CAPÍTULO QUINCE

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Después de poco más de 3 horas de viaje les anunciaron que ya habían llegado a su destino ambos jóvenes sin más recogieron su equipaje y se dirigieron al que sería su nuevo hogar.

Apenas llegaron tomaron un taxi y se dirigieron al departamento, para nada modesto, de Taehyung.

En el centro de Seul, en el veinteavo piso, se encontraba un departamento de 4 habitaciones y dependencias completamente equipadadas.

-wow Taehyung no mentía cuando me dijo que era solo un poco más grande que el que tenía en Busan- menciono asombrado Jimin. Y no es que no estén acostumbrados a los lujos ya que ambos jóvenes estaban muy familiarizados a ello. Pero internamente pensaron que esto sería más duro en un principio, pero ahora gracias a sus amigos lograron estar cómodos y tranquilos, por el momento.

-realmente tenemos que agradecerle a Tae el poder estar acá y que por el momento tendremos comodidad hasta que consigamos una casa para ambos- dijo el pelinegro rodeando la pequeña cintura de Jimin con sus fuertes brazos -no lo crees así cariño?-

-sí alfa- avergonzado por las palabras dulces de su alfa.

-bien entonces amor, en qué habitación te quieres quedar?- preguntó Jungkook a su amado.

-oh bueno yo pensé que... nada está bien está- apuntando a la primera puerta del pasillo.

-ok entonces yo tomaré el de al lado- le dijo con cariño y mostrando su sonrisa de conejo.

-está bien... pero aún es temprano podemos hacer algo en lo que anochece?- levemente sonrojado mirando coqueto a su Alfa.

-bueno si quieres veamos una película y pidamos algo de comer te parece?- mencionó para satisfacer el pedido de su pequeño.

-está bien amor, eso es lo que deseo- corriendo a la sala y sentándose en el sofá de un salto.

Al ver la ternura de su rubio, Jungkook de inmediato hizo el pedido y se fue a sentar al lado del Omega - en unos minutos llega el pollo y cerveza estás bien con eso?- esperando que haya sido una buena elección.

-me leíste la mente justo era lo que quería- con una sonrisa divertida se meneo de lado a lado.

Jungkook no soportó más y lo abrazó pegándolo hacia él -cariño muero de ternura cada vez que te veo eres demasiado adorable- mirando fijamente los ojos azules que tanto amaba.

Jimin no perdió el tiempo y deslizó sus pequeñas manos alrededor del cuello de Jungkook acariciando seductoramente los mechones negros que caían de la melena de su alfa.

-bebé no juegues con fuego porque te puedes quemar- susurro en los labios del Omega.

-ambos... ambos nos podemos quemar cariño- sin más Jimin unió sus labios en un beso profundo y hambriento acariciando el pelo de Jungkook y alándolo hacia él.

El pelinegro sostuvo con más fuerza a Jimin  haciendo que este se recostara encima de él, el rubio  viéndose encima comenzó a menear sus caderas en círculos provocando una erección en el miembro del contrario.

Jungkook comenzó a bajar sus manos acariciando desde la espalda baja hasta sentir ese gran  trasero de su ojiazul apretándolo a su gusto y provocando un gemido que le encantó.

Las feromonas en el ambiente comenzaron a explotar de lujuria nada podría arruinar este momento, a menos que justo en ese instante llegara el pedido de Jungkook.  Separándolos y recobrando el aliento el pelinegro se dirigió rápidamente hacia la puerta para recibir lo que sería su primera cena en su nueva casa.

Después de cenar y beber unas cuantas cervezas ambos jóvenes estaban satisfechos y cada uno se dirigió a su respectiva habitación para poder descansar. 

Un ángel y su príncipe - KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora