A la mañana siguiente me levantaron temprano, ya sabía por que la mayoría de la personas odiaba ir a la escuela. Pero bueno, lo hacia por mi mamá para que se dejara de preocupar, la parte positiva era que iría con la mayoría de mis primos, así que si tenia algunas dudas ellos me ayudarían.
Baje a desayunar, las luces estaban a apagadas y en cuanto las prendí, mis familia junto con Iván se me había olvidado que era mi cumpleaños, aunque era lago absurdo por que ¿A quien se le olvida su cumpleaños?, pero no tenia la culpa.
Sobre la mesa había un pastel de chocolate y varios regalos alrededor, las mañanitas empezaron a sonar y todos se acercaron a abrazarme. Me sentia muy feliz, hasta que llegó Iván y me abrazo. Me senté junto a mi pastel y sople las velas, mi familia me dijo que pidiera un deseo pero eso sería algo dificil por que solo deseaba dos cosas: Que Iván este muerto y que mi abuela volviera con migo. Pero ambas cosas eran imposibles, pero no perdía nada en intentarlo. Comimos pastel mientras habría mis regalos, debo decir que los regalos eran impresionantes, parecían algo caros así que los guarde en mi cuarto.
Prepare mi uniforme y salí al carro para que mi mamá me llevara a la escuela, cuando llegamos a la entrada de la escuela habían muchos adolescentes, algunos estaban en la calle besándose, se veía algo asqueroso pero bueno esto supongo que es ser una adolescente normal.
Baje del auto y Ximena estaba en la entrada, creo que me estaba esperando, llegue y me saludo. Nos quedamos en el patio con todos los alumnos, me presento a algunos de sus amigos, se veían amables. El timbre sonó y Ximena se fue con sus amigos, me sentí algo tonta al estar ahí parada sin saber a donde ir, un señor algo grande, vestía algo formal.
-Señorita, es hora de irse a clase.- Me dijo algo serio.
-¿Pero, a donde voy?
-¿Como se llama?
-Sam, soy nueva.
-Haaa... si, su madre habló con migo, sígame la llevare a su salón.- Dio media vuelta y lo seguí.
Subimos varias escaleras hasta que paramos en un salón, todos se me quedaron viendo, pero creo que es algo normal cuando eres nuevo en una escuela.
-Ella es Sam, es nueva en esta escuela.- Dijo el director
Solo salude con la mano y me quede callada. Note que una mirada esta sobre mi, bueno de hecho muchas pero se diferenciar entre miradas que te critican y las miradas de odio. El profesor que estaba en el salón me pidió que me sentara hasta la esquina, era la única banca vacía.
Estuve callada y dibujando es un cuaderno, tal vez debería de estar tomando apuntes y todo eso, bueno no preste atención pero por lo que escuchaba era la clase de español.
Un timbre sonó y el profesor salió de el salón, me dio miedo por que todos se empezaron a acercar y me rodearon.
-Hola Sam.- Dijo una chava.
-Haaa... hola.- Respondí con miedo.
Todos lo que me rodeaban me dijeron sus nombres, pero no recuerdo la mayoría, era algo confuso. Me preguntaron varias cosas, no les conté mi vida ni de como llegue a mitad de año a esta escuela. Al parecer hacer amigos es algo fácil si sabes de que hablan o sus gustos, entendía la mayoría de sus conversaciones y creo que le caía bien.
ESTÁS LEYENDO
Una promesa de un corazón olvidado
Ficção AdolescenteEra un desgraciado, pero yo sabia la verdad, me había lastimado. Todos me creen loca, no pásare el resto de mi vida viendo a ese desgraciado con mi hermana. Tengo que hacer algo para vengarme de el. Y pronto. No dejare que le haga esto a otras. Jamá...