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—Hermano, ¿le mostraste tu lado oscuro a Jin? — habló Jung Kook rompiendo el incómodo silencio que reinaba en el comedor de aquel enorme castillo.

El menor de los alfa cuestionó posando sus oscuros orbes sobre el pequeño doncel que yacía a un lado de Tae Hyung ,y que hasta el momento de su interrogante se veía bastante contento aferrado a la mano del omega mayor.

— Dime pequeño... ¿ no te dieron miedo esas marcas en su piel? —continuó Jung Kook con el interrogatorio sin apartar los ojos de Seok Jin.

A simple vista, el chico parecería alguna clase de villano malvado buscando atemorizar a su víctima; pero aquello no estaría más lejos de la realidad. Jung Kook sólo se hallaba preocupado en demasía por su hermano, ese al que durante toda su vida solo le dedicaron maltratos y ultrajes, Nam Joon nunca sabrá que él era consiente de ello pues desde la última vez que Jung Kook visitó el palacio, con 18 años presenció uno de esos "castigos" a los que su desalmado padre le sometía.

— No señor — respondió Seok Jin con entereza— no es primera vez que veo marcas de golpes en un cuerpo— se detuvo antes de decir más.

Tampoco le confesaría allí, frente a todos que el mismo los había vivido por parte de su abusivo tío, con el cual tuvo la desdicha de crecer.

— Kook...ya déjalo— le reclamó Nam Joon con cierta calma en la voz  llevando un bocado de comida a su boca en un intento por apaciguar la curiosidad de su menor, aunque al conocerlo tan bien, sabía que no terminaría allí.

Nam Joon se sintió demasiado feliz por las palabras dichas por su Doncel ; en su pecho crecía un mar de sensaciones debidas a la interacción con el lindo Omega. Sonrió enternecido ante aquella respuesta que tantos años ansió escuchar.

Tae Hyung soltó sus cubiertos irritado; apretando las manos en puños miró directamente al moreno importándole poco que aquello fuera una falta de respeto — Con todo mi respeto príncipe....— se mantuvo firme sosteniéndole la mirada al nombrado quien había oscurecido su expresión— ¿ podría dejar de esparcir esas feromonas amargadas por favor? — escupió ignorando los tirones que Jin daba a uno de sus brazos.

— Hyung...no por favor— susurró horrorizado Seok Jin a Tae Hyung; ¿ Cómo se atrevía su Hyung a hablar así al príncipe? — usted no se moleste mi señor...— se dirigió esta vez al alfa que había comenzado a dispersar más de esas feromonas que ya le comenzaban a afectar a Seok Jin— usted tendrá sus razones.

Jin inclinó la cabeza como muestra de respeto a su amo quien le sonrió en respuesta ; luego, fulminó con la mirada a Tae Hyung preguntándose por que había hablado siquiera.

— Discúlpenme entonces..no deseaba crear algún inconveniente— escupió Nam Joon levantándose de su lugar apretando los dientes, estaba enojado— coman ustedes...— y sin más salió a paso rápido del lugar.

Necesitaba calmarse; una de las secuelas causadas por aquellos golpes, además del dolor fantasma que le torturaba, estaban esos ataques de ira. Una vez que algo le hacía enojar debía tomar aire fresco para calmarse; y Nam Joon lo último que deseaba era dar una mala imagen frente a su lindo Doncel.

Las feromonas de enojo e irritación se dispersaban a su paso por todo el Palacio, sus emociones estaban todas revueltas en ese instante. Era consiente de que Seok Jin no era suyo, al menos no por el momento; pero no le gustaba para nada la cercanía que había entre el bonito Omega y el tal Tae Hyung.

Seok Jin se sintió muy mal viendo a su amo salir así de irritado, enojado y tal vez algo herido de aquel lugar; y es que para cualquier alfa el que critiquen su aroma es bastante vergonzoso, incluso ofensivo. No pudo evitar mirar a su Hyung cuestionando el motivo de tal acción, no lo comprendía, pero este simplemente bufó y se acomodó en su silla como si nada.

