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Un aroma exquisito hizo suspirar entre sueños al adorable Omega que no supo en que momento fue llevado a la tierra del descanso. Agarró el origen de esta fragancia, era suave,  pegó su nariz al lugar, dejándose envolver por completo. Dio la vuelta sobre su estómago hundiendo el rostro en la almohada del alfa.Quedándose allí como un gatito mimoso, totalmente a gusto con la sensación de ser abrazado por la esencia del mayor.

Nam Joon no pudo dormir más en lo que restó de noche, sus fuerzas habían vuelto por completo y se sentía más despierto que nunca. Se dedicó las horas antes del amanecer a revisar algunos documentos que había dejado pendientes la noche anterior. De vez en cuando se quedaba viendo la hermosa figura que dormía en su cama que para su regocijo abrazaba  su almohada.

—¿Tanto te gusta mi aroma pequeño?... Aunque estoy algo celoso... — era ridículo sentir celos de una almohada  , pero Nam Joon lo sentía en ese momento,sacudió la cabeza para volver a concentrarse.

Entre firmar,leer y aprobar decenas de documentos pasaron  tres horas hasta que notó el sol comenzar a filtrarse por las cortinas. Un rayo daba directamente en el rostro del chico quien aún dormía con una respiración tan calmada entre sus mantas que daba ternura. El pequeño se removió incómodo ante el exceso de luz,el alfa rápidamente cerró la cortina dejando la habitación a oscuras, suspiró satisfecho cuando su Doncel se acomodó nuevamente con una expresión serena.

Una hora más tarde las sirvientas llegaron ; al verlas entrar les pidió fueran lo más silenciosas posible. Éstas le ayudaron como de costumbre a vestirse, peinarse y demás para dirigirse a su  recorrido matutino , de ahí iría al despacho para revisar más documentos y discutir temas del Reino.

Ya listo volteó nuevamente hacia la linda personita que aún yacía en su cama —Dejen que descanse... — ordenó antes de salir encontrando a Kang ya listo frente a la puerta.

Seok Jin no supo cuántas horas habían pasado, pero cuando abrió los ojos, ya era de día y había mucho movimiento a su alrededor ,parpadeó para acostumbrarse a la luz del día y vió como había dos señoras moviéndose de allí por allá en la habitación limpiando y demás. Se sentó a recordar lo ocurrido la anoche anterior. Sus ojos fueron a parar a la mesita donde había dejado la comida ,se sintió aliviado al ver que todo estaba vacío . Una de las señoras se le acercó para pedirle que por favor abandonara  la habitación para hacer su trabajo y de paso le informó que la suya ya estaba lista .

Asintió, aún un poco desorientado por haber despertado recientemente. Se bajó de la cama, se puso sus zapatillas, tomó su caja y salió de la habitación. Examinó con la mirada  los pasillos avergonzado, no estaba presentable, así que rezó para no encontrar a alguien en su corto camino el cuál emprendió corriendo esperando que su amo estuviera mejor.

— ¿ Se acostaron? — cuestionó una de las sirvientas con cara de asco cuando el chico abandonó la habitación.

—Quizás, es un doncel después de todo, y si estaba en la habitación y cama del príncipe, ¿es por alguna razón, no?— comentó la mujer mayor alzando los hombros dando por terminada la conversación, sea lo que haya ocurrido no era de su incumbencia.

Una vez en su habitación Seok Jin cerró la puerta, suspiró recargándose de la fría madera. Justo en ese momento notó el aroma que desprendía su cuerpo sonrojándose efusivamente al reconocerlo como la esencia de su amo. Pero...¿cómo podía oler tanto a él si sólo había dormido en su cama? Algo que tampoco entendía, ¿ cómo llegó a la cama? Sólo recordaba cuidar de él toda la noche.

Sacudió la cabeza evitando pensar de más, se levantó caminando hacia el baño, eso era lo que necesitaba en ese instante, un baño. Minutos transcurrieron y el lindo Omega salió para vestirse, peinarse y prepararse mentalmente para el nuevo día.

My masterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora