Un ángel y su príncipe - KOOKMIN

CAPITULO SIETE

Caminó cargando unos libros que no eran suyos, una libreta que correspondía al nombre de Park Jimin, sí después de aquel beso se quedó totalmente embobado recordando una y otra vez lo sucedido, sin saber qué iba a esperar ahora, pero a la vez se sentía tan bien el haber tenido entre sus brazos a su ángel.

Durante todo el recorrido a su hogar se pasó pensando y suspirando enamorado de la escena que acababa de vivir, así que decidido, mañana mismo iría otra vez temprano a ver si su ángel asistía al salón de baile a realizar sus prácticas.

Al día siguiente:

Como lo había dicho un día antes Jungkook se despertó muy temprano agarró un jean negro, unos Timberland negros, camiseta ploma y un hoddie negro con capucha el pelo lo tenía un poco largo y solo la acomodó, se puso un poco de perfume agarró su equipo de baile y se dirigió a la universidad con la esperanza de encontrar a su bello Omega.

Cómo ya era su rutina, llegando nuevamente ingresó sin ser escuchado y para su suerte, su pequeño Mochi se encontraba bailando y cantando como solo él podía hacerlo, se quedó observando su rutina con cara de enamorado por varios minutos.

De repente el Omega se  detuvo de golpe y miró hacia su dirección.

-Ya me di cuenta que llegaste hace más de 20 minutos puedes salir de tu escondite y hablarme o aún sigues siendo un cobarde?- cruzándose de brazos y viendolo salir de su escondite.

-yo no me estaba escondiendo sólo esperaba que terminaras tu práctica- mentira estaba aterrorizado, sin saber qué le iba a decir al Omega, no sabía cómo empezar a hablar y si era torpe? y si otra vez lo rechazaba? todas esas dudas estaban en su mente -traje tus libros que dejaste en la biblioteca- entregándole los libros - también quería agradecerte por lo de la otra noche... gracias a ti pude pasar y además me llamaron varios productores, algunos también preguntaron por ti... pero no sabía si mencionar tu nombre así que decidí preguntarte- se escusó rascándose la nuca.

- no tienes nada que agradecer, realmente lo disfruté- aclaró su voz y lo miró fijamente -e...es decir... disfrute la coreografía- avergonzado. El pelinegro solo asintió.

Un silencio de varios segundos los puso muy nerviosos sin saber que decir.

-bueno tal parece que no hablaras así que lo haré yo,  Jungkookk yo...- fue interrumpido, ya que Jungkookk no le dio oportunidad de decir nada él ya había unido sus labios nuevamente dándole un beso dulce y tierno que comenzó a volverse intenso y profundo, por su parte Jimin hizo caer nuevamente sus libros y no dudó en corresponderle, lo abrazó del cuello y  Jungkook de la cintura levantándolo y haciendo que Jimin enroscara sus piernas en su cintura. El beso continuo con tanta intensidad que Jungkook lo llevó contra la pared y lo siguió besando con hambre y deseo metiendo su mano dentro de la camisa del pelirrubio tratando de desabotonar y quitar la prenda de una vez, pero Jimin rompió el beso -ee..espera por favor, tenemos que hablar primero por favor, bájame- agitado, sin aliento y con ganas de más susurro en los labios del pelinegro.

-Perdóname yo no pude contenerme, realmente te deseo y no quiero dejar de probar tus labios. Ya sé que te lo he dicho muchas veces, pero te amo Jimin y no quiero estar sin ti, no más y antes de que digas otra vez que lo nuestro no puede ser, sólo déjame besarte por última vez- los ojos del Alfa estaban cristalinos y con esperanza de que su Omega lo aceptase.

El rubio con los ojos llenos de amor respondió -Alfa, está vez no diré que lo nuestro no puede ser, yo también lo deseo y también te amo, te he amado desde que tengo 5 años y jamás he dejado de hacerlo, ni un minuto de mi vida- sollozando y mirando con ternura al pelinegro -perdóname debí oponerme al compromiso, debí contradecir a mi padre, debi ponerme fuerte y decirle que no aceptaría el compromiso porque yo te amaba a ti...- recordó lo sucedido -pero te juro que lo hice! pero él me dijo que tú estabas comprometido ya años atrás y ya sabías de tu compromiso y que solo estabas jugando conmigo... para llevarme a la cama y nada más... me dijo que somos de la familia Park y los Park no somos juguetes de nadie- se agachó derramando lágrimas - me lleno de odio y por eso te dije todas esas cosas horribles ese día, lo siento tanto Alfa... perdóname, quiero estar contigo- abrazándolo.