Nam Joon frotó sus manos por el rostro ,frustrado, jamás se había sentido así antes; y le hacía sentir incómodo todo aquello— Joder... — gruño irritado avanzando hacia el jardín, único lugar donde siempre encontraba esa paz que buscaba.

— Eso no fue lindo Tae Hyung— gruño Jung Kook una vez quedaron solo ellos tres en el comedor que ahora se había tornado bastante tenso. Jung Kook estaba furioso, y sus feromonas así lo indicaban haciendo sentir asfixiados a ambos omegas— Lo siento pequeño Jin...pero debo enseñar modales a tu Hyung— con el rostro contraído Jung Kook se puso de pie yendo hacia donde se hayaban los chicos; alzó a Tae Hyung en brazos .

— ¡ Oye! ¡¿ Qué haces, déjame!? — se quejó Tae Hyung pataleando, miró con enojo y algo de miedo escondido en sus rebeldes ojos al alfa que lo había atrapado entre sus brazos.

Jung Kook se detuvo un instante, soltó un suspiro clamando a su autocontrol y sentido del orden; volvió la cabeza a un nervioso Seok Jin que se removía sin idea de que hacer. El chico se veía demasiado lamentable a los ojos de Jung Kook; pero estaba totalmente seguro de que él era lo que su querido hermano mayor necesitaba para ser al fin feliz.

— Ve con él...debe estar bastante frustrado en estos momentos, es bastante susceptible por muy maduro que se vea— le incitó Jung Kook suavizando la mirada, el chico le gustaba para su Hyung.

Dicho esto el alfa menor salió al pasillo arrastrando a un berrinchudo Tae Hyung que gritaba a viva voz . La servidumbre pasaba a su lado haciendo caso omiso a los reclamos del Doncel — ¡ Basta! ¡ No tienes ningún derecho a tratarme así!

Tae Hyung jaló de su muñeca buscando ser liberado pero lo único que obtuvo fue un gruñido de enojo por parte de Jung Kook; éste harto del irritante comportamiento del chico lo cargó sobre sus hombros como un costal de papas. Se removió fuerte pero una nalgada en su trasero lo hizo gritar , se sintió avergonzado y humillado; nadie le había golpeado así, por ello odiaba a los alfas. En Jin había encontrado refugio, un cariño que creyó perdido luego de la muerte de su primer amor; un chico que como él fue Doncel, obligado a casarse, embarazado y golpeado ; luego de romper el lazo murió debido al dolor.

Seok Jin era muy parecido a ese hombre que tanto amó, por ello tendía a aferrarse al pequeño, tenía la misma vibra que su amado. Por ello se dió la misión de protegerlo a cualquier costo, ningún alfa le haría daño a su lindo Jinnie. Pero nada podía salvarle a él; y allí estaba, en la habitación de uno de esos seres a quién tanto odiaba, con una mano incrustada en su trasero — basta...¡ sueltame!— gritó nuevamente en vano.

Luego de que todos se marcharan  Seok Jin aún se sentía abrumado; cuando reaccionó estaba sólo, de inmediato recordó a su amo y el estado tan penoso en que se hayaba. Sin pensarlo mucho salió corriendo en su búsqueda, quería hablarle, explicarle que tal vez todo fue un simple malentendido; que a lo mejor su Hyung no lo hizo con mala intención.

Tras varios minutos dando vueltas por el Palacio sin señales del alfa por fin lo vió, a lo lejos, en el camino que daba al jardín divisó su amplia espalda a solo metros de distancia.

— ¡ Amo...espere! —Seok Jin apresuró el paso  para darle alcance cuando notó que desaparecía tras una puerta en el Fondo del jardín. Y como la suerte no era su mejor amiga terminó por caer de golpe, con el rostro besando el suelo.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2023 ⏰

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