DECORACIÓN

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¿Cómo llegue a esto? Ni Dios lo sabe, pero promesa es promesa y se chingan, para Yuri_Kunder y zyanist0komisch

Advertencia: primera vez que escribo algo como esto y si esta de la chingada, prometo mejorar este tipo de narraciones. Temas fuertes¿ y un soviet muy loco, si ya leíste el libro de Yuri no se queje.

Esto sucede antes de la cuarta parte, porque ¿cómo va a ver con esos ojos de rubí?



























La perfección.

¡Perfección inmaculada y exquisita!

¿Qué más pueden buscar los seres si no es la perfección? Perfección, perfección, no hay nada mejor. Existe en la danza, la música, la pintura, cines y belleza. Nada se le compara. ¡¡Por eso deben desvivirse los seres!!

¿De qué sirve lo demás? Él siempre la busco, la busco sin para.

En su raza, su país y su cuerpo, incluso en la muerte, o bueno, algo parecido.

Despertó, despertó temeroso del rojo, no recordaba mucho de su último sufrimiento solo algo que le perturbaba y de recordarlo le ponía la piel de gallina: "Yo haría lo que fuera para que seas hermoso para siempre."

Pensó que todo había sido una pesadilla como los niños, pero no era así y nuca lo fue. Por alguna razón sentía que le faltaba aire, sus bocanadas eran desesperadas como si se ahogara; buscó en la oscuridad las sábanas de su cama, pero no logro encontrar nada, solo el ruido de cristales y porcelana chocando.

Intento estirar los brazos lo más que pudo aun estando encerrado, encerrado y cautivo en lo que parecía una caja, una tumba de cristal. Se sintió como un maniquí y jamás había estado tan cerca de la verdad.

Punzadas aparecieron en su estómago, la sensación de sudor frío y una fuerte emoción indescriptible le pidió que gritara con todas las fuerzas que tuviera.

Abrió la boca, pero nada.

Quiso llorar, pero no sintió las lágrimas.

Probó rompiendo la caja, pero el sonido de porcelana ante cada acción lo dejaba helado, no quería descubrir lo que causaba ese discordante sonido, pero cometió el error de bajar su mirada.

¿Y qué más podía esperar? Su agraciada y tersa piel desapareció, solo quedaba una hermosa porcelana cubriéndole, debía estar agradecido, ahora se podía mover.

¿Qué más pedir?

Tal vez el shock fue demasiado o encontró algo fascinante en ello. Ya no intento romper el cristal, solo se fue sentando poco a poco sobre el cristal apretando su nueva mano, su nuevo cuerpo, ya temer era demasiado, lo que debía hacer era sonreír ante el regalo de la vida.

El amanecer apareció y el sol alumbraba el lugar, su vacía mirada lo recorrió para sentir nauseas.

No era secreto que no le agradaba las cosas echas con animales, con sus pieles, era algo cruel y espantoso aquel gusto que todos lo tomaban como exquisito. Debía felicitar a Sowjet, logro algo que jamás había llegado a sentir...

¡Una nauseas increíbles con el terror único que lo devoraba, su perturbación ante sus acciones rebasándole en muchos sentidos!

Ahora el era la nueva alfombra, lo entendió cuando vio su piel arrancada como decoración en el suelo; parecía como si él hubiera decidió mudar como serpiente, era algo que lo altero.

Desesperado golpeaba el vidrio con todas las fuerzas de su nuevo cuerpo, no le tomo importancia al ruido solo quería irse de ese infierno. 

Su error fue ser demasiado escandaloso por que Soviet siempre estaba alerta, en espacial si su preciado tesoro estaba involucrado, no dejaría que algo le pasara. Correría a matar a quien se atreviera a hacerle daño a su esposo, por que lo adoraba, lo anhelaba.

El seco golpe de la puerta contra la pared y del vidrio cayendo al suelo se juntaron para presentar una escena espectacular. Dos dulces enamorados reencontrándose, al menos desde la vista del soviético, su pecho grito de gozo y sus pupilas se concentraron en el bello ser, uno tan único y extraordinario.

El nacionalista intento pararse, no estaba acostumbrado a las articulaciones y le costaba caminar, pero la adrenalina fue lo suficiente para impulsarlo, no dejaría que ese enfermo lo atrapara.

Sowjet no se quedaba atrás, camino lento cerrando la puerta tras su espalda, estaba encantado y no cambia dentro de sí, sus preocupaciones se fijaban en los regalos que había hecho ¿Le gustaría su nuevo cuerpo? Perfeccionado solo para conservar su pureza. Creía que no aguantaría mucho sin él.

Por qué, a pesar de siempre tenerlo a su lado, extrañaba su voz y calidez...

¡Tenedlo bajo él! ¡Lo tendría cueste lo que cueste!

Mientras mas se acercaba más acorralado se encontraba, le dolió ver destrozar su caja, tal vez no era de su gusto, no llenaba los estándares y eso le molesto.

—Oh Reich, ¿acaso no te gusto? —susurro dolido—. Busque lo mejor para ti, моя любовь.

Retrocedió angustiado ante la ira del contrario, no había donde correr, si saltaba por la ventana su cuerpo no resistiría, la batalla cuerpo a cuerpo quedaba descartada y no tenia realmente nada a la mano para golpearlo, el idiota era demasiado resistente.

—Recih, no tiembles, no temas, yo te amo y jamás te haría daño —se acercaba lentamente—. Приди и позволь мне получить тебя

Lo acorralo y solo puedo removerse inquieto, un vago e indígnate intento de apartarlo, odio el déjà vu.

—Mi amor, ¿Qué pasa? ¿Algo te molesta?

Con algo parecido a la suavidad tomo aquel mentón frio como la muerte, obligándolo a verlo.

—No sabes cuanto te extrañe.

Y lo besó, no importo cuanto lo golpeara con su frágil cuerpo, cuanto tratara de gritar, lo tenia a su merced y misericordia. Incluso si no podía sentir nada, ni siquiera una caricia, le provocaba asco el contrario.

Pero ni su mayor repugnancia lo salvaría, aquel hombre lo recorría con sus manos como gusanos, con sus labios, con una gentileza inigualable y aun así eso solo lo aturdía más.

No podría jamás describir la angustia de estar sobre ese escritorio con esa bestia encima. Había líneas que jamás se atrevería a cruzar, pero para sowjet no existían limites, ni siquiera la muerte los separaría.

Cuando la ropa desapareció el horro ante lo que venia hizo que luchara con todas sus fuerzas, incluso si eran solo cosquillas para el hombre, no existía nadie que lo salvara debían ser las 4 o 5 de la mañana y la casa estaba vacía.

No era como sus anteriores encuentros, era absurdo compararlos. Esto era peor, mucho peor.

El sudor del rojo caía y su cara de éxtasis y felicidad eran inigualables, incluso en la libido reflejada de sus ojos, solo servía para demostrar lo asqueroso que era.

Deseo en ese momento y lo hizo con todas sus fuerzas, que alguien llegara que algo lo detuviera, aunque supiera que eso era una farsa de ilusión, él no tenía derecho a llorar. ¿Se suponía que lo amaba?

URSS no solo llego al final, no, no, no. Eso era muy poco, debía aprovechar que por obra divina su муж regreso, no le importaba nada, su dulce ángel estaba ahí, incluso si no podía soltar palabra, esos ojos escarlatas le decían todo, debía estar igual de feliz. Oh, como disfrutaría el reto de la eternidad, sus mejillas se encendieron de tan solo imaginarlo.































El simple hecho de haber acabado de forma tan humillante debajo del soviético solo le provocaban ganas de morirse de nuevo.








































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