tamaño con restos de pintura blanca en su rostro. - dice Cullen, a lo que Gorzu responde –Conocía a ese Grunder, su nombre ser Veerham, bueno, su nombre era Veerham. – corrige, pero después continúa.

-Un sádico, pero le gustaba presumir de su mazo que ni él podía sostener sin que sus brazos se fortalecieran hasta el máximo; si Veerham está muerto, eso quiere decir que su princesita cautiva y su hijo desaparecido hayan pasado a ser comida para mis camaradas o ser llevados en su defecto a las manos de un druida noble para el que solíamos trabajar y que mi grupo era parte del mismo. –

- ¿Un noble? ¿Un Druida? ¿Dónde puede estar eso? – pregunta el rey, a lo que Gorzu responde –Veerham y yo estuvimos trabajando mucho tiempo para ese druida; su mansión se localiza un poco al lado del reino de Utya, es un mercader, pero no uno de los que ustedes tienen aquí, no, ese druida tener muchos negocios que le otorgaron mucha fortuna a través de los años y no de los mercados que son especialmente legales, hablo de sucios y muy malos negocios, al menos para los demás, no para mí. La ilegalidad siempre se paga mejor que los actos de ley, pero Utya está al margen de la situación no porque la reina Kimil así quiera, sino porque está fuera de su alcance de mandato, ahí solo se rigen las leyes de ese druida. –

Cullen se acerca a la celda preguntando - ¿Quién ese druida del que hablas? -

-Su nombre ser Fredur, ese druida está lleno de contactos, su fachada principal se encuentra en su mansión donde se destilan las bebidas de mayor importancia del reino, el vino. Pero como Gorzu les comentó hace apenas un instante, es solo una pequeña parte de los negocios que le dan muchos Divits y ese vino ser solo una tapadera para encubrir la fuente real de sus maravillosos ingresos a través de los años. Como ustedes comprenderán, la destilación del vino no es un acto ilegal, pero es la excusa perfecta para tapar los negocios ilegales, uno solo tapa cientos más. - les explica el Grunder mientras sonríe.