Capitulo 16

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Capítulo 16 

El Primer Momento de Paz, y algo más.


(Inicia el Segundo Arco Argumental)


Había pasado un día completo tras la exitosa misión que involucraba la captura o eliminación de aquella facción enemiga conformada por Bandidos al mando de Sarah, La Dama Ciega. La mayoría de los guerreros de Neoxa y los pocos de Utya que se habían ofrecido no volvieron con vida a excepción de los mercenarios Ivalka, Zack y Poet, acompañada de su hermana Chantez, quien necesitaba atención médica.


El Comandante Cullen y Zack permanecieron en completo silencio, pensando en las palabras que la Dama le había brindado al joven. En algún momento de este encuentro estuvo a punto de unirse a ellos y cumplir con la voluntad de la mujer, asesinar a su propio comandante para hacerlo ver la realidad de la clase de gente a la que pertenece. Por su parte Cullen entendía perfectamente que estuvieron jugando con la mente de su protegido; no le preocupaba demasiado que se repitiese, pero haría lo posible por mantenerse junto a él el tiempo que sea necesario.


Al llegar al Reino de Neoxa, los mercenarios se separan de sus contratistas para ir a brindarle atención médica a Chantez, la hermana de Poet y cobrar aquella recompensa que les habían prometido por sus servicios, aunque dentro de su honor de mercenarios, lo hubiesen hecho gratis de todas maneras, un dinero adicional nunca les vendría mal en estas condiciones.


Al llegar al castillo a reportarse, tanto el Rey Argus como la Reina Aurora notan el estado en el que han llegado ambos, preocupándose, pero sin darles unas palabras, solo se arrodillan ante ellos en señal de victoria, sin decir una sola palabra, Cullen parte hacía otro lado mientras Yang se queda ante sus padres adoptivos. El Rey solo se mantiene sonriendo por su avance, si bien la Reina Aurora no demostraba cariño aparente ante su hijastro, tenía consigo una mirada de orgullo, pues por lo visto había sido una misión exitosa y además no tuvieron bajas importantes que lamentar.


Yang camina rumbo a su habitación para un merecido descanso, observando como la puerta de la habitación de su hermana se abre lentamente, la princesa Miah solo se asoma cruzando ambos las miradas, Yang solo puede fingir una pequeña sonrisa que oculta su verdadero estado de ánimo actual mientras muestra su cota de malla de Thryll bajo la armadura rota que tanta ayuda le había brindado, metiéndose en su habitación; ya necesitaba un momento a solas después de todo. Al entrar, este solamente se empieza a desprender de sus armaduras con mucha dificultar, pues el dolor lo asolaba y no le permite moverse muy bien, en eso la puerta se abre y Miah entra.


Sin decir ni una sola palabra, ella ayuda a su hermano adoptivo a quitarse las pesadas piezas de la armadura para no forzar más su cuerpo, ella observa cada pieza manchada de sangre que claramente no toda le pertenece a él, pues divisa algunos grumos oscuros en la misma, señal del uso de la magia oscura que tanto Chara y Sarah utilizaron en su combate, el veneno cegador de las dagas también se encuentra un poco impregnado en ellos, su olor era penetrante, como Druida lo notaba con sus sentidos agudizados, no peleó contra Grunders, sino contra humanos como él, entendiendo perfectamente el motivo de su estado de ánimo.


Al quitarle la armadura de Thryll, Miah observa con tristeza las heridas y moretones recientes de Yang, aun sangrando por el combate de hacía un día entero y otra ya completamente seca por el paso del tiempo y el calor acumulado, incluso el rostro de su hermano está completamente perdido mirando hacia la pared sin pensar en nada, la Druida solamente lo abraza por la espalda, ofreciéndole un momento confort y besando su mejilla.

Saga de Keneor: Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora